Cuando la hija de Zeus es llevada al instituto para hijos de dioses deberá aprender con quien debe juntarse y con quien no.
Pero en su estancia allí no esperaba enamorarse del hijo del dios del inframundo desencadenando una guerra en el Olimpo.
Esa mañana, podría haber sido con facilidad el mayor caos de la historia, las sirvientas corrían de un lado a otro histéricas, la madre de Lia daba órdenes aún en albornoz y las muchachas temblaban sin saber que hacer
-¡Necesitamos que se comiencen a vestir!- exclamo Afrodita que ya estaba con su hermoso vestido rojo carmesí y su maquillaje llamativo -¡Venus!- regaño a su hija que recién acababa de salir de ducharse -¡PONTE CON TU PEINADO!- Nadie había visto a la diosa del amor así en siglos
-Mama no grites hay tiempo- susurro ella tratando de calmar a su madre
-Esto acaba en catástrofe- dijo Metis sentándose para que la comenzaran a maquillar, el cuarto de Lia en pocas palabras era el campo de batalla, los vestidos estaban colocados a un lado y las maquilladoras y estilistas preparaban a las damas de honor con esmero bajo el ojo de la diosa del amor
-¿Donde está Lia?- pregunto la esposa de Zeus al ver que su hija no estaba.
Por su parte Lia no quería estar en medio de esa gran locura, se había despertado pronto esa mañana y había decidido ir a caminar, se encontraba dando una vuelta por los jardines cuando se paró en la fuente donde una vez de niña se cayó y Hércules tuvo que rescatarla, para entonces ella era demasiado pequeña y no sabía nadar, el susto de sus padres y la expresión de terror de Hércules eran todo un show, sonrió recordando los ojos azules de su hermano llamándola
-¿Aburrida?- una voz a sus espaldas, grabe y desconocida la hizo darse la vuelta, un hombre con el cabello oscuro, los ojos negros y una expresión seria con tatuajes en su cuello y manos se encontraba detrás de ella, no lo conocía en absoluto, jamás le había visto
-¿Disculpa, tú eres?- pregunto ella analizando al sujeto, tenía un poco de perilla, iba vestido con un traje sin corbata, este la sonrió para después mojarse los labios y contestar
-Soy Alexander-
-Nunca te he visto Alexander- susurro ella -¿De donde vienes?-
-Del sur- respondió -Vine para asistir a la boda pero me ha surgido un problema y debo marcharme-
-Una lastima- respondió ella aun sin fiarse del muchacho
-¿Porque no estás dentro preparándote?- ella arrugó sus cejas -Es difícil no saber quién eres Lia-
-Me conoces- susurro ella observándolo detenidamente -¿Porque?-
-La hija de Zeus fue siempre un misterio pero nunca fue un secreto saber que aparte de Hércules había otro...- comenzó a dar vueltas alrededor de ella, esta la siguió con la mirada
-¿Que eres?- pregunto tratando de no perder los nervios
-Un semidiós- respondió este -Nunca conocí a mi padre, fui criado en el mundo de los mortales hasta mis dieciocho donde fui dejado entrar en el Olimpo- algo en Lia le decía que no debía fiarse, por lo que cambio el rumbo de la conversación
-Tienes razón debo irme ya- respondió tratando de alejarse pero este la tomo de la muñeca
-Dale las felicidades a Zeus de mi parte- dijo el -Adios princesa- besó su mano para después soltarla, Lia no dudó en marcharse corriendo de allí, entrando de nuevo al palacio
"Que tipo más raro" pensó
Fue hacía su cuarto donde vio cambiadas a Metis y Kore, luciendo hermosos vestidos y peinados
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