La Elegida del Olimpo

14. Capitulo

La semana en el instituto de los dioses había pasado rápido y varios eran los encuentros que habían tenido Jack y Lia, en los baños, la clase de historia, vestuarios del gimnasio... hasta en la mesa del director, Lia sintiéndose como en un sueño del que no quería despertar y Jack bajo la constante presión de Hades, volviendo a la realidad, Lia se encontraba envolviendo los regalos de los invitados junto a Venus, las criadas y su madre

-¿Entonces Lia lo harás con Pegaso?- esta suspiro, su hermano insistía con que La muchacha hiciera aquel numero junto a su alado caballo

-Si así consigo que os calléis, SÍ- respondió esta ya harta de escucharlos, Venus sonrió mientras acababa de envolver el ultimo regalo -Listo, ahora... ¿donde sera mi despedida de soltera?- Lia abrió los ojos ¡mierda! se había olvidado completamente de aquello, trago en seco y buscó una escusa creíble -Tiene que ser hoy ya que la de Her también lo es- !MIERDA, MIERDA Y MAS MIERDA!

-Ehhh si, es una sorpresa pero si va a ser un lugar muy guay y... nos lo pasaremos genial- la hija de afrodita pareció conformarse con aquello, Lia se levanto de la silla y camino hacia la puerta -Debo de ir al baño- murmuro para luego salir corriendo -JODER- su grito retumbó por las paredes de su cuarto mientras cerraba la puerta

-¿Problemas princesa?- pregunto Jack apareciendo en la habitación de la joven

-Mal momento Jack- dijo esta estresada moviéndose de un lado del cuarto al otro

-¿Acaso tienes que organizar una despedida de soltera para esta noche y no sabes como?- la muchacha se paro delante del joven que comía una manzana roja mientras la sonreía maliciosamente

-¿Como lo has?- miro hacia un lado y rió

-Intuición- desde que vinieron de la casa del lago Jack dedicaba su tiempo a observar a Lia desde el inframundo -¿Cuando es la boda?-

-Este sábado y estamos a Jueves- respondió ella sentándose en la cama -¿Que debo hacer?-

-¿Que tal un viaje a la tierra?- Preguntó Asher saliendo de debajo de la cama de Lia tras haberse comido su ración de ratones, miro de mala forma a Jack para luego subir a las piernas de Lia, la diosa acarició el pelaje del animal

-No estaría mal- susurró -Pero si padre se entera...-

-Te mataría- completo Jack -No sé si es buena idea-

-Estás a pocas horas y se te acaban las ideas-

-No pasará nada Jack, llevaré a las chicas a algunos lados y listo- le convenció la rubia al peli negro, el cual suspiró pero tuvo que acabar aceptando -¿Pero que lados?- el gato maulló de desperación

-Por el tiempo en el que viví en la tierra, descubrí que los humanos suelen ir de compras al centro comercial e ir a Spas donde les dan masajes, comer en restaurantes, salir a discotecas... prueba a hacer eso con las chicas-el animal bajo de las piernas de su humana y se marchó a por su almuerzo, Lia suspiró y tumbó en la cama, Jack fue a su lado y se sentó

-Odio odio odio las bodas- dijo esta exasperada -No es ni mía y tengo que organizarla- Jack río y la muchacha lo fulminó con la mirada -¿Porque has venido?-

-¿No puedo venir a ver a mi increíble novia?-esta sonrió sin tragarse aquella excusa -Mi padre me tiene harto y el inframundo es aburrido-

-¿Que pasa con Hades?-

-Solo... quiere enseñarme a tratar a los muertos... ya sabes- desde que el dios se entero que su hijo se había acostado con Lia, comenzó su plan para tomar el Olimpio, estaba tan obsesionado que pasaba las noches enterando a sus tropas y escabulléndose para buscar aliados, la guerra, estaba cerca y nadie se podía imaginar lo que vendría, Lia frunció el ceño, Hades era inmortal ¿porque querría enseñar a su hijo hacer algo a lo que él estaba condenado de por vida? Zeus al menos los preparaba para que gobernasen el Olimpio ya que el, aunque seguiría siendo el jefe supremo, se jubilaría de aquel cansado trabajo (aún que no en su totalidad) pero la joven solo asintió, Jack se acercó a ella y la besó, Lia sonrió en sus labios y este subio de nivel el beso, la muchacha se separó de él y besó su cuello con lentitud, encendiendo a Jack, entonces succionó hasta provocar un chupetón para después separarse y sonreírle victoriosa mientras este le fulminaba con la mirada