─ ¡Por un demonio Edward, solo debo de taparte!. ─ Grite a mi mascota.
─ Grrrr ─ Gruño el siberiano, haciéndose para atrás.
─ ¡Vamos a perder el maldito tren, y Roy solo nos dio un par de días!.
─ Umh... ─ se quejo el perro bajando las orejas.
─ Se que no te gusta que te haga un rollito en la cobija, pero es la única forma en la que te dejan pasar.
─ Disculpe joven. ─ Un hombre se acerco a la chica.
─ Dígame. ─ Voltee a verlo.
─ Los animales van atrás.
─ ¿¡Que!?.
─ Como escucho joven, normas de higiene.
─ ¿Como que normas de higiene?. ─ Fruncí en ceño.
─ Haber, creo haberlo repetido, ¿No?, su perro debe ir atrás ya que puede estar sucio, o fácilmente puede morder a los pasajeros.
─ Pero...
─ ¡Solo lleva a tu maldito perro a la parte de atrás!, Ya te lo repetí muchacho idiota. ─ Levanto la voz.
─ Escúchame viejo, tu trabajo no es insultar a los pasajeros, ¡Y créeme que si no fuera por mi dinero, estuvieras viviendo en la puta calle!. ─ Fruncí el seño, para después irme a la parte trasera.
[...]
─ Quien se cree ese imbécil... ─ Cerro de un portazo, sintiendo como sus manos comenzaban a calentase nuevamente.
─ Uuumh... ─ chillo el siberiano, tallándose en una de las rodillas de su dueña.
─ No ed, no me iré. ─ Me puse difícilmente de cunclillas, Ya que la parte trasera estaba casi lleno de borregos, alcanzando la altura de mi amigo.
─ Esa voz... ─ Una tercera voz hablo.
─ ¿Mmh?. ─ Se levanto casi de inmediato. ─ ¿Quién habla?.
─ ¡A-Aquí joven Aíne. ─ Un borrego se hizo aun lado, dejando ver una gran caja, donde dentro de esta se encontraba Al.
─ ¿¡Al!? ─ Me abrí difícilmente paso, llegando a el ─ ¿Qué haces aquí?.
─ Bueno... Estoy casi destruido. ─ Soltó unas risitas nerviosas.
─ Oh, cierto...
─ Pero me alegra que estés aquí, no estaré solo.
─ Al...
─ Dime.
─ Se que sera muy atrevido de mi parte preguntarte esto pero...
─ Note pre-...
─ ¿Por qué no tienes cuerpo?.
─ ...
─ ¿Mmmh?.
─ Es algo personal.
─ Acaso, ¿Rompieron el tabú?.
─ Este al escuchar, se exalto, volteando a otra parte ─ ¿Como sabes de eso?. ─ Pregunto en tono serió.
─ Yo también soy Alquimista...
─ Eso lo explica, pero...
─ ¿A quien trataron de trasmutar?.
─ Aíne, te dije que eso es personal.
─ Prometo no decirle a nadie...
─ ¿Y se puede saber por que una parte de tu abdomen tiene una protesis de metal.
─Te contare lo que quieras si tu me cuentas primero.
─ Quiero que me cuentes con detalle.
─ Por mi no hay problema.
─ bien.
─ El material de esto se llama wolframio, muy resistente al calor, esta prótesis se me fue puesta por que tuve un accidente en toda la zona, casi mis intestinos se destruyen.
─ ¿Qué se supone que estabas haciendo?.
─ Trague grueso ─ La verdad es algo difícil para mi decirlo...
─ Con detalles.
─ Trate de defender a mis hermanas de alguien.
─ ¿¡Qué!?.
─ Como escuchaste.
─ Pe-Pero te disparo, o...─ He dicho suficiente, ahora dime tu.
─ ¡Eso es injusto Aíne!.
─ No dijiste que todo.
─ Suspiro pesado ─ Bien...
─ Te escucho.
─ Fue a mi madre..
─ Lo suponía.
─ ¿Eh?.
─ El día que se desmayo Edward, iba pidiendo disculpas a su madre, por.. 'Hacerla mal'.
─ supongo que ya tenias sospechas de nosotros.
─ Si.
─ Joven Aíne..
─ Dime solo Aíne. ─ Achine mis ojos en señal de sonrisa.
─ ¿Por que tienes la mitad de tu rostro escondido?.
─ Por que soy muy feo.
─ Eso es mentira, tienes un rostro bastante... Bonito.
─ ¿Acaso te gusto Al?.
─ ¿¡Q-QUE!?. ¡A MI NO ME GUSTAN LOS HOMBRES!.
─ Pegue una carcajada ─ ¡Es broma!.
─ Eso debería preguntártelo yo a ti.
─ ¡Eh?.
¿Acaso te gusta mi hermano?.
─ ¿Qué tipo de pregunta es esa?. ─ Solté unas risitas.
─ No lo se...Tal vez por aquellas veces que lo has abrazado, consolado, protegido.. Incluso celado.
─ Volví a pegar otra carcajada ─ ¿P-Pero que demonios dices?.
─ ¡No dejare morir a la persona quien le debo la vida!. ─ menciono el de armadura, intentando imitar la voz del 'chico'.
─ Dices cualquier cosa sin pensar en momentos de presión.
─ Admítelo, te gusta mi hermano.
─ Solté unas risitas ─ A mi no me gustan los hombres, y mucho menos enanos~
[...]
─ ¡ACHUUUUUU!. ─ Estornudo el rubio, enojándose sin razón.
─ Creo que alguien esta hablando de usted, joven Edward. ─ Hablo el mayor, sin quitarle la vista a su libreta.
─ Y no algo bueno. ─ Frunció el seño.
─ ¿Pues en cuantos problemas se han metido?.
─ Me han arrastrado, mejor dicho.
[...]
─ Entonces ustedes están detrás de la piedra filosofal para recuperar sus cuerpos, ¿No es así?.
─ Así es, y tu...
─ Quiero descubrir si es real, hacer una investigación a profundidad, y...
─ ¿Y?.
─ Intentar recuperar esa parte que perdí.
─ Aíne...
─ Dime.
─ Acompáñanos.
─ ¡Eh!, es una propuesta muy impulsiva.
─ Da igual, ¿No dices que dejaste todo para convertirte en alquimista?, quieres recuperar una paste que perdiste, al igual que nosotros, ¡Tenemos el mismo propósito!.
─ Si..
─ Cuatro serán mejor que dos.
─ ¿Cuatro?.
─ Hablo de tu amigo.
─ Oh, Ed... ─ Sonreí.
─ ¿Entonces que dices Aíne?.
─ Debemos saber que piensa Edward sobre eso.
─ ¿Aceptas o no?.
─ Solte unas risitas ─ Bien, bien, Acepto.
─ ¡Genial!.
─ Ha Parado el tren. ─ Me levante.
─ ¿Esta es tu parada?.
─ Exactamente. ─ Tome mi mochila, poniéndola en mi espalda ─ Nos vemos pronto, Vamonos ed.
─ Nos vemos pronto. ─ Respondió el de armadura, viendo como el chico salia del bagon ─ Nuevamente solo...
[...]
─ Bueno, ahora debemos subir unas cuantas colinas.
─ Uuuumh... ─ Se quejo el siberiano, echándose en el pasto.
─ Si, es una verdadera mierda... pero te apuesto que seremos la mejor visita que recibirá oliver. ─ Sonreí.
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†Eʅ Cαsƚιɠσ Dҽ Dισs† ⊱ᴇᴅᴡᴀʀᴅ ᴇʟʀɪᴄ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ⊰ 》ƒυℓℓмєтαℓ αℓcнємιѕт《
Fanfiction¿Acaso tenemos algo en común...? Tu, ¿También lo hiciste...? ¿Qué diste a cambio?. La protagonista tendrá nombre temporal para facilitar la lectura. ^^