Sanando el alma

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Siento no haber publicado la semana pasada, tuve dificultades con algo personal y pss aquí estamos xd💞.

Gracias a todas esas personitas que comentan está historia el cap pasado superó por mucho los comentarios anteriores, TKY🤧💞💞. Otra cosa, apenas y descubrí que se pueden dedicar capítulos o algo así xd. Lo haré para ustedes que me apoyan.

Aang

No había podido dormir en lo absoluto, por lo menos en los últimos tres días.

La habitación se encontraba en penumbras, totalmente silenciada y en ocasiones acompañada por las respiraciones distantes de la Maestra Agua.

Aang se sentía realmente miserable por todo lo ocurrido, demasiado agotado y frustrado para afrontar la situación como es debido.

Sentía que lo observaban a donde quiera que fuera, ojos en todos lados, en cualquier rincón a donde fuera se sentía amenazado, la paranoia de que atacaran nuevamente a Katara no lo hacía despegarse de ella ni por un segundo, temiendo que lo peor ocurriese.

Definitivamente eso no era lo que tenía en mente semanas atrás. Su estómago revoloteaba de nervios de solo pensar en la propuesta de matrimonio, un sentimiento abordado por la ansiedad y felicidad se apoderaba de él cada vez que su mente se ponía a trabajar en ello.

Finalmente, el día más feliz de su vida llegó, esa niña de la que tonta y ciegamente se había enamorado cuando solo eran niños, esa niña que resultó ser su Maestra, compañera, amiga y novia por más ocho años había aceptado casarse con él.

Aang lo sabía, sabía que sucedería de alguna manera, lo supo desde que despertó de las tormentas frías del polo sur. Pero en ocasiones, la realidad supera a la ficción, no había palabra o acción que Katara no hubiera hecho para demostrarle su amor al Avatar.

Pero que era lo que en realidad significaba amor para él, ya no estaba seguro de eso.

Amaba esas mañanas cuando despertaba con esa hermosa piel morena sobre su cuerpo, amaba sentir la inmensa calidez de sus labios acompañada la fragancia de su cabello. Podía sentir todo eso una y otra vez y no se cansaría.

Estaba seguro que su amor por ella traspasaba cualquier barrera, incluso la muerte, sabía que aun después de generaciones, su amor perduraría en la eternidad, seguiría vivo en los recuerdos de sus hijos, de sus nietos y bisnietos. Su legado viviría por siempre.

Pero como puedo saber eso si ni siquiera puedo protegerla, ¿Qué el amor no significa eso también?

Las letras de ese pergamino no decían otra cosa más que la verdad. ¿Qué derecho tenía el de llamarse el Avatar si no podía proteger a la gente que amaba?

Katara definitivamente estaría mejor sin él, se había estado convenciendo de eso en las últimas horas. La veía y no podía evitar sentirse culpable, ella estaría mejor con alguien que le asegurara una vida tranquila y en paz, lejos de todo este odio que lo rodeaba.

Amar también significa dejar ir, aceptar que no todo tiene un final feliz y vivir con eso.

El Gurú le dijo en una ocasión que para controlar el poder del estado Avatar era necesario desapegarse de sus ataduras terrenales, de sus anhelos y deseos más profundos.

Talvez en esta ocasión asi debería ser, dejar ir a Katara para que viviera plena y feliz sería la solución verdadera.

¿Pero de verdad quería eso?

Por supuesto que no.

Pensar era difícil con todas las cosas que pasaban por su mente, la cabeza ya le comenzaba a doler de tantas vueltas que le daba el asunto.

Avatar • Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora