Sofia no podía creer lo que estaba escuchando. Todo había sido una vil trampa de Daniel y Kristina, una en la cual ingenuamente ella calló esa noche en el bar. Tenía sus sospechas, pero ahora estaba segura de que su bebida había sido alterada.
Sofia: ¿Hablas en serio? .. ¿tanto así me odias Daniel? (cuestionó con un nudo en la garganta)
Daniel: No Sofi.. yo no te odio. Ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba. Lo único que quería, que quiero, es que mi mamá sea feliz.
Emma: Daniel.. solo yo puedo decidir cuál es mi felicidad.. Déjenos solas por favor.
Daniel: Perdóname mama (imploró una ves más)
Emma solo lo miraba con ojos llenos de tristeza y decepción. Lo que Daniel había hecho le dolió mucho. Era su hijo y lo amaba, pero en este momento no quería hablar con el. Armando tomó a Daniel del brazo y salieron a la sala de espera, dejándolas solas.
Los minutos pasaban y ninguna sabía que decir, solo se miraban, tomadas de la mano. Sofia acarició su pelo y Emma cerró los ojos, soltando un suspiro. Era un sueño tenerla a su lado de nuevo, por fin podía respirar tranquila.
Sofia: No me vuelvas asustar de esa manera, Emma. Si no volviera a ver esos ojitos bellos brillando llenos de vida te juro que me voy detrás de ti.
Emma: Ay Sofi, no digas eso. Al solo pensarlo me lleno de angustia. Te juro que no hice esto a propósito.. Ahora recuerdo un poco más. Yo solo quería dormir para ya no pensar... No me di cuenta cuantas pastillas tomé, no conscientemente.
Sofia: Emma..
Emma: Sofi, escúchame (interrumpió) Por favor perdóname por haber dudado de ti (sus ojos se inundaron de lágrimas) Yo debí creerte, y no me justifico, pero el miedo y la inseguridad me invadieron esa noche. Jamás podría arrepentirme de lo que siento por ti, lo nuestro no es un error ¿Me podrías perdonar mi amor?
Sofia: Por supuesto que te perdono, mi vida. Yo te amo tanto. Quizá si en vez de huir me hubiese quedado aquí he insistido hasta que me escucharas y aclaráramos todo no estuvieras aquí. Fui una cobarde, también me deje llevar por el miedo. Dejemos todo eso atrás ¿si?
Emma asintió, sonriendo por la primera ves en tanto tiempo y abrazó a Sofia con fuerza, aferrándose a ella, las dos llorando de felicidad. Sofia tomó a Emma del rostro y sus labios se unieron en un beso tierno, lleno de anhelo y amor. Un beso que les regresó la vida.
Esa misma tarde dieron a Emma de alta, y decidió quedarse con Sofia en su departamento por un tiempo, prometiéndole a sus hijos hablar con ellos ya que se sintiera mejor.
En el departamento de Sofia...
Llegaron al departamento y Sofia mandó a Emma directo a la cama mientras ella preparaba la cena.
Emma: Te juro que me siento bien amor, te quiero ayudar (le grito desde la recámara)
Sofia: Nada de eso señorita, tiene que descansar. Son ordenes del doctor, así que obedezca (respondió sonriendo)
Después de una cena blanda siguiendo la dieta que le recomendó el doctor, las dos se acostaron en la cama. Emma recostó su cabeza en el hombro de Sofia y por largo tiempo estuvieron así, en silencio, dándose mimos y suaves besos, disfrutando simplemente el estar unidas nuevamente. Es como si todo el tiempo que estuvieron apartadas una parte escencial de ellas les hiciera falta para estar completas, ahora eran una sola alma.
Sofia: Mi amor..
Emma: ¿Hmm?
Sofia: ¿Que piensas hacer sobre Daniel?
Emma: Daniel siempre fue un niño caprichoso, pero nunca imaginé que llegara hasta esto (suspiró)
Sofia: Estuvo equivocado en lo que hizo, pero le creo que solo quería tu felicidad.
Emma: Mi felicidad eres tú (le dio un tierno) Es mi hijo y lo amo. Si lo perdonaré, pero lo dejaré que sufra un poquito antes (sonrió pícara)
Sofia: Ay, Emma, que mala (dijo riéndose).
Emma: Amor.. te quiero hacer una promesa.
Sofia: ¿Cuál?
Emma: Te prometo nunca más poner en duda tu amor. Prometo confiar siempre en ti, y en este sentimiento que creció entre nosotras.
Sofia: Yo te amo, mi señora hermosa, solo a ti. Eso tenlo por seguro. Yo te prometo luchar a capa y espada por nuestro amor. No dejaré que nada ni nadie nos separe nunca más.
Emma sonrió y tomando a Sofia de la nuca la trajo hacia ella, sus labios uniéndose en un beso lento, suave. Uno que poco a poco fue subiendo de intensidad cuando sus lenguas se dieron paso, entrelazándose. Sofia se separó, agitada, uniendo sus frentes.
Sofia: Emma.. tienes que descansar para que te mejores (susurró)
Emma: Hmm.. tus caricias me sanarían más pronto (respondió, mordiéndose el labio)
Sofia: Eres una chantajista (riéndose) Está bien, tu ganas.
Sofia no se pudo negar, pues ella también se moría de las ganas de tener a Emma entre sus brazos. Sofia la tomó de la cintura, pegándola a su cuerpo, y Emma jadeó al sentir sus manos colarse por abajo de su bata de dormir, apoderándose de un seno. Sus labios se unieron una ves más en un beso, pero esta vez uno lleno de pasión y necesidad. Se habían extrañado tanto este tiempo apartadas que sus cuerpos pedían a gritos entregarse uno al otro y demostrarse cuanto se amaban.
La ropa desapareció, y Sofia tomó un seno de Emma en su boca, pasando la lengua sobre su pezon lentamente, succionando, dejándole pequeñas mordidas. Emma no pudo contener los gemidos, y su cadera se movía impacientemente, pidiendo más. Sofia fue bajando sus besos, y acomodándose entre las piernas de Emma pasó su lengua lentamente sobre su intimidad. Emma soltó un fuerte gemido, y cerró sus ojos, aferrándose a las sábanas con sus manos. Los movimientos de la lengua de Sofia sobre esa parte más sensible la llevaban al cielo. Los gemidos de Emma no paraban, y sentía que pronto iba a estallar de placer, cuando Sofia paró su dulce tormento, y subió acomodándose sobre ella. Emma la sujeto del trasero, y mirándose a los ojos, sus húmedas intimidades rozando, sus caderas se comenzaron a mover con necesidad.
Emma: Te extrañaba así, mi Sofi .. (jadeó)
Sofia: Ahh.. Emma...
Sus caderas se movían más rápido, y los gemidos de ambas inundaban la habitación. Las sensaciones que causaban ese roce tan intimo, los besos y susurros de amor las llevaron hasta la cima, las dos llegando a un éxtasis sin igual. Con respiraciones agitadas y sonrisas cómplices las dos se metieron abajo de las sábanas. Después de tantos días separadas esa noche durmieron envueltas en un abrazo que finalmente les brindo un sueño lleno de paz.
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𝓣𝓸𝓭𝓸 𝓜𝓲 𝓢𝓮𝓻
RomanceUn amor desmedido, que llega de la manera mas inesperada a las vidas de dos mujeres que van por caminos distintos. ¿Podrá ese amor derrotar esas barreras que las separan para abrir paso a la felicidad?