Avatar • Amor Verdadero

Cae la Oscuridad

Capítulo para usted chicas!!! Estoy muy feliz porque estamos por llegar a las 1K lecturas. LQM.
También deseo que en estás fechas se la pasen increíble, disfruten y cuídense mucho ♥️.
Tengo un par de preguntas al final, si las responden me ayudarían bastante.
Disfruten el capítulo. :))

Aang

¿De nuevo? —preguntaba Aang con una sonrisa maliciosa en el rostro.

Katara no respondió, siguió besando su pecho mientras bajaba lentamente.

—No sé si sea buena idea, Katara— insistía el joven, disfrutando de cada una de las caricias de su novia. —Tu papá aún está en la casa, y para esta hora ya debe estar despierto...—logró decir entre suspiros.

—¿Si...? — respondió Katara deslizando sus manos por el abdomen trabajado del chico. —¿Qué más?

Aang solo negó con la cabeza para recargarse sobre la cama.

Solo un par de tirones bastaron para que la Maestra lograra bajar la ropa interior del chico. La chica se deslizaba lentamente hacia en medio de sus piernas.

Besó con lentitud los muslos de Aang para aproximarse poco a poco al lugar más privado del Avatar.

Katara se dió cuenta de que sus latidos aumentaron repentinamente cuando tomó el miembro de Aang.

Con una mano empezó a moverlo lentamente, de arriba hacia abajo, tan lento como si tuviera miedo de lastimarlo. Tenerlo sujetado se sentía bien, demasiado bien.

No era muy grande, un tamaño bastante justo, era grueso, demasiado duro y tibio para ese momento. Con cada segundo que pasaba, sentía como palpitaba de manera grotesca, mezclándose con el ritmo de su pulso.

El joven Avatar solo suspiraba lentamente mientras dejaba que la chica siguiera con lo suyo. Ya le había robado esos momentos anteriormente a su novia, negándose tontamente a que ella jugara con su miembro.

Rápidamente, Katara tomó confianza y se aventuró a probar la hombría de Aang sin dudarlo.

La lengua de la chica recorría con necesidad toda la intimidad del Avatar. La sensación era demasiado agradable para que el pudiera hacer algo.

Aang soltó un gemido seco cuando Katara introdujo su miembro en su boca, el monje logró retorcerse un poco cuando lo sintió en su interior.

Abrió los ojos solo para ver como la maestra agua tomaba su miembro con ambas manos y sus labios lo envolvían por completo.

Aquella escena frente a él lo hacía sentirse pudoroso; La adrenalina de que personas muy conocidas por ellos estuvieran durmiendo justo a lado de su habitación mientras ellos disfrutaban eso, resultaba de alguna manera excitante.

Aang logró acomodarle el cabello y lo sujetó delicadamente con una mano mientras escuchaba como la habitación se llenaba de sonidos y besos húmedos.

Katara tiraba de vez en cuando el miembro del Avatar, de arriba hacia abajo para encontrar lo que ella buscaba. Le gustaba ampliamente esa parte de Aang, pero le gustaba más ver como el chico disfrutaba de lo que ella hacía. Ver su rostro complemente entregando era ella, era una imagen única.

La Maestra Agua rápidamente encontró el equilibrio entre su placer y el de Aang.

—¿Te gusta? —preguntó Katara entre jadeos.

—¿Hmm? — suspiró Aang logrando poner un último mechón de cabello detrás de su oreja. —Claro que me gusta.

Muchas noches había pasado imaginando ese momento, imaginando entre sueños húmedos, el cómo luciría la hombría de Aang.