Expresando mas allá de las Palabras

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Cuando Valentina despertó esa mañana, pudo sentir los cálidos rayos de sol acariciando sus cabellos dorados y la refrescante sensación del amanecer bañando su piel, se sentía alegre y rebosante de vitalidad, miro el reloj sobre el buró, eran las 7 de la mañana, bastante temprano, pensó, considerando que hoy era día de descanso, se estiró lujosamente sobre la cama y suspiró con satisfacción, el día anterior había sido mucho más que un buen día, había sido un día redondo y perfecto, no podía menos que despertar esta mañana satisfecha y feliz, lo único que podría hacer mejor a este amanecer, haciéndola sentir completamente plena, sería contar con la presencia en su cama de la hermosa chef de ojos color chocolate, pero aún no había tenido la oportunidad de experimentar ese placer, de pasar una noche entera junto a ella y verla despertando entre sus brazos.

Había pasado un poco más de un mes desde que empezaron a salir como novias, aunque ninguna había dicho las palabras, y las cosas entre ellas desde entonces habían sido simplemente maravillosas, irse conociendo cada vez más íntimamente derrochando amor y confianza era una de las experiencias más increíbles que había vivido hasta ahora.

El día anterior se habían entregado completamente, en cuerpo y alma, Valentina aun podía sentir a la morena temblando entre sus brazos debajo de ella y aun podía escuchar sus gemidos bajos mientras le hacía el amor, bañando su figura de besos y caricias, su cuerpo recordaba la sublime sensación de derramarse sobre su amor, con sus dedos dentro de la joven chef, llenándola por completo. Aún podía sentir su propio clímax recorriendo su cuerpo entero, haciendo vibrar cada terminación nerviosa, mientras Juliana le regresara el favor, siguiendo las suaves instrucciones de la pintora, aplicando todos los nuevos conocimientos adquiridos juntas.

Contra todo pronóstico, la oportunidad se había dado un lunes. Juliana la había acompañado a su departamento luego de salir del trabajo, en un acto de rebeldía del que la pintora misma había sido la más beneficiada, la joven chef le había dicho a Lupita que saldría esa tarde con sus compañeros de trabajo, después de todo, el martes era su día de descanso, no es como si fuera a incumplir su responsabilidad en el trabajo si llegaba tarde en la noche o si se levantaba tarde por la mañana. A pesar de que las cosas se habían calmado con la madre de la morena, la chica prefirió decir esa pequeña mentira, y Valentina no era quien para juzgar sus decisiones, ella misma todavía no sabía muy bien cómo manejar las cosas con Lucia.

Valentina había estado hablando con su madre, sobre todo los sábados durante los desayunos, y en todas esas pláticas Lucia había mostrado interés en la amistad de su hija con la joven chef, Valentina había descubierto que luego de los meses tan turbios en lo que había estado tan ausente, las cosas con Lucía habían vuelto rápidamente a la normalidad, la complicidad entre madre e hija se había mantenido intacta y la pintora se sentía cómoda hablando con su madre, del trabajo, de las amistades y de las relaciones humanas en general, no podía pedir consejos directamente relacionados con su nueva situación sentimental con la joven chef, pero su madre siempre tenía sabias palabras y consejos que darle en general sobre el amor

La pintora sospechaba que su madre sabía más de lo que dejaba ver y se planteaba la posibilidad de hablarle sobre la verdadera relación que tenían, pero algo la detenía, pensó que lo más adecuado, era presentarlas, que hablaran, que se conocieran y luego ir viendo cómo se daban las cosas. Le comentó a Juliana su idea y aunque la morena se veía nerviosa al respecto estuvo de acuerdo con el plan, la idea era que ese mismo martes, irían a comer a casa de Lucia para presentarlas.

Valentina había llamado a su madre después de ponerse de acuerdo con Juliana para preguntarle si podían ir a comer todas juntas, y Lucía le comentó que le encantaría preparar una comida para ella y su amiga cualquier día de la semana, la pintora sabía que el único día disponible de la joven chef era el martes, por eso quedaron que el siguiente martes, o sea hoy, lo harían, la pintora también estaba nerviosa, pero no quería mantener a la joven chef más tiempo oculta para las personas más importantes de su vida, su madre y su hermano.

El Color De Tus BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora