El Templo Aire de la Isla; Parte 1

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Debo agradecerles a todos y cada uno de ustedes que se han tomado el tiempo de leer esta historia, gracias por los +500 views. Cada palabra y comentario me inspira demasiado a continuar. ¡¡Gracias!!! 🥰
Este cap va a ser dividido en 2, asi que esperen actualización mañana
mismo o el sábado. Las qm. ♥️

Aang

Avanzaba lo más rápido que podía, Katara bajaba las escaleras como si su vida dependiera de ello.

Largos suspiros salían de la boca de su prometida.

—Ten cuidado— le sugirió Aang cuando dio un pequeño tropiezo al salir de su casa.

Ambos ya más relajados, caminaban a prisa sujetados de las manos, viendo cómo cada vez la vista del Barco que acababa de arribar se hacía más y más grande. La noche estaba en su punto creciente, la luna brillaba más que cualquier otra cosa en el panorama que tenían frente a sus ojos.

—¡Papá! — exclamó La maestra Agua liberándose de la mano del Avatar. Corriendo a dónde se encontraba su familia.

Aang simplemente sonrió mientras avanzaba para encontrarse con ellos. Katara se aferraba fuertemente a los brazos de su padre y escuchaba como pequeñas sonrisas salían de la boca de Hakoda.

—Yo también te extrañe mucho, cariño. —decía su padre mientras le apartaba las lágrimas de su rostro. —Eres idéntica a tu madre.

Katara rio entre dientes para volver a abrazarlo, y sentir de nuevo esa sensación tan acogedora que tenía cada vez que lo abrazaba.

Hakoda la volvió a apartar para que ella fijara su vista en una pequeña anciana que bajaba del barco con ayuda de Melina. —Ve con ella— le sugirió su padre mientras él ponía su atención en el chico frente a él.

No podía creer cuanto tiempo había pasado desde la última vez que la vio, le costaba caminar y su rostro reflejaba cansancio solo con verlo. Aun asi su abuela había decidido ir a verla, a estar con ella. —Te extrañe tanto Gran Gran— dijo abrazándola poniéndose a su altura. Su fragancia le recordaba demasiado al Polo Sur, era fresca y hogareña. —Te quería ver.

—Mi pequeña maestra Agua—dijo sonriendo con orgullo— Yo también te extrañe, más de lo que puedes imaginar.

Aang se limitó a intervenir un poco para dejar aquel momento solo para ellos. No fue hasta que Hakoda se acercó a él para saludarlo. —Avatar Aang! — dijo en forma de saludo, haciendo una ligera muestra de referencia de la Tribu Agua.

—Jefe Hakoda! — menciono Aang imitando lo que hacía— Es bueno verte de nuevo. — El hombre ya mostraba una increíble madurez en su rostro, llevaba unos pequeños collares que rodeaban su cuello como símbolo de su autoría en la Tribu Agua. Rápidamente le extendió la mano para saludarlo como es debido, no como el Avatar, si no como aquel chico que Habia estado cuidando de su hija todos esos años, asi que el monje le extendió su mano igualmente para después encontrarse con un jalón hacia el cuerpo de Hakoda.

—Me da mucho gusto verte, hijo— Menciono el Jefe tribal para dedicarle un par de palmadas en la espalda. El hombre observaba con admiración la Isla que estaba frente a sus ojos. —Es admirable, Aang. —Dijo observando cada estructura que alcanzaba a ver— Este lugar es increíble para tu cultura.

El Avatar asintió y le dedico una sonrisa orgullosa— Muchas gracias, pero...— decía mientras Katara se aproximaba a él, para que el Monje le tomara la mano. —Todo es por ella.

La maestra Agua se permitió ser abrazada por los brazos de su prometido, estaba ansiosa que podía decirles en ese mismo momento, pero ella y Aang habían decido que sería en la fiesta, con todos reunidos, debía esperar.

Avatar • Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora