011.

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Las cosas entre todos habían comenzado a fluir un poco mas, el rubio y el de pelo gris no habían vuelto a tocar el tema del beso, no porque no quisieran, sino porque no mucho tuvieron tiempo a solas. En las ultimas dos semanas Jack había estado mas atento sobre los tratos ajenos que se tenían, sin poder percibir mucho mas que unas cuantas miradas del peligris. Tampoco iba a encontrar mucho mas, las infiltraciones le ocupaban mucho mas tiempo del que creían y ya no se cruzaban en tiempos libres. 

Actualmente estaban en una tienda de ropa en el norte de la ciudad, bastante alejada de la gente y de los vehículos. Nadie podía verlos y estaban tranquilos escogiendo ropa para su próxima infiltración.

"¿A donde iremos hoy?" preguntó Gustabo mientras movía las perchas de sitio, observando atentamente las prendas de diversos colores y tamaños.

"Estuve redactando y leyendo informes, todo me indica que en el Vanilla se están haciendo tratos de armas y vendiendo pequeñas proporciones de droga — hizo una pausa, girando la vista hacia la calle para corroborar que nadie los veía y devolviéndola al estante con remeras de colores — aunque no me gusta mucho la idea de estar en un lugar cerrado, con tantas personas" 

"Podemos ir, si quiere. Yo no tengo problema, es mas, me gusta la idea de infiltrarnos en ese lugar, creo que podemos juntar buena información" dijo con un tono alegre, hace mucho no iba de fiesta. 

"Vale pero iremos con armas, solo por si acaso" el rubio asintió al mismo tiempo que descolgaba una prenda del estante.

"Mira, ¿te gusta? es colorido  lindo" una camisa amarilla con estampado de flores colgaba ligeramente de aquel gacho, el rubio platinado hizo la imitación de colocársela por encima y se vio al espejo. 

"Gustabo, que es una infiltración, no nos pueden ver con colores tan llamativos"

"¿No le parecería raro llegar a un bar, con música y luces fuertes, y ver a dos personas sentadas vestidas completamente de negro?"

"Pero-"

"Vamos Volkov, debe ponerse colores una vez en su vida, mire este le quedaría bien" dijo mostrándole una campera de cuero, bordo oscuro con hebillas, tachas y púas de metal por delante.

"No creo que eso me quede bien, Gustabo"

"Vaya, seguro le queda preciosa tome — apretó aquella percha con la campera colgada sobre el pecho del ruso, este la tomo y vio fijamente — pruébesela" y sin mas, accedió mientras el rubio esperaba paciente en un sofá del lugar. Unos minutos mas bastaron para que el de pelo gris salga del mostrador luciendo la prenda sugerida con un rubor en las mejillas y un paso tímido.

"No me queda bien, esto no es lo mío"

"¿Que dice? si le queda pintado, parece que fue diseñado y tallado a mano para usted, sale completamente de su zona de confort — las palabras de Gustabo eras sinceras, podía ver notar dejo de inseguridad en el contrario — ahora en serio, no le obligaré a usarlo pero — hizo una pausa observándolo mas detenidamente, enfocando su vista a sus ojos grisáceos y cambiando su mueca a una de supuesto enojo — si no se la compra me enojaré. 

"Vale — espetó alargando la ultima letra — lo compro" sonrió levemente. 


[...]


Horas mas tarde, ambos se encontraban fuera del apartamento del ruso, sin ser muy evidentes, ya que estaba bastante oscuro y no se los podía ver con facilidad. Esperaban que llegue la hora de infiltrarse, el Vanilla abría a las once de la noche y, mientras tanto, compartían un cigarro y hablaban de cosas sin suficiente importancia cuando al mas bajo le vibró el móvil con insistencia. 

"Es Conway, ¿Qué querrá? — dijo, atendiendo rápidamente — ¿Sí?"

"Gustabo, debes venir a las oficinas, es urgente"

"Hola buenas noches, no, no puedo. Estamos a punto de infiltrarnos al Vanilla, informamos que habían varios grupos juntándose en aquel lugar y-"

"¿Estás con Horacio? — a lo que recibió un sonido en forma negativa — ¿con Michelle? ¡Ah claro! por eso me dijo hoy que no estaba disponible, bueno llamaré a Volkov"

"Estoy con Volkov, fuimos los elegidos para patrullar en sur, ¿no recuerda?"

"Si, entiendo" 

"Otra vez — rodé los ojos, el contrario me miraba fijamente sin entender mucho — no empiece, otra vez" del otro lado no se oyó nada mas que un pitido constante en señal de que la llamada había finalizado. 

"¿Sucedió algo?"

"Nada, Conway viene con esas actitudes hace varias semanas, no tiene mucha importancia"

"Vale, vamos yendo" asentí, con la cabeza confundida y dirigiéndome al vehículo. 


[...]


"Bueno, bajemos con cuidado y no nos separemos en ningún momento, tenga cuidado Gustabo —  su tono era en grandes medidas preocupante, visible solo para la persona a su lado, que lo escuchaba y miraba atentamente — vigile su bebida, pueden ponerle cualquier cosa y si alguien lo toca me avisa" 

"Volkov, antes de entrar debo hablar con usted — dijo con un tono nervioso por la respuesta que podría llegar a obtener, a lo que el contrario solo asintió, relajándose un poco — Conway nos vio en el estacionamiento, estuvo vigilándonos y creo que sospecha de nosotros. A mi, sinceramente, no me importa en lo mas mínimo, usted esta al tanto de la relación que tuvimos y yo no-no se por que le estoy contando esto — divagaba bajo la atenta mirada del contrario — lo que realmente importa es, a mi me importa usted"

"¿A qué se refiere?"

"No se como explicarlo" las ideas se le mezclaban, nunca había sido bueno para expresar con palabras sus sentimientos por lo que decidió hacerlo de otra forma, una mas cómoda a su parecer, aproximándose al peli gris y manteniendo esa posición por varios segundos. Sus respiraciones eran tranquilas, ninguno se movía y tampoco tenían planeado hacerlo. Con los ojos cerrados, las manos de Volkov viajaron del volante hacia el pálido rostro del rubio, nerviosas, acariciando lentamente su mejilla y apreciando la suavidad de estas, con un toque levemente áspero al final debido a la blanquecina barba creciente. 

Gustabo ante ese pequeño toque entendió que podía dar el próximo paso, acercando sus labios a los del contrario y rosándolos antes de comenzar un vaivén, lleno de ese sentimiento indescriptible que tenía Gustabo y liberando las dudas que viajaban por la cabeza del ruso, girando su cabeza para hacerlo un poco mas profundo y acariciando su nuca al compas de las caricias en su mejilla y contorno de la cara. Estuvieron así unos minutos, hasta separarse por apañe de ambos, dejando un pico en los labios ajenos, alejándose y bajando del coche.

Esperó a que su compañero retome sus pensamientos y baje, parándose a su lado. Gustabo poso su brazo por encima de los hombros del hombre con campera de cuero bordo, apretando estos ligeramente y adentrándose al bar.

Doubt - VolkaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora