Capitulo 9: La noche del domingo.

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Domingo a la noche.

Yo también creo que Jo te va a matar. —Sony muerde la hamburguesa y me sonríe después de dejarla en la bandeja. — Sin embargo, creo que si le dices que ella te pegó en la calle, quizás puedas reducir tu castigo.

— ¿Crees que puedo mentirle a Jo? —asiente. — ¿Y crees que Jo va a creerme a mí o a ella?

Me mira y después asiente. Es obvio que va a creerle a ella.

— ¡Exijo la hamburguesa gratis!

Las dos miramos al costado y a Emi entregándole un pequeño papel a la mesera, pero ella no lo recibe.

 — Señor  ya le dije que eso es del mes pasado. —Emi ríe burlonamente.

— ¡Deme la hamburguesa gratis!

— Llamaré a mi superior.

—  ¡Llámelo!

Nos miramos con Sony y empezamos a reír. Todo el lugar estaba pendiente de Emi que esperaba con el papel en la mano y se lo mostraba a una señora que asentía. Cruzado de brazos y quejándose. Nos levantamos dejando lo que habíamos comido y corremos hasta él. Sony le agarró el brazo y lo empezó a llevar para afuera.

— Harás que nos lleven presos y ya tenemos suficiente con Angie.

— Mi maldita hamburguesa, Sonia.

Miro para atrás y la mesera aparece con un hombre vestido de traje y nos señala. Empujo a Emi y a Sony para que salgamos más rápido. Siento todas las miradas encima de nosotros.

Afuera ya está oscuro. Pienso en mi casa, en Elián. Lo abandoné en el castigo y quizás tengo la mayor parte de la culpa, pero él es mi hermano mayor, debería haberme cubierto en esto.

Caminamos con Emi y Sony por las calles, no hay mucha gente a las diez de la noche, ninguno habla. Nuestro ambiente es tenso y creo que nunca había pasado eso antes.

— No soporto este ambiente. —digo sonriendo. Ellos asienten. — Todo está saliéndome muy mal.

— Tranquila. —Emi pasó su brazo por mi hombro. — Estamos juntos. Además cuando descubramos que eres, te irás y no veras más a Margo.

Sony asiente. Tengo los mejores amigos del mundo.

— Angie, ¿Qué ser sobrenatural sigue? —miro a Emi y niego. — ¿Ninguno?

— Lo veremos mañana. —asiente.

— Levanta ese ánimo, ángel. Nosotros no somos así, busquemos algo que hacer.

— ¿Broma? —pregunta Emi y Sony nos mira sonriendo.

Seguimos caminando, pero esta vez con chistes, bromas y pensando a quien va ir dirigida nuestra broma esta vez.

— ¿Dolores Stone? —Emi mira mal a Sony y ella sonríe divertida. — Si se va a apoderar de mi mejor amigo debe saber en qué se mete.

— No me ahuyentes una futura novia.

— Si te quiere se quedará.

— ¡No me quiere! —grita Emi parándose delante de nosotras. — Ella no me quiere, ¿No es eso muy obvio?

— Ella te ama, amigo. —pongo mi mano en su hombro y empiezo a caminar. Lo dejamos atrás en la posición en la que nos estaba hablando y después corrió hasta nosotras.

— ¿Cómo sabes eso?

— Soy un ser sobrenatural, ¿Lo olvidas?

Volvemos a caminar dejando a Emi atrás.

Alma de ángel. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora