Capítulo 31

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El joven de cabello rojo/blanco llegó hasta el par de amigos, tomó a la pelinegra del brazo y la acercó más a este, la mirada del joven no se retiraba del otro muchacho más alto, parecía como si sospechara del acompañante de su amiga.

—¿Q-qué pasó?— preguntó la más baja de los tres —¿Shoto?

El recién nombrado dejó de mirar al otro chico, miró a la de ojos celestes e hizo una mueca.

—Cuando fuí a recogerte no estabas, tampoco me enviaste un mensaje.

¿El chico se había asustado? ¿Qué tanto se preocupó? __________ aún estaba procesando la información y su mente ya estaba creando un montón de historias ficticias sobre que pudo haber pasado por la cabeza de su amigo cuando se enteró que ella se fue del trabajo con su compañero de trabajo.

Un leve sonrojo apareció en sus mejillas, quería preguntarle tantas cosas pero también debía tomar en cuenta la presencia de G. L. no quería hacerlo sentir excluido.

—Le pedí que saliéramos a comer— explicó el más alto, luego tomó la mano de la joven y la arrastró hacia él, Shoto tampoco soltó el brazo de la chica —tengo hambre, si me disculpas.

Aquello último sonó como si fuese una advertencia para que la suelte.

¿Qué pensaba hacer G. L.? esto no era muy conveniente para nadie ¿por qué meterse en problemas? 

—G...— intentó llamarlo pero una voz le hizo callar.

"Rayos, sólo sígueme la corriente" "Quería evitar usar mi quirk, ahora me debes otra comida"

La joven cerró la boca, miró al chico con sospecha.

G. L. no hablaba, pero ella juraba que la voz que alcanzó a escuchar era la de él, asumió que este sería el quirk del joven.

A pesar de que tenía curiosidad por el kosei de G. L., en estos momentos lo que más le importaba era cómo salir de este malentendido y saber que tenía el joven de cabellos marrones en mente.

La voz de Shoto la sacó de sus pensamientos —¿Qué tan cercano eres a ella como para arrastrarla de esa manera hacia ti? no, ni aunque fueran cercano deberías hacerle eso.

—Hice lo mismo que tú, sólo que yo la tomé de la mano y no del brazo— el joven sonrió extrañado —como ya lo habías hecho tú pensé que no habría problema

No quería problemas, ya se hacía muy tarde y no podría comprarle a G. L. su ramen. Decidió ignorar la advertencia de su compañero y acabar con la discusión entre ambos chicos.

—Chicos, basta— la muchacha miró a ambos —suéltenme ambos que no soy una cuerda para jugar el "tira y afloja"

El castaño y el heterocromático la soltaron a regañadientes.

Ella se dirigió a su amigo de infancia —Como ya te dijeron, iba en camino a merendar con G. L., le avisé a Fuyumi ¿acaso ella no te dijo?

El chico negó con la cabeza, la chica suspiró pesadamente.

—Salí un poco antes así que no la pasé en la casa, pensé en ir a recogerte en lo que regresaba— explicó el joven.

Ambos compañeros de trabajo se miraron.

G. L. negó rápidamente —No, ni se te ocurra ¿llevarás tanto en tu maleta?

La chica ladeó la cabeza vagamente mientras hacía cuentas sobre el capital que llevaba en su monedero.

Mi promesa de protegerte-TodorokixtuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora