18. Capitulo

726 40 0
                                    

-¿No crees que es tarde para que estes despierta?- pregunto Asher a la muchacha que revisaba en su escritorio unos papeles

-¡Me mata no saber la verdad!- exclamo ella al gato que se relamía el pelaje -No entiendo porque me ocultáis esto... ¿el nacimiento de que? ¿Porque fui un rayo de luz?- El gato suspiró cansado

-Quizá no has buscado en el lado correcto...- este de tumbo en la cama y se estiró -Zeus nunca hubiera dejado que nadie leyera todo el pergamino, por eso lo rompió-

-¿Que sabes del pergamino?- pregunto ella levantándose de la silla sorprendida, el gato ronroneo

-Se que, algo importante ponía para que tu padre lo rompiera y escondiera el otro cacho- Asher cerró los ojos y no dijo nada más, Lia resopló y volvió a los documentos en su mesa

La fuente de la juventud contaminada
Las tropas muriéndose de enfermedades desconocidas
Los mares agitados
Las criaturas siendo extrañamente soltadas
Los animales refugiándose y perdiendo el norte como esperando a alguna catástrofe
La luz del sol no salía debido a las nubes grises que lo tapaban
La tierra no estaba floreciendo

¿Que pasaba y porque no nadie sabía que hacer?
La muchacha harta se tumbó en su cama, apago la luz y trato de dormirse.

Los días pasaron y las preguntas de Lia cada vez eran mayores, pasada una semana, llegado el día que Hércules volvería junto a Venus, la rubia estaba cada vez con más cansancio

-Tienes mal aspecto- susurro Madeleine acariciando su mejilla -¿Estas enferma?- Lia negó con la cabeza

-Supongo que será todo el trabajo, menos mal que Her viene ya hoy- esta acabó de tomarse su té para subir a su cuarto y cambiarse, la puerta sonó y el primogénito de Zeus entró acompañado de su esposa que sonreía feliz a todo el que se encontraba, Lia bajo por las escaleras y su hermano se quitó las gafas de sol para después recibirla entre sus brazos -Te he echado de menos-

-Solo ha sido una semana- dijo el, Lia abrazo a Venus para volver a Hércules -¿Que tal todo?-

-Mal- susurro ella -Supongo que no te has enterado, he estado a cargo del Olimpo- este miro con asombro a su hermana, sin saber de esa noticia -Tenemos que hablar-

-Yo voy a ver a mi madre, nos vemos luego Her- Venus beso la mejilla de su marido y se despidió de Lia para volver a su carruaje y partir a la mansión de Afrodita, ambos jóvenes subieron hacia la sala de reuniones

-¿Padre a salido por asuntos?- pregunto esté al escuchar la historia de su hermana -Que extraño, el nunca se marcha, menos con problemas-

-Si y al parecer los dioses nos ocultan algo- esta suspiró -Esto esta siendo una locura-

-Y que lo digas- ella retornó su mirada hacia los ojos azules de su hermano

-¿Que tal la luna de miel?-

-Venecia es bonito- respondió este con simpleza, ella le dio una sonrisa divertida y rodó los ojos -La cama también era cómoda- esta echo a reír y Hércules la siguió

-Con suerte habréis visitado algo que se os quedará en la memoria para toda la vida- Lia se levantó y cogió algunos libros del estante -Ahora que estas aquí podrás ayudarme con todo, empieza por esto- su hermano recogió los tres pesados libros haciendo un puchero con el labio

-¿Tanto?- esta le palmeo la espalda y salió de la habitación dejando a este resoplando cansado.

Después de varios entrenamientos y tareas, Lia se acostó en la cama agotada, Asher se encontraba a su lado durmiendo plácidamente, mañana debía volver al instituto después de su semana y aquello le quitaba las ganas de todo.

La Elegida del Olimpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora