Avatar • Amor Verdadero

Confianza

ZHANXI

El pánico abundo su mente, se dirigían apresuradamente hacia la estación de Policía.

Quieren dañar a Aang

Era lo único que su mente entendía en ese momento. No se podía permitir que algo así sucediera. ¿Quién querría dañarlo?,¿Porque? Se formulaba esas preguntas una y otra vez. Zhanxi nunca había presenciado amenazas así antes, lo único comparado con aquello que sentía, era el sentimiento de preocupación por la Guerra que había ya acabado hace 8 años.
–Debemos decirle a la Jefa Beifong cuanto antes. — replicaba al Maestro Metal quien avanzaba a la misma velocidad que ella, preocupado por la actitud que estaba tomando la concejal.

El Maestro solo asintió, pero miraba consternado su preocupación. — Lo haremos de inmediato… pero la verdad no creo que sea necesario preocuparnos mucho.

—¡COMO PUEDES DECIR ESO! Contesto Zhanxi furiosa, provocando que el oficial callara de inmediato. — Aang está en peligro, ¿y tú te lo tomas a la ligera? — Le preguntaba, su respiración se tornaba agitada por el largo camino que recorrían a marcha veloz.

—No es eso, solo digo que, bueno… es el Avatar de quien hablamos, es la persona con más poder sobre la Tierra. — Contesto relajadamente.

En parte tenía razón, Aang era el Avatar, y el poder que poseía era abrumador, aunque no lo demostrara siempre. Cuando se enfadaba, la amenaza era real, sentir las vibraciones que producía el ambiente, el aire que soplaba demasiado fuerte de un momento a otro, los cuatro elementos en acción y ver sus tatuajes brillar, era simplemente traumático para quien lo enfrentara.

—Aun así, sigue estando en peligro. — Le siguió cuestionando la muchacha.

— No quiero imaginar cuantas personas están tras el mismo objetivo. — dijo ella aun preocupada.

Mientras discutían aquello, llegaron finalmente a la estación de policía.

¡Jefa Beifong! Se escuchaba en todo el edificio repetidamente, como si se trataran de muchas personas las que estuvieran gritando ese nombre.
Ante ello, Toph salía de su despacho sorprendida.

—¡¿Qué es lo que sucede?! — Pregunto al aire. Mientras sentía que una persona se acercaba a ella.
Zhanxi camino hacia ella, y soltó sin preocupación sobre el escritorio un par de libretas que cargaba de en sus brazos.

—Debemos hacer algo, debemos reunir a todos los oficiales de la ciudad, debemos traerlo justo aquí, está en peligro, debemos protegerlo — Decía la ministra rápidamente, como si se fuera a atragantar con su propia saliva, mirando los ojos verdes de la Toph.

La Maestra Metal se sentía confundida. — Algo realmente malo debe estar pasando para que esta chica se pusiera así. — pensó dudosa. — Tal vez sea Sokka de quien esté hablando, no puede ser nadie más. El joven de la tribu Agua era de las personas con quien más había interactuando la ministra, que Sokka estuviera en peligro la sorprendía un poco. Sokka siempre se buscaba problemas, pero no de esa clase de problemas.

—Necesitas calmarte, ¿de quién estás hablando?, ¿Quién está en peligro? — le dijo mientras se cruzaba de brazos esperando la respuesta de la concejal.

Con voz un poco más relajada, bajo los hombros, cerró los ojos y respiro. — de Aang — contesto con voz baja.

Había escuchado bien, ¿Aang era el que estaba en peligro? Toph conocía más a aquel chico, que alguien quisiera hacerle daño la ponía a pensar seriamente. Pero recordaba quien era el, recordaba sus aventuras durante aquellos años, era ridículo que alguien lo quisiera enfrentar.