ARCADE ;; reddie

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Eddie Kaspbrak, con sus quince años, estaba sentado, en clase de biología, anotando todo lo que la profesora dictaba. Un banco más atrás, Richie Tozier hacía un bollo con un papel, y estaba apuntando a la cabeza de Kaspbrak.
-¡Ay!-susurró el asmático cuando algo golpeó su cabeza. Sin embargo, la profesora, y toda la clase, lo oyeron, pues todas las miradas se dirigieron a él.
-¿Algo que quiera comentar, señor Kaspbrak?
-N-No, lo siento.- Eddie miró para abajo, simulando que escribía, mientras esperaba que la profesora volteara a la pizarra nuevamente, para poder tomar el papel.

Hoy nos vemos en el arcade, ¿no, Spaghetti? No me dejes plantado o te molestaré hasta la eternidad, tengo algo que decirte.
R.T.

Eddie, al leer la nota, solo giró levemente hacia Richie, que esperaba ansioso una respuesta. Eds simplemente asintió mientras rodaba los ojos, pero sonreía. Dios, Richie amaba la sonrisa de Eddie, le transmitía tanta felicidad, era como un sueño de esos que no quieres despertar jamás; sus labios acompañaban a la perfección el sentimiento, pequeños, pero se notaba lo suaves que eran desde mil kilómetros de distancia, como si se tomara horas de su día en humectarlos. ¿Y el color? Ese rosa rojaseo, un color bastante particular, considerando que con su tono de piel, sus labios debían ser un rosa apenas perceptible. Como sea, Richie jamás le diría todo eso a Eddie, moría de miedo de acabar la amistad con el asmático. Igualmente, disfrutaba cada segundo que podía con él, pues solo compartían dos clases juntos, y en una de ellas, Bill y Beverly estaban presentes, así que no podría quedarse como idiota mirando a su amigo, menos con alguien tan perceptible como Bev a su lado.
Eddie se volvió a girar, esperando ansioso que la clase termine, pues tenía muchísimas ganas de salir con su amigo, y el bicho de la curiosidad, para colmo, le había picado. "Tengo algo que decirte" ¿Que debía decirle a él? ¿Richie guardaba algún secreto? Y más importante, ¿Por qué se lo diría a él, y no a Beverly o Stan, sus mejores amigos? Kaspbrak no pudo prestar más atención a clase, simplemente su cabeza se llenaba de dudas y cuestionamientos, pero no sé esforzó por detenerlos, luego le pediría los apuntes a algún compañero.
Al sonar el timbre, Richie y Eddie se despidieron de sus amigos y salieron juntos hacia el arcade.
-¿Y como está tu madre, Spaghetti?
-¿De que hablas?
-Digo, ayer la dejé muy cansada, quería saber si estaba mejor.
Eddie golpeó a Richie con enfado.
-Callate, Richie.
El chico sólo rió ante ese acto.
-Y...¿Que debías decirme?
Richie desvío la mirada, nervioso, para luego comenzar a jugar con sus manos y morderse el labio, además de un temblor innotorio en sus piernas. Eddie, por el contrario, si notó todo eso, y buscó de nuevo la mirada de Richie.
-Debía decirte que...que extrañe a tu madre.
-Richie, eso no es lo que realmente quieres decir, te conozco. Puedes confiar en mí, idiota.
-S-si, lo sé.
-¿...Entonces?
-Entonces...Vamos al arcade.
-¡Rich...!- Pero el nombrado ya había subido a su bicicleta, e iba rápidamente al arcade, intentando escapar de esa conversación.
-¡A que no me ganas, Eds!- gritó mirando hacia atrás. Eddie rodó los ojos riendo, subió a su bicicleta y gritó:
-¡Espérame, idiota!
Mientras ambos andaban en bicicleta, ahora a la par, ya que Richie había disminuido un poco la velocidad, pensaban en lo que acababa de pasar. "Ya te lo dirá, Eddie, ahora evidentemente no está preparado, pero si te invitó, es porque lo hará." Esos eran los pensamientos del asmático sobre aquel bocazas, mientras él, pensaba: "No lo haré, no puedo, no tengo las pelotas para hacerlo, ¿Y si me odia? ¿Y si se aleja de mi? Es muy arriesgado, no quiero perderlo." Sus cabezas estaban dando vueltas, ahogándose en miles de dudas.
Cuando llegaron, jugaron una buena cantidad de partidas de Street Fighter, entre otros juegos que el dúo amaba.
-¿Nos sacamos unas fotos, Eds?
-¡Claro!
Fueron hacia la máquina, y se posicionaron. Richie le hizo cuernos a Eddie, y el otro, sin notarlo, reía por los chistes que hacía su amigo para que "las sonrisas fueran más naturales", según él.
Tomaron seis fotos, y decidieron conservar tres cada uno. Pero los chicos estaban hambrientos, morían por comer algo, así que fueron a un café que había cerca de allí.
Se sentaron en una mesa que tenía asientos de sillones, para luego tomar la carta y prepararse para pedir.
-¿Que quieren?-preguntó la mesera.
-Café con leche y estas masas, parecen ricas.- dijo Eds.
-Lo mismo, pero en vez de masas, un waffle, por favor.
-Bien.- La mesera se fue de ahí, y Eddie aprovechó la oportunidad.
-¿Y bien?
-¿Y bien, qué?
-Richie, no te hagas el idiota.
-¿De que hablas, Spaghetti?
-Hicimos todo esto porque querías decirme algo, y nunca lo hiciste.
-B-Bueno, no es exactamente fácil.
-Entonces ¿por qué me lo dices a mí? Es decir, Stanley y Beverly son tus mejores amigos, es así desde siempre, pero me lo dirás a mí.
-Bueno... Eres importante para mí, Eds, supongo que eres la única persona que puede saberlo.
-Entonces dímelo, idiota.
-Tengo miedo.
-¿De qué?
-De que me odies, o te alejes.
Eddie no entendía las palabras de su amigo, ¿Odiarlo él? Por favor, era Richie Tozier, ¿Cómo podría odiar a Richie Tozier? Richie siempre estaba para él, y si, lo molestaba y hacía enojar, pero Eddie sabía que eran solo bromas, y nunca duraba demasiado tiempo enojado con él, simplemente no podía.
-¿Qué? Richie, debes estar bromeando, ¿No?
-N-no, es verdad.- Rich se oía muy serio, y eso alteró un poco a Eddie.
-Mira, idiota, puedes ser un bocazas que hace chistes de mierda, pero es imposible que te odie, eres un gran amigo, no sería capaz de odiarte.
-Es diferente.
-¿Y? Anda, dilo.
-S-soy...Eddie, yo soy...s-soy gay.
Eddie, de no ser por el tono de voz de su amigo y el miedo que había en su rostro, habría reído. ¿Richie bocazas Tozier gay? Siempre pensó que él sería el último en decir esa frase, de hecho, Richie le parecía lo más heterosexual del mundo, pero le creía. Aún así, estaba inexpresivo, solo miraba a Rich con atención, haciendo que se ponga aún más nervioso.
-¿E-Eddie...?
Eddie miró más a Richie, para luego pararse de su asiento. Rich estaba seguro de que Eddie se iría, de que lo dejaría y no le volvería a hablar, pero en vez de eso, Eddie caminó hacia él, que estaba en el asiento enfrentado al suyo, y le dió un gran abrazo. Esto sorprendió a Richie, y tardó unos pocos segundos en corresponder al abrazo, pero cuando lo hizo, se sintió completamente aliviado, realmente temía perder a Eddie.
-Gracias por decírmelo.- Dijo simplemente.- Gracias por confiar lo suficiente en mí.
Richie respiraba con tranquilidad de nuevo, pero aún estaba nervioso, no por lo que pudiera decir Eddie, ya no, sino porque el chico lo abrazaba como nunca antes lo había hecho.
-Gracias por no odiarme.
-No podría, menos por esto.- Eddie no quería separarse de ese abrazo, y sus ojos empezaban a aguarse, realmente admiraba a Richie, tener el valor para decir algo así era increíble. Igualmente, tuvo que hacerlo, pues Richie, a duras penas, le avisó que la mesera venía.
-O-oh, si, lo s-siento.- Dijo Eddie.
Cuando la mesera se fue, Richie miró a Eds, que ya estaba sentado en su lugar nuevamente.
-No tienes porqué disculparte, yo debería.
-¿Por qué, Rich?
Eddie comenzó a tomar de su café.
-P-porque la gente cree que esto está mal, y temo mucho, odio decirlo, pero temo mucho, mierda.
-¿De lo que diga la gente? No es la gran cosa, Richie, la gente suele ser idiota.
-No solo de eso, pero ¿Y si se enteran y el rumor corre? Los pondría en peligro a ustedes también.
-Como si no lo estuviéramos.- Dijo obvio Eddie- Y aunque no fuera así, no deberías preocuparte, no tienen porqué correr rumores, no se lo diré a nadie- Le sonrió a Richie, quién, más calmado, devolvió la sonrisa para luego comer un poco.- Gracias por confiar en mi.
-Claro que sí, eres importante para mí, Eds. Gracias por aceptarme.
Eddie dió una ojeada al lugar, no porque le importara que los vieran, sino porque no quería rumores que los pusieran más en peligro, como decía Richie.
-Te quiero, bastante.
-¿Bastante?- Rió Rich- Eso es como un "te soporto"
Ambos chicos rieron mucho, y luego Eds le pegó en el brazo.
-¡Sabes de qué hablo!
-Si, y yo también, te quiero bastante, Eddie.
El mencionado rodó los ojos y comenzaron a reír. Richie estaba más que feliz, todo había salido de maravilla.

Hola! Primer capítulo, díganme qué les parece 👉🏼👈🏼 ah, disculpen si hay algún error 🖤, comenten, un beso.
~Jochu 🤡🏳️‍🌈✨