El viaje de regreso luego de la cita de esa noche entre Juliana y Valentina, fue silencioso, no hablaron mucho con palabras sobre lo importante que había sido este día para su relación, ni del nuevo nivel de intimidad que habían alcanzado. Aun así, cada vez que se miraban o cada mínimo contacto que tenían, iba cargado de una extraña tensión que no habían sentido nunca antes.
Mientras conducía, cuando ya estaban cerca de llegar a casa de Juliana, la pintora había tomado la mano de la joven chef en un intento por reconfortarla, intuyendo el temor de la morena, ante el enfrentamiento con su madre. Juliana se dejó reconfortar con ese gesto, solo con sentir la mano de la artista tomando la suya, mostrando su apoyo, le daba fuerzas para enfrentar lo que fuera.
Al llegar, Valentina se ofreció a entrar con ella, aceptar la responsabilidad de que Juliana llegara tan tarde a casa y disculparse con Lupita, pero la joven chef, previendo que si la pintora hacia eso, tal vez su madre incluso se molestaría más, no aceptó el ofrecimiento, entonces la artista se despidió de ella con un pequeño beso en la comisura de su boca, y le dijo que se quedaría un momento más afuera, por si acaso necesitaba tenerla cerca luego de entrar y enfrentar a Lupe, eso hizo que Juliana le dedicara a la pintora una mirada de agradecimiento tal, que hizo sentir a Valentina derretirse de ternura, se fue después de que la joven chef le enviara un mensaje asegurándole que todo estaba bien.
Esa noche, Juliana llegó a su casa a las 11:30. Justo antes entrar, se preparó mentalmente para la discusión que seguramente seguiría, pero el enfrentamiento entre ella y su madre no fue una discusión, fue una fuerte reprimenda, un regaño, Lupita no bajó a Juliana de irresponsable y se negó a escuchar razones, advirtiendo a la joven chef que le hiciera en la mañana como quisiera, ella no se iba a levantar para prepararle el desayuno, ni acompañarla a la estación del metro, mucho menos la despertaría si, debido a las altas horas de la noche que llegó, ella no escuchaba su despertador y se quedaba dormida.
Juliana finalmente aceptó el regaño sin chistar, pensó que su madre tenía sus razones para estar tan enojada con ella, ciertamente había sido irresponsable al dejar que se hiciera tan tarde, sabiendo la hora a la que tenía que levantarse para ir a trabajar, pero Juliana no podía evitar querer seguir en compañía de la artista y sin darse cuenta, las horas se le escurrían entre los dedos cada vez que estaban juntas. Luego de pedir una casi inaudible disculpa, se retiró a su habitación.
Ya acostada en su cama, y aun sabiendo que necesitaba hacer un esfuerzo por dormir lo más pronto posible, para poder levantarse fresca dentro de unas horas, Juliana pensaba en su día, pero más específicamente, pensaba en Valentina, ahora, en la oscuridad, se lamentaba profundamente haberse retirado de ese beso que la hermosa artista estuvo a casi nada de darle.
Juliana se cuestionaba ahora sus propios motivos, ciertamente la pintora había estado ahí con ella, independientemente de la discusión con su novio, antes incluso de intentar solucionar las cosas con él, Valentina había preferido pasar la tarde con ella. La artista le había dicho que, en ese momento, solo le importaba ella y la morena sabía que no tenía ninguna razón para desconfiar de sus palabras, las acciones de la pintora le confirmaban su veracidad. Y Juliana, en lugar de dejarse llevar por el sentimiento que claramente Valentina imprimía en sus acciones, había permitido que sus inseguridades la dominaran. —te distrajo un estúpido saco colgado en un perchero, prenda que pudo haber llegado ahí de mil maneras, Juliana— se reprochaba la joven chef, llevándose las manos a la cara.
Lo que más molestaba a Juliana, es el hecho de que, en su mente, ya había esbozado ese beso muchas veces durante el tiempo que tenía de conocer a la pintora, lo anhelaba y ahora, el haber estado realmente tan cerca, la doblegaba, no podía dejar de pensar en su cálido aliento tan cerca de su cuello, la suavidad de sus manos acariciando su espalda, el delicado y vacilante toque de sus dedos, retirando un mechón de su cabello, y luego, sus labios llenos y sonrosados exigiéndole delicadamente que se dejara besar.
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El Color De Tus Besos
FanfictionJuliantina AU Valentina Carvajal es una pintora que siente que su vida a perdido su color y que ella está perdiendo todas sus ganas de vivirla. Juliana Valdés es una joven chef con muchas ganas de vivir Cuando sus destinos se encuentren, sus vidas s...