Pese a lo que yo pudiera pensar. Después de aquel no hubieron más besos.
Pero si miradas cómplices, toques accidentales, susurros y sonrisas llenas de sonrojos por mi parte.
A mi no me molestaba que el no intentará besarme. Al contrario, era un tiempo prudencial que me estaba sirviendo para ver las cosas desde otra perspectiva.
Él me gustaba sí, ya estaba más que confirmado y en esos días también me di cuenta de que comenzaba a sentir cosas por él.
No quería alejarme, no quería perderlo y si no quería que esas cosas pasarán tendría que darme la oportunidad. Ya solo faltaba que el deseara lo mismo.
A diferencia de la primera semana, por esos días salimos solos varias veces.
A desayunar, al museo, una vez más a la ópera y una de las últimas noches, Salvador me dijo que iríamos a un bar al que sus amigos nos habían invitado.
En esos días y en especial esa noche, estuve totalmente segura de que al menos físicamente él sentía una gran atracción por mi.
Porque cuando me vio enfundada en un corto vestido verde de cuello alto y magas largas que se ajustaba a todo mi cuerpo como si fuese una segunda piel sus ojos color avellana se oscurecieron.
¡Le habia gustado al menos físicamente!
Luego también decubri que él sentía celos de que otros hombre me mirasen.
Mientras entrábamos al bar, él tomo mi mano y entrelazó nuestros dedos.
-¡No te alejes!
Grito para que yo lo escuchará por encima de la música.
El lugar estaba oscuro y las luces de colores cambiando me aturdieron algunos segundos.
-¿Te gustan estos sitios?
Interrogue realmente curiosa. Quería saber más de él, conocerlo mejor para saber que era esa elecrltricidad que me estaba recorriendo el cuerpo de solo verlo sonreír.
-En realidad ya no tanto. Pero cuando era joven este era mi bar favorito.
Caminamos entre la gente y en algún momento su mano soltó la mia y atravesó mi cuerpo por la espalda. Me sujeto de la cintura y me pego a su cuerpo de forma posesiva.
Yo lo mire y sonreí entre dientes. Él ladeo la cabeza y sonrió también sin decir nada.
Llegamos a la mesa de sus amigos y casi de inmediato comenzamos a relacionarnos. Él hablaba con sus amigos y yo rápidamente entable una conversación con sus amigas.
-Hoy te vez diferente.
Comentó la morena tomando algunos mechones de mi cabello en sus manos.
-Digamos que hoy recibí noticias bonitas.
Neptali entrecerró los ojos con picardía y se acerco para no tener que gritarme.
-Dejame decirte que esas noticias bonitas te hacen brillar los ojos.
-Especialmente cuando miras a cierto castaño que por cierto, no deja de mirarte.
Casi de inmediato busque sus ojos avellana y me sonroje al encontrarlo mirándome de forma intensa y contrario a mi, él no alejo la mirada.
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Heridas Del Alma
RomanceSalvador Hell y Genobeba Rosindwl son dos personas que sin saber como ni cuando se verán envueltos en una mentira bastante real. Genobeba tenia un problema gigante y estaba desesperada por encontrar la solución. Salvador estaba en un apuro y no sab...