Emma llegó a su casa enfurecida. Los celos la consumían como nunca antes lo habían echo. Entró a su recámara tirando su bolso y tacones por donde quiera con coraje, y se tiró en la cama.
Emma: Aish, niña estúpida ¿Por que se le acercó tanto a Sofia? Y ella bien que se deja. 'Ay me pone nerviosa profe', por favor.
Tocaron la puerta de su recámara haciéndola brincar del susto. Sin demorar Sofia había salido tras Emma. Nunca había estado así de molesta con ella y sospechaba cuál era la razón.
Sofia: Emma, abre la puerta, tenemos que hablar.
Emmy: Ahorita no Sofia, no tengo humor (cubriéndose el rostro con la almohada)
Sofia: Lo siento, pero de aquí no me muevo hasta que hablemos.
Respirando profundo Emma se levantó, tirando la almohada al lado, se puso los tacones de nuevo, y se arregló el pelo y el vestido. Después de cerciorarse en el espejo que se veía impecable lentamente abrió la puerta, cruzando sus brazos y esquivando la mirada de Sofia.
Sofia: Emma, que fue eso, ¿por que te marchaste así? ¿Estás enojada conmigo? Solo me llamas Sofia cuando algo te molesta.
Emma volteo a mirarla y al ver a Sofia aún cubierta en pintura recordó la imagen de Kristina sin blusa tan cercas de ella, limpiándole la cara, y su sangre hervía de nuevo.
Emma: No se de que hablas.
Sofia: Si sabes, Emma.. ¿Es por Kristina?
Emma: Aish, ni me la menciones. Esa niña te comía con los ojos Sofia. No me digas que no lo notaste.
Sofia: Amor, ¿estas celosa? (Preguntó sonriendo)
Emma: Ay, ¿celosa yo? Por favor (giró dándole la espalda)
Sofia la abrazó por atrás, besando su cuello, sus manos sobre su abdomen, estrechándola más a su cuerpo.
Sofia: No tienes por que estarlo. A mi no me interesa nadie más que tu (susurró mordiendo su oído)
Las manos de Sofia viajaron hasta sus senos, acariciando sobre la tela, apretando. Emma jadeó suavemente, estremeciéndose y sintiendo su piernas flaquear.
Sofia: Pero bueno, si no quieres hablar conmigo ...
Retiró sus manos del cuerpo de Emma y con una sonrisa pícara se fue corriendo al baño.
Emma: ¡Sofi! (exclamó incrédula, respirando agitada) ¡No me dejes así!
Quitándose los tacones Emma corrió tras de ella, y en el baño acorraló a Sofia contra la pared. Reclamando sus labios en un beso lleno de pasión, entrelazando sus lenguas, mordiendo sus labios. Entre besos y caricias se deshicieron de la ropa, y entraron a la regadera bajo la agua cálida.
Con una mano rodeando su cintura, Emma bajo la otra a la intimidad de Sofia, acariciando suavemente sin dejarla de ver a los ojos.
Emma: Tu eres mía Sofi, solo mía. (jadeó)
Sofia: Solo tuya, mi amor
Sofia la tomó de la nuca, sus labios se unieron una ves más en un beso, las caricias de Emma en su intimidad junto con el roce de sus senos la estaban llevando fuera de este mundo. Sus gemidos hundidos en ese beso interminable.
Sofia movía su cadera con deseo, su climax acercándose, y Emma retiró su mano.
Sofia: Emma.. (jadeó)
Sonriendo Emma bajo, subió una pierna de Sofia sobre su hombro y se apoderó de su intimidad. Sofia soltó un fuerte gemido, tomándola del pelo. Emma pasaba su lengua de arriba a abajo lentamente, volviéndola loca de placer, hasta que ya no pudo más, llegando al éxtasis, sus piernas temblando, la respiración agitada.
Emma se levantó, besándola tiernamente, uniendo sus frentes mientras controlaban la respiración. Con sonrisas cómplices se terminaron de bañar.
Después de secarse, Sofia tomó a Emma de la mano y se la llevo hacia la cama, recostándola en medio. Besó su cuello, dejándole pequeñas mordidas que erizaron su piel, soltando leves gemidos. Sus besos viajaban por todo su cuerpo. Se acomodó entre sus piernas, separándolas un poco más y se prendió de la intimidad de Emma, quien no paraba de gemir, envuelta en placer se aferraba a las sabanas. Sofia besaba, succionaba, pasaba su lengua sobre esa parte más sensible.
Emma: Ahh, así mi amor, ahhh
Sofia introdujo dos dedos, y sus movimientos junto con las caricias de su lengua llevaban a Emma hasta la cima del placer. Sofia retiró su mano, y se subió acomodándose sobre Emma, sus intimidades rozando, sus caderas moviéndose al mismo ritmo. Los gemidos de placer inundaban la habitación. Emma tomó a Sofia de la cadera, sus movimientos se hacían más rápidos, hasta que las dos estallaron de placer. Sofia se acostó al lado de Emma, uniendo sus frentes, manos entrelazadas, mientras recuperaban el aliento. Se metieron debajo de las sábanas, entre caricias, susurros de amor, y tiernos besos Sofia quedó profundamente dormida. Emma la observaba, acariciando su pelo.
Emma: Me provocas tantas emociones que nunca había sentido antes, Sofi. Esto que siento por ti es tan intenso que me da miedo (susurró)
Emma acarició su mejilla, dejándole un tierno beso en los labios, se acurrucó a su lado y el sueño la invadió.

ESTÁS LEYENDO
𝓣𝓸𝓭𝓸 𝓜𝓲 𝓢𝓮𝓻
RomanceUn amor desmedido, que llega de la manera mas inesperada a las vidas de dos mujeres que van por caminos distintos. ¿Podrá ese amor derrotar esas barreras que las separan para abrir paso a la felicidad?