𝔼𝕝 𝕔𝕝𝕦𝕓 𝕕𝕖 𝕃𝕦𝕧𝕚𝕒『ⅠⅠⅠ』

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- Siento pedir verte tan repentinamente

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- Siento pedir verte tan repentinamente. Creo que debes haberte sorprendido mucho.

Sentí la necesidad de evitar que este malentendido se hiciera mucho más profundo.

- Director, si me ha llamado porque aprobé el examen, entonces tengo que decirle que es un malentendido. Aunque aprobé con un resultado bueno, debo decirle que solo fue pura suerte.

- ¿Es suertuda?

Traté de responder lo más creíble posible.

- Sí, creo que pasaron muchos problemas por ellos, pero solo fue de milagrosas coincidencias y la suerte. No fue apropósito.

El presidente me miró a los ojos por un momento y se echó a reír.

- Oh, dios mío. Ha entendido mal, no la llamé simplemente porque estoy admirado por el puntaje de las pruebas. Y no veo el problema de felicitar y admirarla.

El director levantó la voz con un rubor.

- ¡No solo es el puntaje! Estoy impresionado por el contenido y las respuestas dadas que escribió en su prueba. Fueron oraciones cortas, pero penetraban el núcleo de cada tema.

- ...

- Algunas respuestas eran mucho mejor que varias teorías de la academia. Fue muy difícil de creer, así que no podía dominar la emoción al ver sus respuestas.

Me miró emocionado.

- Cuando entré como director ¡Sabía que este tipo de talentos vendrían a la Academia! Lo siento ¡Voy hacer florecer los talentos de la princesa como mi último trabajo antes de jubilarme!

- No... director, no se emocione tanto...

- Está bien, no tienes que estar agobiada. No solo tienes talentos sobresalientes, también tienes un carácter humilde. Eres realmente genial.

¡No! ¡Por favor no!

Apenas podía soportar lo que diría.

Mirándolo tan emocionado como un joven, finalmente me decidí. Arrastrarme no era algo que haría yo, pero también es un gran lugar para alojarse. Tomemos una decisión en este momento.

- Voy a cancelar.

- ... ¿Ah?

Su rostro emocionado cambió al escucharme, sus ojos que expresaban alegría se endurecieron. Era una expresión de cuando escuchas algo increíble. Y con más fuerza dije.

- Voy a cancelar mi solicitud de admisión.

[...]

La oficina del director estaba en total silencio.

- ¿T-Tal vez... tal vez me he equivocado en algo, princesa?

Me sentí algo culpable, pero no cambié de opinión.

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