Hablo de pieles, cuando me refiero a las personas, a su esencia, a su todo. ¿Cuantas pieles puede tener una persona? Me choco de frente, siempre con lo mismo, ¿Que tan real nos mostramos al mundo?¿Que tan auténticos somos? ¿Andamos con la piel original? ¿O andamos disfrazados?
Entre tantas preguntas, me detengo un momento, y me inspire en escribir un par de palabras, sin sentido quizás, no lo sé. Pero es algo que quiero expresar. Porque muchas veces, yo use un disfraz. No usaba mi piel original, no era lo que quería mostrar, pero por un monton de miedos (que a mi me gusta llamarlos demonios), lo hice. Oculte mi verdadero yo, y aún hay veces que lo sigo haciendo.
Cuesta quitar el chip, ese de que algo tiene que ser de una sola forma. No es sencillo. Es lindo permitirse sentir, ser libre de expresarse y moverse a voluntad. Pienso cuantas veces dejé y dejo de ser yo. Si bien soy consciente, y aúnque cueste cambiarlo, ahí voy respetando mis procesos. Queriendo tirar los disfraces a la basura para no volver a utilizarlos.
Las pieles que nos marcan profundamente, creo yo, que son las originales, las que se muestran sin disfraces, las que te hacen no usar el tuyo. Las que tienen esencia, y la misma se mezcla con la tuya. Esas no se olvidan.
Esas pieles son las mejores que he probado.
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El proceso
SpiritualitéEncontrar palabras para expresar las emociones es uno de los más grandes desafíos del ser humano, aún cuando ni siquiera somos capaces de identificar qué sentimos y porqué sentimos como sentimos. La complejidad entre la mente y el corazón. No entien...
