Capitulo 3: Ángel custodio.

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Ángeles custodios. Son aquellos ángeles que según la angelología cristiana tienen como misión ayudar al ser humano a acercarse a Dios, bajan a la tierra en forma de espíritu.

Así caí yo, caí de las nubes a la tierra. Hoy puede ser el día.

Martes en la casa de Sony.

— ¿Dónde me dijiste que estaba Emi? —pregunto mientras paso las hojas del cuaderno de Sony comiendo una galleta.

— Fue con su mamá al campo. Le dijo que lo llevaría si aprobaba al menos tres materias. —asiento. — Da la casualidad, que esas tres materias que aprobó, las teníamos hoy. Le rogó a su mamá para que lo llevara y se fue.

— Si desaprobaba arte y educación física dejaba de ser su amiga. Y literatura todavía no aprobó.

— Él le dijo que sí. —dice Sony y reímos. Cierro su cuaderno y se lo alcanzo. — ¿Emi te dio la carpeta?

Le señalo con la cabeza la carpeta que está sobre la mesa frente al sillón y sonríe  parándose para agarrarlo.

— ¿Cuál sigue? —pregunto.

— El ángel custodio. —levanta la mirada y me mira. Yo hago lo mismo y lentamente muerdo la galleta. — ¡¿Por qué estas comiendo galletas? —la miro asustada. — Salchichas con arroz, o salchichas por un lado y arroz por el otro. —estira la mano y me la saca. — No galletas.

Hago un puchero, pero me ignora. Extraño comer bien.

— Dime que dice del ángel custodio.

— Ah pues… —me mira y se encoje de hombros. — En este momento tendría que escucharse el comentario de Emi. —asiento y las dos ponemos caras tristes, pero no duran mucho. — Pusiste que los ángeles custodios son mensajeros. —sigue leyendo, pero para ella misma. — Pusiste que son espíritus puros.

— Seguro soy este. —digo sonriendo.

— No eres pura, Ángel.

— Si lo soy. —contesto ofendida. — No me digas ángel.

— No eres pura, ¿Cuándo lo vas a aceptar? —empieza a reír y agarra una galleta.

— Más pura que tú soy.

Me mira mal y sigue pasando las hojas.

— No hay muchas cosas.

Desde que Dios creó al mundo y al hombre, vemos que en los momentos más importantes de la historia humana, uno o varios ángeles, dejándose ver a veces en forma de cuerpo, han sido mandados por Dios para comunicar al hombre sus designios o su voluntad. Son los ángeles los que cierran el paraíso cuando Adán y Eva desobedecen a Dios; detienen la mano de Abraham cuando va a sacrificar a su hijo; ayudan a los profetas; conducen al pueblo judío en busca de la tierra prometida; anuncian nacimientos y vocaciones. Finalmente el Ángel Gabriel anuncia a la Virgen María el nacimiento de Jesús.

— Es que la mayoría de las cosas está relacionada con Dios. —apoyo los codos en la mesa y la miro mientras lee. — Yo no soy una enviada de Dios y mucho menos su mensajera.

— ¿Por qué lo dices?

— Por todos los Hitler, ¿Qué se supone que debo hacer? —me golpeo la cabeza contra la mesa. — Ayúdame.

— Te estoy ayudando, Ángeles. —escucho que se levanta de la mesa. Levanto la cabeza y la miro subir las escaleras.

— ¿Dónde vas? —pregunto todavía con la cabeza apoyada en la mesa.

Alma de ángel. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora