Pov Genobeba
-Bien, veamos si lo llevo claro. Tú madre se llama Aline Gendrig, es británica de nacimiento, amante de las rosas, la música clásica y las compras excesivas. Tú padre, Samael Hell, un latino que triunfó en el primer mundo dejando atrás a toda su familia. Hombre serio, de carácter reservado, amante de los puros, las corbatas y a pesar de su fuerte carácter, adora como a nada a su esposa. Elene Hell, joven...estudia diseño de moda, es alocada y soñadora, con un gran futuro por delante y un amor desmedido por romper las reglas. Y por último lo más importante...Salvador Hell...tienes 33 años y llevas muchos años lejos de tu familia. Amante del deporte, el café y un buen libro.
Tome aire y sonreí gustosa. Aquella era toda la información que necesitaba saber y la tenía bastante clara.
Salvador sonrío orgulloso y aplaudió sin hacer sonar las palmas contra las manos.
-Eres un genia. Nunca creí que te aprenderías todo eso de memoria en solo dos días.
Yo solté el aire retenido y lo mire.
-Espero que tu también te sepas la información que te di. Es bastante importante que mi papá no encuentre errores en nuestra historia.
-Yo sigo pensando que sería mejor inventar algo más creíble. Nadie se va a creer que me enamore de ti después de que me tiraste el café en la cara.
-Se lo creerán porque es la verdad. Si inventamos una historia tu iras dando unos detalles y yo otros. Eso no puede pasar.
El castaño se dejó caer por enésima vez en el asiento y contó hasta diez. Le estaba costando demasiado hacer las horas de vuelo y yo ya no sabia como distraerlo.
-Georgia Rosindwl y Gerad. No se porque no me hablaste de tu padre, pero eso me llevo a la conclusión de que no le tienes demasiado cariño. No había mucho que estudiar en cuanto a ellos y en cuanto a ti, estoy tranquilo...27 años, alérgica a las fresas, amante de las películas románticas y el champán. Tienes pocas amigas en tu país natal y muy a mi pesar, porque yo los adoro...le temes a los perros. Creo que con eso voy bien.
Se veía guapo con los ojos cerrados y la cabeza ligeramente inclinada.
¿Qué digo?
Él se veía guapo de cualquier manera. Solo que así podía verlo sin que el lo notase.
Después de cuatro días, los dos estábamos juntos en un avión con destino a Londres y mi novio falso parecía estar sufriendo demasiado solo por el hecho de estar en un avión.
Después de nuestra primera reunión él me había citado para entregarme un informe detallado de sus padre y de si mismo. Yo en cambio lo había resumido todo a los nombres de mi padres y algo sobre mi.
-Pues parece que ya estamos preparados. Esta noche llegaremos al "evento" de mis padres y de ahí nos vamos a ver a los tuyos. Nos quedaremos un par de días y volvemos a Las Vegas—Suspire soltando el aire y sonreí—parece fácil.
-Hay algo de lo que no hablamos...-Dijo él unos minutos después y abrió los ojos para mirar con detenimiento mi reacción-...Nosotros seremos novios, y por lo tanto deberemos darnos la mano, abrazarnos e incluso darnos algún beso.
Tras sus palabras yo sentí las mejillas arder y tuve que apartar la mirada de sus ojos. Ya había pensado en eso, y la verdad el idiota era muy guapo, así que no sería un sacrificio muy grande besarlo, pero no le diría eso a él.
-Ya lo había imaginado y puedes estar tranquilo, ya me prepare psicológicamente.
Tal y como había imaginado, aquel fue un golpe directo a su ego. Lo vi abrir la boca de forma dramática y negar con expresión ligeramente ofendida.

ESTÁS LEYENDO
Heridas Del Alma
RomanceSalvador Hell y Genobeba Rosindwl son dos personas que sin saber como ni cuando se verán envueltos en una mentira bastante real. Genobeba tenia un problema gigante y estaba desesperada por encontrar la solución. Salvador estaba en un apuro y no sab...