La siguiente mañana Sofia despertó, extendiendo su mano a su lado y al no sentir a Emma se sentó de golpe agitada, por un momento pensando que todo había sido un sueño. Se vistió rápidamente y al salir de la recámara se encontró a Emma en la cocina, preparando té y un desayuno ligero de pan tostado y fruta, descalza en solo una blusa suelta y panties. Sofia caminó hacia ella y la abrazó por la espalda.
Emma: Buenos días, mi amor (sonriendo)
Sofia: Buenos días, hermosa. Me encanta estar así de nuevo. No sabes cuanto te extrañaba (la estrecho más a su cuerpo, respirando profundo su aroma)
Emma: Yo igual Sofi (sonriendo giró, rodeando su cuello con sus brazos). ¿Que quieres hacer hoy? Llame a Mary para avisar que me tomaría unos días.
Sofia: ¿Lo que yo quiera? (Preguntó bajando sus manos a su trasero, apretando)
Emma: Lo que quieras, mi vida (jadeó)
Sofia la tomó de la nuca, enredando su mano en su pelo y unió sus labios en un beso lento, profundo, lleno de ardor. Jadeando, despojándose de la ropa, las dos terminaron en el sofá, amándose una vez más. Pues ellas no saciaban de sentirse, de estar en los brazos de la otra, de amarse desmedidamente.
Con la respiración agitada las dos permanecieron en el sofá un rato. Abrazadas y con las piernas entrelazadas, Sofia acariciaba el pelo de Emma.
Sofia: Ya se que más quiero hacer (sonriendo pícara)
Emma: ¿Hay más? (riéndose)
Sofia: Contigo siempre hay más (besando tiernamente sus labios). Quiero ir a un parque de diversiones.
Emma: Ay Sofi. ¿Hablas enserio?
Sofia: Muy Enserio. Y usted, mi señora bella, dijo que lo que yo quisiera.
Emma: Esta bien, vamos (dijo no muy convencida, mordiéndose el labio)
Es que esa señora seria de sociedad jamás había puesto un pie en un lugar de esos, ni siquiera cuando sus hijos eran pequeños. La verdad es que los juegos mecánicos la aterraban, pero por Sofia era capaz de todo, hasta de ir a un parque de diversiones.
Terminando de desayunar se dieron una rápida ducha y se dirigieron al parque. Emma con los nervios de punta, y Sofia llena de emoción como una niña. Al llegar tomó la mano de Emma, y fue directo a la rueda de la fortuna.
Sofia: ¿Nos subimos a este primero? Es mi favorito.
Con una gran sonrisa volteo a ver a Emma, y ella solo miraba la altura de la rueda, su cara pálida.
Sofia: Amor, no me digas que le temes a las alturas.
Emma: Si, es eso (riéndose nerviosamente)
Sofia: Estarás a mi lado, nada va pasar ¿Vamos, si?
Emma solo asintió con una pequeña sonrisa y la siguió a la fila. Llegó su turno y se subieron a la cabina. Cuando la rueda se comenzó a mover Emma, temblando, cerró fuertemente los ojos. Sofia al notarlo tomó su rostro en sus manos.
Sofia: Emma, mírame.
Emma abrió los ojos lentamente, y Sofia le regaló una dulce sonrisa.
Sofia: Te amo, mi amor.
Emma: Y yo a ti, mi Sofi.
Sofia se acercó a ella y unió sus labios en dulce y largo beso. Al faltarles el aire se separaron, y Emma volteo a ver hacía afuera. Estaban en la cima y comenzaban a descender. Tomó fuerte la mano de Sofia, pero ahora viendo el paisaje con una grande sonrisa en su rostro.
Sofia escogió subirse a otros juegos mecánicos igual de calmados, y para la sorpresa de Emma se divirtió tanto que Sofia. Es que al lado de ella todo cambiaba, se atrevía a cosas que nunca se hubiera imaginado en su vida. Pero llegó a un punto donde no pudo más y su fobia regresó. De alguna manera Sofia logró convencerla, y terminaron subiéndose a la montaña rusa. Al empezar a moverse el juego Emma apretó fuerte la barra de seguridad, con la velocidad incrementando el miedo la invadió, Sofia se reía a carcajadas divertida, y Emma gritaba como loca.
Emma: Ay, Sofi. Prométeme que no nos volvemos a subir a eso, siento que me va estallar el corazón (dijo al bajarse, su mano sobre su pecho y el pelo todo despeinado)
Sofia soltó una carcajada tomándola de la cintura y dándole un beso en la mejilla. Se veía tan tierna así.
Sofia: No seas exagerada amor. Es divertido, vamos otra ves (sonriendo traviesa)
Emma: No no no no (la tomó de la mano jalandola en la otra dirección) Se me sube la presión de solo recordarlo. Mejor vamos por un helado, que yo ya no estoy para esto.
Después de comprar los helados se sentaron en una banca, viendo el bello atardecer.
Emma: Sofi.. te tengo que confesar algo.
Sofia: ¿Que es? (Preguntó comiendo de su helado)
Emma: Le tengo pavor a los juegos mecánicos.
Sofia volteo a verla sorprendida y se comenzó a reír divertida.
Sofia: ¿Y me dices después que nos subimos a casi todos los juegos del parque?
Emma: Quería que te diviertas amor (le sonrió tierna)
Sofia: Ay, que voy hacer con usted, señora directora.
Emma: Es que a tu me das valor, mi amor. A tu lado me atrevo a cualquier cosa.
Sofia: ¿Cualquier cosa?
Emma: Mhmm.
Sofia: ¿Hasta casarte conmigo? (Preguntó su corazón latiendo a mil por hora)
Emma volteo a verla asombrada.
Emma: Me lo tendrías que proponer para saber mi respuesta (contestó con una sonrisa coqueta)
Sofia llena de nervios se arrodilló enfrente de Emma y sacó del bolsillo ese anillo que cargaba consigo desde que decidió regresar y luchar por su amor.
Sofia: Emma.. eres el amor de mi vida. Desde el momento que te vi me deslumbraste con esos ojitos bellos y te robaste mi corazón. Amo todo tu ser, y me harías la mujer más feliz del mundo si aceptaras ser mi pareja de vida.
Emma: Sofi.. (sus ojos se inundaron de lágrimas). Tu eres mi vida entera. Yo no conocía el verdadero amor hasta que llegaste tu. Por su puesto que aceptó, mi amor. Te amo tanto.
Sofia con manos temblorosas le puso el anillo a Emma, y tomando su rostro en sus manos, secando sus lágrimas con el pulgar, y unió sus labios en un suave beso lleno de amor.
~Últimos Capítulos~
ESTÁS LEYENDO
𝓣𝓸𝓭𝓸 𝓜𝓲 𝓢𝓮𝓻
RomanceUn amor desmedido, que llega de la manera mas inesperada a las vidas de dos mujeres que van por caminos distintos. ¿Podrá ese amor derrotar esas barreras que las separan para abrir paso a la felicidad?