†Eʅ Cαsƚιɠσ Dҽ Dισs† ⊱ᴇᴅᴡᴀʀᴅ ᴇʟʀɪᴄ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ⊰ 》ƒυℓℓмєтαℓ αℓcнємιѕт《

༄Maldito pasado༄

─ ¡Quiero este juego de llaves de acero inoxidable!. ─ Menciono la oji azul al vendedor. ─ ¡Esta llave fija y este micrometro, por favor!.

─ Marchando.

─ ¡Tambien quiero una broca para perforar extra fuerte!.

─ ¡Enseguida!.

─ Tal y como esperaba de una tienda de herramientas de la gran ciudad. ─ Los ojos de esta comenzaron a brillar cual estrellas.

─ ¿Enserio te gusta este tipo de cosas?. ─ pregunta la chica, poniéndose aun lado de la oji azul.

─ Si, ¿Tiene algo de malo?. ─ Pregunto de mala gana, frunciendo ligeramente el seño.

─ Tienes unos gustos muy peculiares, ¡Me gusta!. ─ Achino los ojos.

─ Oh, Eh... Gracias. ─ Sonrió nerviosa ─ ¿Como dices que te llamas?.

─ Aíne Hikaru Señorita. ─ Guiño el ojo.

─ Winry Rockbell, Aíne.

─ Bonito nombre. ─ Volvió a achinar sus ojos.

─ G-Gracias. ─ Soltó unas risitas.

─ Espero y un día me enseñes tu profecion, te dejo comprar. ─ Esta se dio la vuelta, saliendo de aquella tienda.

─ ¡Cla-Claro Aíne!.


─ Veo que te llevaste bien con Winry... ─ Hablo Edward bastante desanimado.

─ Oye, no estas nada bien, ¿Te parece si n-...

─ Lo que quiero es distraerme, no hace falta que te preocupes Aíne.

─ Si tu lo dices... bueno, yo iré a ver unas cosas, la verdad creo tardarme bastante, así que... Luego los veo.

─ El rubio asintió con la cabeza, limitándose a hablar.

─ Nos vemos luego, Aíne.

─ Te lo encargo, Al. ─ Soltó unas risitas, a lo consiguiente se dio la vuelta y comenzo a tomar camino.

─ ¡Ya termine!. ─ Menciono la oji azul, saliendo emocionada de la tienda y con dos llaves de presión en la mano ─ ¿Donde esta Aíne?. ─ Pregunto, mirando por todas partes.

─ El se acaba de ir. ─ Respondió el rubio.

─ Umh, que mal... quería enseñarle la diferencia entre estas dos llaves...

─ Pero si se ven exactamente iguales.

─ ¡Pero no lo son!.


















[...]







































─ Uuuumh... ─ Chillo el siberiano, ladeando la cabeza.

─ Esperate Ed. ─ Menciono la chica, mirando una falda negra por detrás de la vitrina ─ Hoy hace un día muy soleado, y con lo que llevo puesto me siento como si estuviera en un desierto. ─ Susurro para si misma.

─ ¿Hay algo que desee en especifico, joven?. ─ Pregunto una chica, acercándose a Aíne.

─ ¿Qué precio tiene esta falda?.

─ 500 yenes joven, hay mas modelos, si desea.

─ ¡La negra me parece bien!.

─ Tenemos un descuento, si se lleva cuatro prendas, las cuales podrían ser dos faldas y dos blusas, se le cobrara solo a mitad del precio.

─ ¡Me parece perfecto!.

─ Que emocion por comprarle a su novia. ─ Esta sonrió.

─ Eh, si, Novia...

─ Pase joven, le apuesto que habra modelos de acuerdo a los gustos de su chica.





Y así se paso esta, casí 2 horas...

─ De la emoción hasta termine comprándome un par de zapatos. ─ Menciono la chica mientras que iba riendo avergonzada.

─ Mhg.. ─ Se quejo el siberiano.

─ ¿Qué?, casi nunca me compro ropa, fue normal que me tardar-...

De la nada, pequeñas gotas comenzaron a caer, a lo que pocos segundos después la lluvia se intensifico.

─ ¡No me jodas!. ─ de la mochila, saco un pequeño paraguas de bolsillo, para inmediatamente abrirlo ─ pero si hace unas horas estaba soleado... Da igual, debo volver ahora.

Esta se fue casi corriendo, ya que la lluvia se iba intensificando con velocidad, o era resbalarse por lo menos unas cuatro cuadras, o nadar.