Era uno de esos días en los que el cielo se veía apagado, las nubes bloqueando completamente el sol, el fuerte viento moviendo de un lado a otro las hojas de los árboles, al parecer todo indicaba que se venía la temporada de lluvias.
En algún lado de Nueva York se encontraba una chica poniéndose un abrigo y tomando un paraguas, iba a salir de casa.
- Cariño, ¿Irás a ver a Trinity? - Preguntó su madre colocando su mano sobre el hombro de su hija.
- Sí. - Respondió con frialdad en sus palabras, ella odiaba ir a ver a Trinity en dicho lugar. No era porque odiase a su mejor amiga, si no odiaba visitarla en aquel lugar, el hospital.
- Por favor le mandas un saludo de mi parte, pronto saldrá del hospital ¿no?
- Eso creo.
- ¡Espero que sí!
Con el finalizar de aquella pequeña plática, _______ salió de su casa, abrió su paraguas y comenzó su camino hacia el hospital. Afortunadamente no estaba lejos, por lo que podía ir a pie. Al llegar al hospital, se acercó a la recepcionista.
- Buenas tardes señorita ______. Viene a ver a la señorita Trinity ¿Cierto?
- Sí.
- Puede pasar, ya sabe dónde está su habitación.
_______ agradeció y camino hacia la habitación de su mejor amiga. Tocó la puerta y Trinity gritó desde el otro lado diciéndole que podía pasar.
- ¡Ya te extrañaba _______!
- Pero nos vimos ayer.
- ¡Aún así te extrañaba, tengo tantas cosas que contarte!
_______ sonrió, ella solía ser una chica algo reservada, pero Trinity solía sacarle su lado extrovertido, aquella chica tenía ese carisma que hacía que te quedaras a su lado. - Soy toda oídos.
Trinity hizo un espacio en la cama y con su mano le indicó a su amiga que se sentara, ______ se sentó a un lado de ella.
- ¡Los médicos me darán de alta en unos días, ya no tendrás que venir al hospital a visitarme!
Los ojos de _______ se cristalizaron completamente, no solía ser una persona muy sensible, pero... en ese momento su corazón bailaba de la felicidad, sentía tanta nostalgia, le agradaba ver a Trinity a salvo, le dolía verla en el hospital, pero al fin esa tortura llegaba a su fin.
- Me dijeron que mi cabello volverá a crecer ¡Ya extrañaba mis rizos rubios! - Trinity ladeó su cabeza un poco observando cómo las lágrimas de su mejor amiga caían por su rostro. - ¿Estás llorando?
- ¿No puedo hacerlo? - rió. - Es que... extrañaba salir contigo todos los días de paseo.
Una hermosa sonrisa se formó en los labios de Trinity. - Podremos volver a hacerlo ¿no?
- Sí. - sonrió.
- ¡Oh, me olvide de la otra noticia! Acaban de internar a un nuevo chico, intenté hablarle, pero es bastante callado. - rió.
- Eso es lo de menos, por fin saldrás del hospital, ese chico no importa. - rió.
- Si importa. - dijo Trinity parando en seco la risa de su mejor amiga. - Sus ojos se ven apagados, justo como se veían los míos al llegar al hospital...
La sonrisa de los labios de _______ desapareció. Estaba por decir algo, pero el sonido de la puerta abriéndose interrumpió su intento por decir algo.
- Buenas tardes Trinity. Es momento de que te des un baño.
- ¡Pero estoy con mi amiga!
- Ducharse es importante también. - rió. - Señorita ______ podría esperar a fuera mientras la señorita Trinity toma una ducha?
- Claro, ya le hacía falta un baño.
Las mejillas de su mejor amiga se inflaron, hizo un puchero y finalmente sacó su lengua.
Al salir de la habitación, la mente de ______ decidió hacerse bastantes cuestionamientos. Trinity tenía razón, era importante. ¿Por qué?
No solo Trinity estaba pasando por malos momentos, estaba segura de que probablemente todos los que se encontraban internados en aquel hospital la estaban pasando mal, incluso algunos no corrían suerte de salir de ahí y sobrevivir.
Fue interrumpida por el dedo índice de un chico, el cual tocó su espalda.
- ¿Necesitas algo? - preguntó dándose la vuelta.
- Creí que eras un maniquí.
- ¿Huh?
- Llevas bastante tiempo ahí sin moverte ni un poco.
- ¿Hay algún problema con que no me mueva?
- Eso debería preguntártelo yo. ¿Estás bien?
Un suspiro salió de sus labios. - Estoy bien, solo estaba pensando en algo.
- ¿En qué cosa?
- En este hospital. Me gustaría que todos salieran de este asqueroso lugar.
- ¿Eres paciente?
- No, soy visita. Pero me duele ver la cantidad de personas qué hay aquí, y pensar que posiblemente todos la están pasando mal, incluyendo a mi mejor amiga.
- Como paciente pienso lo mismo, me gustaría salir de aquí, pero no puedo hacer nada para hacerlo.
- Solo esperar para ver qué les deparará el destino...
- Exactamente.
La conversación terminó. ______ no tenía la intención de seguir conversando, solo quería ver si Trinity ya había terminado de ducharse. Comenzó su camino hacia la habitación de su mejor amiga sin mirar a aquel chico nuevamente, solo pronunció un "adiós".
- ¡Espera! - gritó el chico.
- ¿Qué?
- ¿Cómo te llamas?
¿Por qué preguntó su nombre? Sinceramente no tenía ni la más mínima intención de hacer un nuevo amigo, mucho menos de un chico que estaba internado en el hospital, no quería volver a sentir el mismo dolor de ver a otro amigo en aquel hospital. Pero... sus labios se movieron por voluntad propia y pronunció su nombre.
- Me llamo _______.
- Mucho gusto ______, mi nombre es Aidan Gallagher.
...
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Esta es la nueva historia que les traigo, espero la disfruten 💖
Quiero decirles algo antes, esta historia será muy diferente a la primera que hice, pienso que será más "realista" o más seria, así que espero les guste 🥺 Nos vemos en la próxima actualización uwu
Los amo :3