XIV.

553 45 0
                                    


Pocas cosas en la vida tienen una razón de ser.

Ness solía decir que la pregunta que nos hemos hecho toda una vida es la de ¿por qué?

¿Por qué estamos aquí?

¿Por qué pasa esto?

¿Por qué pasa aquello?

¿Por qué estoy babeando ahora mismo por como se ve Dante Hamilton en lo que creo que debe ser su ropa de diario?

¿Por qué el cielo nos parece azul?

¿Por qué he decido comprarme un traje de baño de ese tipo?

¿Por qué no dejó de pensar en lo bien que se ve Dante Hamilton con esa ropa?

No recuerdo mucho como lucia Dante Hamilton cuando le vi por primera vez, solo recuerdo la presencia y el dolor que dejó cuando se fue.

Pero aquí, ahora, me resulta de lo más intoxicante el averiguar cuál es la loción que lleva y porque ha decidido usar esa.

Ya sé que no suena racional.

No lo es, y eso me preocupa.

Porque yo no soy así, nunca pierdo el control de mis emociones ni de mis acciones, y mucho menos delante de ningún hombre.

Pero es que Dante Hamilton no era cualquier hombre.

¿O sí...?

¿O sí Ness?


***


Fiestas de la independencia de México, del año 2015.

Hace calor, tanto calor que si pones un huevo en la acera se cose por completo. Tanto que una paleta o un buen chapuzón en una piscina son obligatorios para pasar un calor tan húmedo como lo es el del este de California.

Hay niños afuera de las aceras jugando con globos con agua, pistolas que disparan agua y con las mangueras de sus casas. Todo, mientras sus madres corren a llevarles una refrescante jarra de limonada.

Hace unos pocos meses que Ness y yo decidimos venirnos a vivir al viejo barrio mexicano de California y no es porque lo fuéramos, sino porque al ser las dos de sangre latina y sin conocer nuestros orígenes reales, aquí es donde sentíamos que encajaríamos mejor.

Además, los departamentos estaban más baratos aquí y la gente era verdaderamente muy cálida.

Desde el día uno, nos habían recibido con un montón de comida para dos chicas latinas y recién salidas de lo más alto de la élite de California.

Si bien dónde estábamos antes no éramos de un status elevado, o dicho de otra manera no teníamos mucho dinero como para ser llamadas de la alta sociedad, al menos teníamos algo que la comunidad mexicana no era muy típica de tener.

Licenciaturas terminadas. Ness era Comunicóloga y yo era Periodista con una especialidad en Letras españolas y Literatura contemporánea.

Con esto no quiero ofender a nadie, solo quiero resaltar la falta de oportunidades que la comunidad latina tenía en Estados Unidos, que siempre ha tenido y que no es justo que siga de esa manera.

Terminaban siendo siempre sirvientas, camareras, marginados, hasta lo más debajo de la cadena de trabajadores, cuando eran los que menos recibían y los que más daban a los más necesitados.

Por eso y más es que aquí fue uno de los primeros lugares en dónde me sentía como en casa.

Aunque estaba segura que nunca tendría eso hasta que supiera cómo y porqué había sido abandonado aquel día por mis padres.

Sr. Hamilton "Trilogía: Tú, Yo y Nosotros".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora