Ayer a la noche tenía cierta sensación, que no me dejaba dormir, bien dicen que en las noches solitarias nos volvemos vulnerables. En fin, tenía un sentimiento que no lograba identificar ni el porqué de su aparición. Pense un poco más, y llegué a la conclusión de que quizás, me estaba autocastigando por no hacer "bien" las cosas, como "debería", segun yo y mi mente. Tampoco me atormenté ante la situación que estaba atravesando. Solo la deje ir para donde quisiera. Dicho en otras palabras intenté fluir sin tocar fondo.
Analicé todas mis preguntas y su trasfondo. Y me di cuenta, que en el juicio de la vida, somos nuestros propios jueces. Que no son los de afuera, somos nosotros los primeros en flagelarnos cuando no hacemos lo que sabemos que debemos.
Es irónico, porque incluso si no tomas las decisiones, eso ya es tomar una decisión. O eliges o ellas te eligen a ti.
Todo lo que eh elegido por voluntad propia muchas veces lo elegí sabiendo que no debía, o estando insegura. Aunque no tome las mejores decisiones, hay que aprender a vivir con los fracasos que uno arrastra. Pero no para lamentarse y menos para usarlos como excusa. Sino mas bien como aprendizaje, saber que por ese camino no, no es bueno, no te gustó o mismo cuándo ya verificaste que no era el correcto.
Puedo sentirme culpable de muchas cosas, pero... ¿Realmente lo soy? ¿O solo es mi mente que me está diciendo que si, porque tengo el hábito de flagelarme?
Si doy lo mejor de mi en todo momento, aunque las cosas no salgan como yo quiero, o de la mejor forma posible ¿soy culpable?De todo esto aprendi que castigarme por cosas que no pude hacer o dar en su momento, no es mi culpa, solo actué como lo senti y con lo que sabía hacer. Y por eso, no soy culpable.
Nadie puede dar lo que no tiene, hasta que lo tenga. Nadie puede hacer lo que no sabe, hasta que lo aprenda.
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El proceso
RandomEncontrar palabras para expresar las emociones es uno de los más grandes desafíos del ser humano, aún cuando ni siquiera somos capaces de identificar qué sentimos y porqué sentimos como sentimos. La complejidad entre la mente y el corazón. No entien...