Candy se encontraba en casa, pensativa ante lo que acaba de ocurrirle, no podía creer que Anthony...pensaba que era un error pero esas fotografías no mentían ¿O sí?
-Anthony... -Susurro mientras las lágrimas caían por sus hermosas mejillas
En ese momento sus pensamientos fueron interrumpidos porque tocaron la puerta de su casa, lentamente se puso de pie y se dirigió a la puerta para encontrarse con la persona que menos deseaba ver en aquel momento.
-¡¿Qué haces aquí?!
-¿Qué te pasa, Candy?
-¡No quiero verte, lárgate!
El rubio le miro impactado y confundido por lo que decía, trato de suavizar la situación –Tranquila amor ¿Qué sucede? –Trato de abrazarla pero...
-¡No quiero volver a verte nunca más! –Dijo después de abofetearlo
-¡¿Qué demonios....?!
-¡Vete!
-¡¿porque?!
-¡Te odio! ¡¿Cómo pudiste?! –Grito enloquecida mientras lo empujaba fuertemente -¡Vete!
-¡¿De qué hablas?!
-¡No soy una tonta, Anthony, sé que me engañaste! –Soltó mientras le miraba furiosa -¡Con mi hermana, canalla! –Grito antes de cerrarle la puerta en la cara y desplomarse en el suelo llorando desconsoladamente
Anthony quedo petrificado sin saber si insistir o mejor dejar que se tranquilizara, deseaba explicar su pequeño desliz con su hermana pero no sabía si la justificación sería válida para Candy.
-Creo que es mejor darle su espacio –Susurro para sí mismo antes de alejarse de la casa de la rubia.
.
.
.
Al día siguiente, se encontraba un joven de cabello castaño en la entrada de aquella casa donde habitaba la persona de la que se estaba enamorando profundamente, dio un paso a la entrada y trato de controlar sus nervios ante un rechazo inminente, pero cuál fue su sorpresa al encontrarse.
-¡Candy! –Corrió hacia la rubia joven que estaba tan solo durmiendo en el suelo pero Terry se aterro al verla tirada de aquella forma y además de haber encontrado la puerta semi-abierta.
La tomo en sus brazos mientras comenzaba a tener nuevamente aquel pánico y dolor que sintió cuando, sus ojos azules zafiro se oscurecieron provocando el terror en la rubia quien estaba despertando lentamente después del jalón que este dio, pero no dijo nada solo lo observo, estaba ido, como si estuviera viviendo otras cosas.
-¡No! ¡No te vayas! –Susurro fuertemente mientras la tomaba entre sus brazos sin percatarse de que estaba la rubia ya despierta –Te amo no me dejes
Candy abrió rápidamente los ojos llenos de sorpresa e incredulidad, mientras observaba las lágrimas que salían de aquellos hermosos ojos del color del mar, ella tomo su mejilla y pareció que el joven reacciono, estaba algo débil pues llevaba tiempo sin comer del todo bien y lo peor no tenía ganas de seguir adelante. -¿Qué ocurre, Terrence?
-Ca... ¿Candy? –Miro la cara del joven avergonzada y confusa mirando alrededor -¿Por...porque...tu puerta...? Yo lo...lamento
-No te preocupes –La joven se separó de él, para que la soltara –La deje mal cerrada al parecer, pero no quiero hablar más –Dijo la joven antes de tratar de ponerse de pie pero...
-Candy –El joven la sostuvo para evitar que perdiera el equilibrio –Vamos a comer
-No, gracias
-Candy por favor
-No tengo hambre, estoy bien
-¿Te dejaras morir por ese idiota?
Candy le miro, sus ojos habían cambiado y ahora eran unos llenos de enojo y furia pero sabía que no era contra ello, sino contra lo que estaba haciendo solo por una persona que no valoro el amor ni la persona que tenía.
-No –Susurro quedamente
-Entonces, vamos
-Bien –Dijo molesta
Después de varios minutos Candy estaba saliendo con Terrence quien la sujetaba de la mano para ayudarle a salir caballerosamente pero no contaban con que una persona había llegado también para ver a Candy.
-¡¿Y me reclamas a mí?!
Anthony estaba frente a ellos con un ramo de rosas para la rubia, quien le miro molesta
-No se dé que hablas
-¿Qué?...Estas saliendo con un hombre de tu casa –Explico como si fuera obvio por qué le decía aquello
-No es de tu incumbencia
-Claro que lo es, eres mi novia...
-Era tu novia Anthony, ¿Acaso crees que seguiré contigo después de todo lo que paso?
-¡Candy! Necesito que me escuches y...explicarte de como pasaron las cosas
-¡No quiero tus explicaciones absurdas, Anthony Brown!
-Pero...
-No vuelvas a buscarme, déjame en paz
-Pero necesito explica...
-Ahórratelo Anthony, no necesito tus explicaciones –Trataba de retener las lágrimas pero fueron imposible, Anthony también la miraba lleno de dolor y de enojo consigo mismo
"¿Cómo pude ser tan estúpido?" pensó molesto
-Por favor... -Susurro mientras trataba de tomarle la mano, pero la joven se alejo
-No –Candy respiro trabajosamente –No quiero volver a verte Anthony, quiero seguir con mi vida y tú ya no estas incluido en ella.
-Pero...
-Me heriste y lo que tu hiciste no puedo olvidarlo ni perdonarlo, no tiene justificación alguna –Dio media vuelta pero... -Dile a Annie que tampoco quiero verla, que ni regrese –Añadió antes de seguir caminando, mientras halaba a su compañero a seguirla
Anthony solo los vio partir, mientras sentía que con esa rubia se iba toda su felicidad que en algún momento sintió, ¿Cómo pudo perder el amor de esa manera tan estúpida?, era increíble que ahora que la había perdido valorara lo que había perdido, era increíble que nunca haya valorado el tesoro tan grande que la vida le había hecho y lo que era peor el solo provoco que aquel Angel se fuera por su inmadurez, las lágrimas se hicieron presentes sintió el cálido y frio recorrer de las gotas que salían de sus ojos azules mientras se prometía recuperar el amor y confianza del amor perdido, del amor de su vida.
ESTÁS LEYENDO
BUSQUEDA DE LA FELICIDAD
Novela JuvenilCandy trabaja en una cafeteria de New York, para poder mantener a su hermana mientras esta sea menor de edad, ya que sus padres acaban de morir pero...¿porque lo hiciste?...¿quien eres tu?...debo seguir adelante con mi felicidad y tu ya no estas inc...