010.

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"Veo que te estas llevando muy bien con Volkov, patrullan juntos, conversan en el estacionamiento a oscuras - hizo una pausa - quién diría que hace unos años quisiste matarlo" Conway hablaba tranquilo, con cierto tono irónico en su grave voz mientras le daba una calada a su cigarrillo y limpiaba la ceniza que generaba. Estábamos en la terraza de su hogar y el viento era fácil de percibir. 

"Otra vez el temita del disparo, que pesado. Yo no quiero estar aquí, él tampoco y menos trabajar juntos, lo que menos podemos intentar es llevarnos bien, ¿no crees?" mentía mucho pero lo tapaba bastante bien, creo. 

"Piensas que yo si quiero" 

"Las cosas no giran al rededor suyo, nadie quiere estar aquí pero usted - toque su pecho con mi dedo índice, enfatizando y demostrando ira que tenía, dejando que descanse allí - no es el que tiene una doble personalidad que lo saca de sus cabales y le disparo al comisario, deje de minimizar los problemas ajenos y-" su mano tomó la mía, sin apartarla pero aplicando un poco de fuerza y acercándose a mi rostro, amenazante y con la respiración levemente agitada. 

"No vuelvas a levantarme la voz, sabes que me importan tus comportamientos. Ayer entré en comisaría y casualmente estaban juntos, no es un lugar muy abierto y te conozco, esa cara yo la conozco a la perfección"

"Estábamos charlando, de agente a comisario y no le debo ninguna explicación" estaba nervioso, había visto aquella mirada antes cuando él y yo teníamos relaciones. Le gustaba dominar, sentir que tenia control sobre todas las cosas y eso me ponía. Soltando mi mano se alejó, quedando estático a mi lado viéndome y pensando sus palabras.

"Otra vez, la misma maldita situación" tras decir aquello me miro fijo a los ojos, él llevaba gafas puestas pero se podían ver y llevando una de sus manos a mi nuca se acercó lentamente en un movimiento que no iba a evitar, por el contrario lo apresuré, capturando sus labios en los míos y comenzando un vaivén necesitado. Por los viejos tiempos. Pegó nuestras caderas para chocar su pelvis y friccionando su erección contra la mía. 

"Vamos dentro" dijo con voz ronca rompiendo el beso por unos segundos pero volviendo a lo mismo, a lo que asentí caminando hacia la sala. 

Se sentó él en aquel sillón de cuero negro y posteriormente me coloque encima suyo separando mis piernas a cada lado y haciendo fricción sobre su dura erección contra mi entrada, manteniendo el ritmo por unos minutos. Entre jadeos me indicó lo que quería y prendió un cigarro, dejándolo reposar entre sus labios.  Baje de esa posición colocando mi cabeza entre sus piernas y masajeando su miembro por encima de la tela. 

"Sabes que ha-hacer" dijo entre jadeos.

Desabroché su pantalón y baje tortuosamente el cierre, lo tire hasta sus rodillas y jugué con su miembro por encima de la tela, lamiéndolo mientras acariciaba sus muslos y miraba sus facciones. Sin alargar mas, saque su miembro y testículos de la apretada tela oscura y chupe la punta para empezar a meterlo lentamente en mi boca, desde el tronco hacia la punta, evitando las arcadas y repitiendo dicha acción varias veces hasta acostumbrarme de nuevo. Al mismo tiempo que con mi boca y mano le daban placer a su miembro, baje mi mano derecha hacia mi hombría, moviéndola rápidamente por dentro del bóxer. Jack sujetaba mi cabeza, agarrando mi cabello y moviéndola a su interés sin sofocarme, él conocía mis límites. 

Sujetó mi mandíbula, levantando mi cabeza hacia su mirada y haciéndome una señal para que me suba a su regazo, cosa que rechace. Solo asintió y yo seguí con mis movimientos, dándome y dándole placer. Movió su cabeza hacia atrás, levantando la cadera y acelere mi movimiento, pasando la lengua por el glande y sintiendo finalmente aquel liquido dentro de mi boca y seguido eyacule dentro de mi ropa. El contrario se acerco a mi, besando superficialmente mis labios y lamiendo restos de semen para luego levantarse.

"Conocemos nuestros limites" 

[...] 

Luego de lo sucedido, salimos del hogar de Jack y nos dirigimos hacia las oficinas del FBI, antes, cuando él era superintendente y yo un policía mas teníamos esta rutina, no teníamos ningún sentimiento afectivo y de vez en cuando rompíamos la barrera para besarnos o tener relaciones sexuales. En la actualidad era igual, le había masturbado hace menos de dos horas y ahora estábamos realizando informes sobre posibles drogas. 

"Comenzaremos una investigación acerca del trafico de drogas, tendremos que dispersarnos por la ciudad e infiltrarnos en grupos, si saben distintos puntos calientes donde haya concentración de gente me lo dicen" Michelle hablaba tranquila y caminaba a nuestro alrededor con pasos calmados.

"El Yellow Jack" ideó Horacio, a lo que la pelirroja asintió. 

"Garaje central esta vacío, no es lo mismo de antes pero creo que mecánicos es un buen punto" 

"Gustabo, garaje central esta lleno de inútiles, ahí no hay nadie importante" dijo Jack con un tono visiblemente superior. 

"Esa es la idea, su idea es pasar desapercibidos pero en realidad tener una mafia montada. Me extraña de su parte, Conway" Volkov se notaba algo enojado por el tono del contrario, normalmente estaba detrás suyo pero esta vez no era una de esas. 

"Anda ya - dijo exhalando - a patrullar" todos en aquella sala nos miramos extrañados pero sin darle suficiente importancia, sabíamos que tenia esos tratos y formas de tomarse las cosas. 

Por el momento nos pusimos cada uno a su trabajo, Michelle iba a estar infiltrada junto a Horacio en el norte mientras Volkov, Conway y yo aquí, en el sur, guionando los badulaques y garajes. 

Doubt - VolkaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora