BUSQUEDA DE LA FELICIDAD

CAPITULO 4 FAMILIA ARDLEY

Candy se encontraba en la cafetería, terminando su turno de aquel día, estaba tan feliz que esta vez no debía fingir con los comensales pues hoy había sido su primer ensayo y a decir verdad había salido muy bien todo, sin tomar en cuenta las constantes insinuaciones de Terrence.

-Candy ya puedes irte –Comento el señor Mark, dueño de la cafetería –Mañana tienes ensayo y debes esforzarte, ya deseo verte en escena.

-Claro que lo hará, señor Mark –Dijo sonriente –Nos veremos mañana. –Dejo la charola y recogió su bolso para retirarse

-Descansa Candy

Sin percatarse de que un joven la siguió, la joven continuo su camino para ir a casa, feliz y ansiosa de poder contárselo a su familia, que en realidad en muchas ocasiones se reducía a su abuelo Tomas, pues a su hermana no le interesaba nada de lo que ella hacía.

Sintió como una mano le tapaba el rostro, quiso gritar pero no pudo, inmediatamente comenzó a golpear con puño cerrado a su agresor.

-¡Aaaah! –Reclamo el joven al recibir un golpe en la costilla –Vaya que golpeas fuerte

-¡¿Qué demonios te pasa?!

-Quería darte una sorpresa

-¡¿Qué tipo de sorpresa es esta?! ¡Estás loco! ¡Casi me matas del susto!

Anthony se puso de pie después de recuperar el aliento –Creo que no debo hacerte enojar...pues tus golpes no son nada delicados, querida

Candy bufo molesta antes de seguir su camino, ignorando por completo a su novio.

-¡Espera, Candy! Fue una broma te prometo que no volveré a hacerlo amor

-Voy a mi casa

-¿Porque no vienes a la mía?

-¿Para qué?

-Hay un baile y quiero que vengas

-No gracias

-Candy

-He dicho que no quiero Anthony

-Nunca quieres estar conmigo –Soltó molesto el joven

Candy se dio media vuelta para verlo, inmediatamente se sintió mal al ver al joven cabizbajo, pero no pudo evitar pensar que tal vez la estaba chantajeando, pero aunque así fuera, se acercó y tomo suavemente su rostro entre sus manos.

-No es verdad Anthony

-Entonces ven conmigo

-Esta...bien

Anthony sonrió triunfante ante la aceptación de su novia, por lo que rápidamente la tomo de la mano para guiarla al automóvil que estaba en la calle esperándolos, sin percatarse de que alguien los observaba.

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Al llegar a la mansión Ardley, Anthony como buen caballero galante bajo del auto para ayudar a bajar a su novia, quien no dudo en sostenerse fuertemente de su brazo.

-Debemos ir a mi habitación para cambiarte de ropa –Susurro suavemente al oído de Candy, quien se escandalizo al escuchar esto.

-¡¿Qué?!

-Vamos Candy –Dijo ignorándola

Al llegar a la habitación del joven, inmediatamente Candy se puso rígida y nerviosa, pues no sabía si era adecuado estar con él a solas y menos en su habitación, el saco el vestido que le había comprado a su novia, que era hermosos y de color verde esmeralda como sus ojos.