Un amor desmedido, que llega de la manera mas inesperada a las vidas de dos mujeres que van por caminos distintos.
¿Podrá ese amor derrotar esas barreras que las separan para abrir paso a la felicidad?
El universo les había sonreído. Emma y Sofia unieron sus vidas en una ceremonia íntima y hermosa, al frente de un lago, rodeadas de solo esas personas que incondicionalmente las apoyaban en su amor: Daniel, Armando, Norma, y Mary. Eran tan felices que por fin se decidieron compartir esa felicidad y amor con otra personita que sería parte de ellas dos. Lo que aún no tenían claro era de que manera proceder. Pero una oportunidad se les presentaría que les sería imposible de desaprovechar.
Meses después... En la universidad..
Emma: ¿Lista para irnos, mi amor? (entrando al salón de Sofia)
Sofia: Si, solo termino de guardar esto y ya. (entrando al closet donde almacenaba los artículos de arte)
Emma se recargó en el escritorio revisando su celular cuando esa mujer que les daría el regalo más preciado en sus vidas llegó.
Layla: Disculpe, ¿Se encuentra Sofia?
Emma la miró un poco desconfiada. Era una mujer joven y guapa, y se notaba algo nerviosa.
Emma: ¿Quien la busca?
Layla: Umm, soy Layla. Ella me conoce.
Emma recordó ese nombre. Pero no podía ser. La ex de Sofia, con la que terminó mal, se llamaba así.
Sofia: ¿Layla? ¿Que haces aquí? (preguntó sorprendida al verla)
Layla: Necesito hablar contigo. A solas si se puede (mirando a Emma, y luego bajando la mirada)
Sofia: Emma es mi esposa. Lo que me tengas que decir puede ser en frente de ella también (tomando su mano)
Layla: Esta bien (respirando profundo para tomar valor) Se que no tengo derecho de pedirte esto después de la manera que te traté y como terminamos. Pero no tengo nadie más a quien acudir, sabes que no tengo familia.
Sofia: ¿De que se trata?
Layla desabotonó su sacó, mostrándoles su abdomen. Ella estaba embarazada. Sofia la miró anonadada, y Emma no sabía que pensar.
Layla: Tengo 6 meses, y es una niña. Pero (comenzó a llorar) Yo no la puedo tener, Sofia. Tu sabes que nunca quise hijos. Solo fue una noche, estaba tomada. Y el padre es un patan, no quiere saber nada de la bebe.
Emma: Pero es tu hija, ¿como que no la quieres?
Layla: Ya tome la decision (dijo secándose las lágrimas) Tengo una gran oferta de trabajo en Canadá después de dar a luz, y no la pienso desaprovechar. Ser mamá nunca estuvo en mis planes. Se que es mucho pedir, pero me gustaría que ustedes se quedaran con la bebé, se que tu siempre quisiste ser mamá Sofia, pero eso no es para mi.
Sofia: ¿Estás segura de lo que quieres hacer Layla?
Layla: Muy segura. Se que probablemente estoy siendo muy egoísta en elegir a mi carrera profesional sobre la bebe. Pero prefiero darla en adopción, con una familia que le den el amor que yo no puedo.
Emma y Sofia se miraron sin saber que decir.
Layla: Mira, aquí está mi tarjeta con mis datos. Llámenme cuando tomen una decisión.
Layla se fue, y Sofia se paró enfrente de Emma, entrelazando sus manos.
Sofia: ¿Que piensas?
Emma: Que todo esto me tomó por sorpresa. Pero, creo que quizá es una señal del destino.
Sofia: ¿A que te refieres?
Emma: Que estuvimos mucho tiempo indecisas de como tener a nuestra bebé, que nuestra bebé se cansó de esperar y vino a buscarnos ella misma (dijo sonriendo)
Sofia: ¿Eso quiere decir que aceptas?
Emma: Si tú aceptas, yo también (tomando su rostro en sus manos, dándole un suave beso)
Sofia: ¡Tendremos a nuestra bebé! Mi mamá se va morir de la emoción.
Emma: Ay, una niña nuestra mi amor. No lo puedo creer.
Sofia de inmediato le marcó a Layla, informándole que si, ellas adoptarían a la niña. Llenas de ilusión ellas, con ayuda de Norma, prepararon todo para la llegada de la bebe. Su habitación sería digna de una princesa, todo en tonos rosa claro, con un closet que ya estaba a reventar lleno de ropa. Todos los papeles de la adopción estaban listos, y en menos de lo que pensaron se llegó el gran día.
Layla las llamo del hospital que la bebé estaba por nacer, y llenas de nerviosismo Emma y Sofia llegaron de inmediato. Dos horas después, les entregaron a la pequeña recién nacida en sus brazos. Fue un amor a primera vista, esa niña les robó el corazón, y se convirtió en su adoración.
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Sofia: Eres tan bella, mi pequeña Lily.
Emma: Te esperábamos con tantas ansias, corazón. Tu mami Sofi y yo te amaremos todas nuestras vidas.
Las dos se abrazaron, uniendo sus frentes, lágrimas de felicidad rodando por sus mejillas, con la pequeña Lily entre ellas. Su familia estaba completa, la felicidad era palpable. Y un amor sin medida que venció todas las barreras unía esos dos corazones.
~Fin~
Muchas gracias por vivir esta historia a mi lado. Emma y Sofia son muy especiales para mi y se me hace difícil decirles adiós, pero espero les haya gustado el final.
