Aang
Con ustedes, la ministra Zhanxi. — Escuchó a un súbdito del Rey Tierra decir.
Con ello logró ver a una mujer de unos 22 años, de piel clara como las nubes, ojos verdes y cabello negro trenzado hasta la cintura.
Se notaba algo agitada. Quizá sea por la reunión.
—Buenos días, Ministra, es un placer conocerla – dijo Aang notando que lo miraba atentamente, como si estuviera asustada. Esa expresión era la que ponían algunos niños cuando lo conocían, pero ella ya era una adulta.
—Ministra, ¿Se encuentra bien? – Aang pensó que ella se sentía mal, la chica se podía desmayar en cualquier momento de lo pálida que estaba.
—Sí, si, por supuesto— respondió alegremente.
Eso lo tranquilizó un poco.
La reunión se extenderá por algunas horas. Tenía que asegurarse que ella sea capaz de llevar a cabo un cargo de ese nivel. Si bien el Rey Kuei tenía confianza en ella, el aún no la conocía en absoluto. Platicar sobre algunas situaciones lo haría saber sobre qué persona estaba frente a él.
Sé cuándo hay bondad en las personas, ella por ahora, parece ser una persona confiable – pensó, teniendo en cuenta lo que había pasado con el último concejal.
No puede volver a ocurrir lo mismo de nuevo, está vez seré yo personalmente quien esté seguro de que es la indicada.
Sokka
Es de los pocos lugares donde se siente relajado, después de todo, era uno de los concejales encargado de representar a los ciudadanos de la tribu agua, sin añadir que ahora que tenía 23 años, sus responsabilidades y obligaciones con su tribu se hacían cada vez mayores.
Sokka regresaba de vez en cuando a visitar a su padre, quien ya había hablado con el sobre su futuro como Jefe tribal de la Tribu Agua del Sur. Aunque Hakoda seguía sin darle rienda suelta a su cargo.
Es abrumador, no puedo creer como han cambiado las cosas en estos años. Antes solo nos dedicábamos a trasladar familias a sus respectivas naciones, ahora hemos ayudado a edificar está ciudad, prácticamente de la nada. – se dijo a sí mismo con algo de sentimiento.
—¿Te encuentras bien, Sokka? — Suki se acercó a él con algo de preocupación. Había estado algo pensativo durante mucho rato. Algo sumamente raro en él.
Sokka iba todos los días a la pequeña escuela que la policía de Ciudad República le había otorgado a Sukki.
El bloqueo de Chi es algo que hace algunos años ganó popularidad entre los No maestros, pero con el tiempo ese interés fue a menos, ahora solo había 5 personas tomando clases.
Sukki se veía un poco decepcionada, es por eso que Sokka iba a diario, tal vez para hacer un poco más amena la mañana de su novia.
— Sí, claro que sí. —El Guerrero liberó una sonrisa para quitarle importancia —Es solo que eh estado pensado en como las cosas han cambiado para todos nosotros.
— Sí, ya lo sé, yo también lo eh pensado muchas veces. – Contesto entendiendo se sentimiento – Pero, estamos bien, ¿no es así? Quiero decir, me siento bien, estoy contigo, tengo un trabajo que me gusta hacer, aunque por ahora no esté funcionando como quisiera. No podría pedir más, y me alegro que estés aquí, sokka.
Sukki siempre estaría con él, no importa que.
En algunos momentos, a mitad del entrenamiento, Suki y sus alumnos se tomaban el tiempo para comer ya sea en aquel lugar o en los suburbios de la Ciudad.
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Avatar • Amor Verdadero
Fiksi PenggemarCiudad República se encuentra en un acelerado crecimiento, al igual que las dificultades. ¿Será Aang, Katara y algunos de sus amigos capaces de superar los problemas a los que se enfrentan?. ¿Aang y Katara podrán vivir juntos? O incluso, ¿será posib...