༄Yo creo en ti༄

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─ Estos son los informes que tenemos de aquel sujeto. ─ El uniformado le entrego la información a la chica ─ es poca pero tal vez puedas encontrar algo mas.─ Claro. ─ respondió la chica un tanto decaída, tomado los papeles.─ ¿Es por que Edward no trabajara contigo esta vez?.─ ¿De que hablas?. ─ Aclaro la chica mientras metía cuidadosamente los papeles ─ Me retiro, le avisare si tengo algo, con permiso. ─ Esta se levanto y camino hacia la puerta, abriéndola y saliendo de la oficina.

─ Mmmh... ─ Este se retranco en su silla ─ Necesito inspeccionar a aquel perro.






[...]








─ Huuum... ─ Chillo el siberiano, bajando sus orejas.

─ ¿Tienes hambre?. ─ Pregunto la chica, a lo que su perro movió la cola ─ Es algo temprano, pero no pasa nada, vallamos a la cafetería del edificio,

─ ¡Guau!.









[...]














─ Muchas gracias señor, disculpe la molestia.

─ No es nada joven, su mascota parece muy hambrienta. ─ sonrío ligero.

─ Así es, hasta luego. ─ Esta se dio la vuelta, viendo a sus alrededores cual mesa seria perfecta para sentarse, hasta encontrando una poco rato después, bajando el plato de comida de su mascota, para ella luego sentarse y sacar aquel informe que le había dado roy ─ veamos...



Los cuerpos de las victimas se encuentran descuartizados, pero tan solo en muy poco tiempo, no hay muchos sospechosos, deducimos que este puede salir de noche, o puede esconderse bastante bien.


─ Mmmh.. ─ Esta se bajo la bufanda y cubre bocas, para luego tomar un bollo y darle un mordisco ─ Entonces no es que salga de noche o se esconda, tal vez puede que se lleve a sus victimas a algun lugar y las mate... ─ Suspiro pesado, dándole otro mordisco a su bollo ─ ¿Pero en tan poco tem-...

─ Hey, Aine. ─ El rubio había llegado a la mesa, tomando desprevenida a la chica, quien trago mal lo que tenia en boca, a lo consiguiente subiéndose la bufanda inmediatamente ─ H-HEY...

─ ¿Estas... bien?.

─ me tomaste desprevenida, ¿Y tu que haces aca?, se supone que roy te había encargado las investigaciones sobre Tucker.

─ B-Bueno, sobre eso... ─ Este abrió una libreta que tenia en manos ─ Estoy retomando otra...

─ ¿Cual?. ─ Esta ladio la cabeza.

─ Sobre el asesino de muje-...

─ ¿Enserió?, ¡Yo ig-...

─ Aíne...~ ─ Hughes puso una foto de su hija y esposa frente la chica ─ ¿Qué te parece?. ─ Pregunto emocionado.

─ Oh... es muy bonita, igual que la mamá. ─ Esta achino sus ojos, sonriendo.

─ ¡Verdad que si!. ─ El hombre se sentó a lado de la chica, mostrandole luego la foto a Edward
─ Hey~

─ Ahora no viejo.

─ Edward... ─ Frunció el seño ─ Eso no fue nada educado.

─ Y mas si quieres que te enseñe los análisis de las pruebas del asesino en serie. ─ Sonrío.

─ ¿Tiene mas pruebas Hughes-San?. ─ Pregunto la chica, a lo que el hombre asintió.

─ Veo que tu igual tomaste la investigación.

─ ¿Enserió?, Ahora ya no me sentiré tan solo. ─ Aclaro el rubio, sonriendole a la chica.

─ Soltó unas risitas nerviosas ─ ¡Y yo t-tampoco!.

─ La verdad estamos atascados, no tenemos ningún testigo, Los cuerpos fueron descuartizados, Es difícil pensar que lo hicieron en tan poco tiempo.

─ Justo lo que acabo de leer en el informe que me dio Roy.

─ Quizás matara a su victima en otro sitio... ─ Dijo el rubio sin quitarle la vista al cuaderno.

─ Lo mismo se me paso por la cabeza, pero solo hay poca información. ─ Menciono la chica, leyendo nuevamente el informe.

─ ¿Cuanto tiempo paso desde su ultima muerte?.

─ La autopsia no puede decírnoslo exactamente, pero la policía tiene a todos los coches buscando por la ciudad. ─ Aclaro el hombre, acariciando al siberiano.

─ Puede que las transporta a escondidas... ─ Esta dejo el informe, prestandole  atención al mayor.

─ Pero hay algo que se nos escapa Aíne. ─ El rubio fruncio el seño ─ Si lo transporta, seria por medio de un coche...

─ Donde esconde los cuerpos...

─ O es un alquimista... ─ Agrego el mayor, provocando que el rubio se levantara bruscamente, azotando la mesa.

─ ¡LOS ALQUIMISTAS NO SON ASESI-...

─ ¡AAHG!, ¿¡IDIOTA, ME TIRASTE LA SOPA ENCIMA!?. ─ Menciono casi gritando Aíne.

─ Suspiro pesado ─ Perdón... ─ Este extendió unas servilletas a la chica ─ ¿E-Estaba muy caliente?.

─ Con suerte no, ¿Pero que se supone que me ponga ahora?.

─ Hay algunos uniformes de repuesto, te lo puedes poner en lo que vas a la lavandería.

─ Gracias, Hughes-san...

─ Disculpe, ¿Usted es Edward Elric?. ─ Menciono un uniformado que recién había llegado a la mesa.

─ Tienes una visita de una joven, te esta de esperando en el centro de mando.

─ ¿Visita?. ─ Este se levanto ─ LLeveme por favor.

─ Claro, sígueme. ─ Ambos se empezaron a alejar.

─ Esta soltó un gran suspiro, terminando de secarse ─ ¿Donde se encuentran los uniformes?.

─ Es cierto... ─ Este saco tres vestidos, uno color vino, otro verde oliva y uno negro ─ Mi esposa te los manda.

─ ¡Q-QUE!. ─ Esta tomo los vestidos, guardándolos rápidamente en su mochila.

─ Tranquila Aíne, tu secreto esta guardados conmigo. ─ Guiño un ojo.

─ P-Pero...

─ Te apuesto que si te pones el verde, dejaras boquiabierto a Edward.

─ ¿P-Pero que diablos dices?.

─ A mi no me engañas, ¿Qué fue eso cuando el se desmayo aquel día?.

─ Bu-Bueno, teníamos que actuar rápido.

─ ¿Y el abrazo por detrás cuando encontramos la quimera?.

─ No se lo que estas imaginándote, pero no estas en lo correcto, ¿Donde esta están los uniformes?.

─ Saliendo de la cocina, a dos pasillos se encuentra el vestidor de muje-...

─ Ed, quedate aquí, ya vuelvo.

†Eʅ Cαsƚιɠσ Dҽ Dισs†  ⊱ᴇᴅᴡᴀʀᴅ ᴇʟʀɪᴄ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ⊰ 》ƒυℓℓмєтαℓ αℓcнємιѕт《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora