Capítulo 10

235 17 1
                                    

Caminó a paso decidido hasta el cuarto donde se encontraba el chico, abrió la puerta y ambos mantuvieron sus miradas conectadas.

—Hablando de hidratantes, los ahorros ya se me gastaron, debo trabajar— avisó indirectamente su nuevo trabajo mientras cerraba la puerta.

—Le diré a Fuyumi que te ayude con eso

Ambos adoptaron posición de pelea, el agua empezaba a desbordarse del lavabo del baño contínuo.

—Todoroki, no quiero depender más de ustedes— ella aseguraba haberlo dejado en claro hace tiempo, el hielo la rodeó, con sólo mover levemente su mano el agua la sacó de allí sin problemas.

El chico de ojos heterocromáticos dirigió el hielo directamente a la chica, esta sin problema esquivó al muchacho —Un trabajo afectaría tu vida escolar, piensa en ello luego de graduarte— pausó por un momento, atacó de nuevo —¿Todas estas salidas apresuradas que tienes se deben al nuevo trabajo?

Sin problema la pelinegra acortó la gran distancia que había entre ambos, tomó al chico de los brazos en un intento de inmovilizarlo —en realidad... ¡hey!— su mano derecha se quemó con el hielo dejando ninguna otra opción más que soltarlo —decía que el trabajo recién lo conseguí el mes pasado.

El chico frunció el ceño, ambos intercambiaron posiciones, para evitar que ella siga controlando el agua congeló sus manos, había ganado.

O eso era lo que pensaba, dos siluetas de agua empezaron a pelear con el chico, este retrocedió un poco con el claro objetivo de congelarlos, aún así estos lograron cambiar su forma al de dos boomerangs y esquivaron el ataque por completo.

—¡blocking field!— gritó la pelinegra mientras los boomerangs se dirigieron al chico a toda prisa, encerrándolo con las claras intenciones de ahogarlo un poco.

El chico lo congeló sin problemas, se deshizo del hielo y, de forma inesperada, recibió un golpe en el estómago. La chica lo había pateado, el hielo se había deshecho y lo que se supone que era una jugada imprudente terminó siendo su estrategia.

Lo malo fue que, luego del golpe, la chica se arrepintió y se agachó con él para confirmar si la patada no había sido tan fuerte, esto le jugaría en contra ya que el mayor terminó por ubicarla debajo de él, inmovilizando sus brazos y piernas. Todoroki había ganado.

—¿Con quién estuviste entrenando todo este tiempo?— Shoto suavizó el agarre, pero aún no la dejaba salir.

—No creo que deba decirte— la verdad es que ella pensaba que el chico ya sabía de su rutina, no por nada no ocultaba las algas y demás, de haberle preocupado los pensamientos de los Todoroki hubiese tenido más cuidado de su presencia luego de un día de combate con el mar —Después de todo no tenemos una relación que tenga por regla contarnos todo

El chico no respondió, se quitó de encima y la menor se sentó

¿Debería de sentirse molesto por algo que en verdad no le interesaba? ¿qué tanto le molestaba que ella no tuviese que depender de él? ¿y si algún villano ataca el lugar? le tendió la mano para ayudarla a levantar, para sorpresa de ambos la chica aceptó la ayuda, tomó un poco de hidratante.

Shoto le entregó los otros dos hidratantes que restaban, ahora que lo piensa, no sabe desde cuando ella comenzó a tomarlos ¿tenía alguna enfermedad? ¿o es que su quirk es muy peligroso como para tener que tomar esto a diario? sabía que preguntarle no ayudaría mucho, en especial cuando la chica se rehusaría a responderle.

Ambos jóvenes empezaron a derretir el hielo, el silencio era incómodo pero lo soportaban, fue hasta que terminaron que volvieron a mirarse en silencio, esto llegó al punto de hacer sonrojar a la chica de cabellos negros.

Mi promesa de protegerte-TodorokixtuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora