Cuando la hija de Zeus es llevada al instituto para hijos de dioses deberá aprender con quien debe juntarse y con quien no.
Pero en su estancia allí no esperaba enamorarse del hijo del dios del inframundo desencadenando una guerra en el Olimpo.
Un mes después, todo había cambiado. Zeus nunca estaba en casa, decía que tenía asuntos en el Olimpo, por su parte su esposa se negaba a contestar las preguntas de sus hijos sobre su padre, encerrándose en su cuarto y dejando de hablar al mundo. Hércules vivía con Venus cerca de Lia, en una gran casa decorada al gusto de la hija de Afrodita y parecía marcharles demasiado bien. Hades preparaba sus tropas para la guerra y alistaba todo para tomar lo que antaño fue suyo. Jack y Lia habían dejado de hablar casi, sus conversaciones eran demasiado cortas y escasas, el muchacho trataba de no perder la cabeza con su padre y Lia de saber que diablos pasaba con todo. Por su parte Poseidón había declarado que le daría a su hijo su tridente, convirtiendo a Tritón el rey de los océanos.
-¿Entonces mañana es la coronación?- le pregunto Lia a su hermano -No creía que el tío quería quitarse tan rápido su puesto-
-Ya sabes como es y tras la aceptación de Tri, todo ha sido muy apresurado- respondió este cerrando su libro y entregándoselo a la joven -Nada, aún no hay nada- Lia suspiró
-¿Porque Zeus nos oculta esto?- Hércules se encogió de hombros
-Ni idea pero estoy apunto de perder la cabeza- se sentó al lado de Lia que revisaba unos papeles -Casi ha comenzado el verano-
-¿Y?- pregunto esta
-Padre te querrá casar para que heredemos el Olimpo- esta trago en seco, se le había olvidado completamente -Tranquila, ahora no pienses en eso, ya se me ocurrirá algo-
-¿Cuantos días quedan?- pregunto ella
-Catorce- susurró el, Lia asintió y volvió a los papeles, tiempo después bajaron a comer para entrenar un rato y meterse de nuevo en su cuarto
-Asher- musitó Lia al gato dormido en su cama, este se dio la vuelta, despertándose y mirando con sus azules ojos como platos a Lia
-Estaba dormido- dijo el -¿Que quieres?-
-¿Cuando fue exactamente la primera guerra?- pregunto ella haciendo que el gato maullara
-Ahora no me acuerdo Lia- respondió -Fue hace mucho-
-Vamos tienes que saber más o menos- suplico ella, el gato se lamió la pata y volvió a cerrar los ojos
-Creo que fue en... noviembre- respondió este -Déjame dormir en paz, tengo que estar bellísimo para mañana- el gato volvió a dormir y esta suspiró, dándose la vuelta en la cama y tratando de conciliar el sueño.
-¿¡Rojo!?- exclamo Lia -¡No quiero ponerme rojo para la coronación!- exclamo señalando su vestido
-Te aguantas, es lo que toca- respondió su madre cepillándose el pelo -Y estate lista, llegamos tarde y Hércules tiene que venir a buscarnos-
-¿Y papá?-
-No se si vendrá-
-¡Como no va a venir a la coronación de su sobrino!- dijo esta al ver lo poco que les decía su madre sobre él, no respondió y salió de su cuarto dejando a Lia echa una furia
-¡Madeleine!- dijo esta -¿Hay alguna forma de cambiar el vestido?-
-Me temo que no cariño- la anciana señora se colocó las gafas -Venga vamos a cambiarte, es tarde ya- esta asintió mientras trataba de calmarse, no quería usar el color, pero obligada lo hizo
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