Bestias De La Noche

Capítulo 4

Medusas en el cielo

El lunes apareció con un ambiente fúnebre, pues la noticia de la muerte de Brooke Bluebell llegó a los oídos de todos los estudiantes y cada habitante de Hemlock Grove.

Durante la jornada escolar, muchos estudiantes lloraban la repentina muerte de Brooke, una porrista muy querida entre sus amigos y bastante conocida por su carismática personalidad.

Muchos de ellos no evitaron pensar con rencor que ha sido el chico nuevo, de quien se ha corrido el rumor de que es un hombre lobo. No es ninguna casualidad que hubiera un asesinato justo cuando llega él.

Della se sintió mal por Peter, porque ha recibido miradas y comentarios hostiles que ella misma ha escuchado por los pasillos. Ni siquiera se molestaban por ser discretos. No se imaginaba cómo se debía sentir.

Se mostraba irritada cada vez que se rodeaba de gente llorando y farfullando algunas maldiciones hacia un chico que ni siquiera conocían, e incluso le echaban la culpa.

Sabía que no había sido Peter.

Con ese pensamiento, comenzó a buscarlo por la escuela durante los recesos si es que la suerte estuviera de su lado y lo encuentre, pero no lo encontraba.

Finalmente encuentra a Peter en el pasillo, con una expresión seria mientras recibía un comentario de una de las gemelas Sworn.

Suspira.

Sabe que al momento de empezar a conversar con él tendría millones de ojos sobre ellos, pero no le importó.

― Hola Peter ― se acerca a él, quien se apoyaba en la pared.

Por un momento, la expresión de Peter se ilumina, agradeciendo la aparición de Della. La comisura se le elevó revelando una pequeña sonrisa hacia ella.

― Hola ― se acerca más al cuerpo de Della para murmurar sin que los demás escucharan, aunque ya tenían la atención puesta en ellos ―. De casualidad, ¿no has sido tú?

Della, lejos de sentirse ofendida, ríe divertida.

― No, no es mi estilo.

― Oh... de acuerdo. Me tenía que asegurar, lo siento ― musita Peter.

― No, está bien. Yo también preguntaría, pero sé que no fuiste tú.

― Creo que eres la única que cree que no he sido yo ― menciona como broma, aunque sin humor.

― No te preocupes mucho, la gente necesita un buen chisme para alejar el aburrimiento de sus vidas ―acotó. Se apoya contra un casillero sonriéndole.

― Debo ser la envidia de tus pretendientes ― bromeó Peter.

Della soltó una leve risa. Es consciente del interés del público masculino que tiene sobre ella.

― Deberían. No todos tienen el placer de tener mi atención por más de un minuto.

Peter no respondió ya que le prestó atención a la sonrisa de Della, o más bien miró sus labios con interés. Tiene puesto brillo labial que resalta más sus labios rojos.

Ambos saben que tienen la atención de la mayoría de estudiantes que están en el pasillo, sobre todo la de las gemelas Sworn que son conocidas como las chismosas de su grado.

Desde ese instante, a lo largo del día, se comenzó a correr otro rumor. Minúsculo pero que de todas formas tomó relevancia.

Tal rumor llegó a los oídos de Roman Godfrey, quien se encontraba fumando en el último piso, además de comprando droga, ya que en ese lugar no hay vigilancia.