12. Capitulo

780 47 0
                                    

-Te espero en mi cuarto- le susurro él a Lia mientras subía las escaleras, ella le dio una sonrisa mientras lo veía subir, después subió y fue a cambiarse para luego ir al cuarto del joven, llamó a la puerta, escuchó la voz de Jack decirla que pasara y entro a dentro, su rostro cambió a uno de sorpresa, tapó su boca con sus manos y abrió sus ojos, asombrada por lo que veía, el joven había decorado el cuarto con pétalos de rosas y velas, creando un ambiente romántico y tierno, un gesto nada común en el hijo de Hades, Lia corrió hacia sus brazos y lo abrazó mientras besaba su cara

-Es precioso- dijo ella observando todo

-Sabia que te gustaría- Jack cogió a Lia y la besó con fogosidad, a lo cual ella correspondió, poco a poco, el calor en la habitación fue subiendo hasta que la muchacha acabó tumbada en la cama, con Jack encima de ella, su cara de preocupación se activó cuando Jack bajó por su cuello, quitando lentamente la sudadera que la muchacha llevaba encima

-Jack- susurró ella entre jadeos, este dejó de besar el cuello de ella para mirarla a los ojos

-Entiendo que no estés lista aún- Lia se mordió el labio, el gesto tierno de él la había hecho la había conmovido pero negó con la cabeza

-Si, estoy Lista- la firmeza de las palabras de Lia dejó habla al hijo del dios del infierno, el cual la besó dulcemente en los labios, ella estaba segura, quería perder su virginidad con Jack, quería disfrutar del tiempo que tenían juntos antes de que se agotara, el muchacho comenzó a quitar la sudadera de la joven, para después arrancarle la pequeña camiseta que tenía debajo, la mirada de Jack recorrió los pechos de Lia, expuestos sin nada debido a que ella había decidido no ponerse sujetador, su lengua hizo un recorrido desde su garganta hasta sus pechos, torturándola, Lia echó la cabeza hacia atrás -Aj Jack no me tortures- de pronto atacó unos de los pechos de Lia y esta gimió ante la sensación, mordió y succionó todo por su paso, volviendo aquellos pequeños botones de un color rosado, Lia quito la negra camiseta del muchacho, dejando expuesto su perfecto abdomen y sus tonificados músculos

-¿Te gusta lo que ves uh?- preguntó el con voz ronca, ella se sonrojó y asintió mientras el mordía la clavícula de Lia, creándole chupetones, una mano se coló por los pantalones de Lia, acariciando su clítoris por encima de la ropa interior -La pequeña diosa se moja por mi... vaya-

-Jack por favor- susurró ella

-¿Quieres que te toque?- un murmullo de afirmación escapó de sus labios -Bien- con una agilidad increíble, Jack quito las bragas de Lia y metió en ella dos de sus dedos, está gimió en cuanto sintió que hacía círculos, arqueó la espalda, cada movimiento la llevaba a la locura y no se contuvo, el orgasmo la golpeó y dejó todo fluir -Joder Lia, estás lista para que te folle- aquello hizo que ese orgasmo fuera todavía más fogoso, la joven quitó los pantalones al muchacho, seguido de sus bóxers, acarició lentamente su miembro, el cual estaba duro y caliente, enrollándolo en su mano jaló de él, Jack gimió, mordió su labio y colocó sus manos sobre las de Lia, indicándole como quería que fuera el ritmo, esta, no muy experta pero siguiendo lo que le decía el muchacho obedeció, cuando Jack sintió que no podría aguantar más, quito las manos de Lia de él -Quiero correrme en ti- la besó ferozmente mientras se posicionaba en su entrada, esta cerró los ojos, se sujeto a los hombros de él y respiró profundamente -Mírame Lia- ella obedeció y miró al muchacho, su mirada de deseo la hizo estremecerse, junto su mano con la de él y lentamente entró en ella

-Jack duele- susurró ella con algunas lágrimas cayendo alrededor de sus ojos

-Shhh ya va a pasar- dijo él besando su cara para calmar el dolor, este se adentró un poco más en ella la cual gimió de dolor, Jack se quedó quieto, besando dulcemente a la muchacha, después de unos segundos, el dolor se disipó y ya no sentía ningún escozor

-Jack- aquella señal significaba que ya podría empezar, este comenzó a moverse dentro de Lia, metiendo y sacando su miembro de ella, él roce de sus cuerpos, sus gemidos y los sonidos que provocaban retumbaban por toda la habitación, con cada estocada el ritmo se aceleraba y sus cuerpos se calentaban llenándose de lujuria y deseo por llegar al climax, las piernas de Lia estaban enrolladas a la cintura de Jack mientras se sostenía a él, entonces ambos llegaron al orgasmo, fundiéndose en el, sus respiraciones agitadas era la único que se escuchaba, se quedaron mirándose a los ojos, Lia sonrió inconscientemente, acababa de hacerlo con Jack y no se arrepentía, este besó su cabeza y se quedaron allí, abrazados, sin decir nada, debido al cansancio, ambos se durmieron.

La Elegida del Olimpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora