Capítulo 14 (Desenlace)

938 83 9
                                    


Descargo de responsabilidad: Los personajes de Victorious no me pertenecen.

Capítulo 14

Pov Jade

Ayudo a Nara a acomodar su ropa y la de los niños en los armarios que desocupé en mi habitación. Mis hijos saltan juguetones sobre mi enorme cama King y respiro aliviada al saber que están lejos de toda esa mierda provocada por Feraud. La decisión de venir a mi departamento fue la acertada. Si nos hubiéramos tardado un par de horas más, la prensa nos tendría a su merced. Ese cabrón había divulgado con ciertos medios la dirección de mi familia. Quisiera tenerlo en frente y darle su merecido. Es un cobarde inescrupuloso. De mi corre protegerlos, y así haré. Nada, ni nadie los dañarán a los tres.

Observo a Nara suspirar. Su rostro contrito me parte el corazón. Me acerco hasta ella y la abrazo por la espalda, recuesta cansada su peso en mí. Desearía poder evitarle todo esto. – No estás sola.

- Yo...joder...la situación me avasalla. – Jadea despacio para no llamar la atención de nuestros hijos. Beso su sien intentando reconfortarla. – Ver a toda esa gente opinando de mi vida, de mis hijos, me llevan al límite. Mi estúpida debilidad me ha traído hasta aquí. Si no hubiera aceptado esa tonta oferta...

- Shhh. Te equivocas. No tienes la culpa. Entre Derek y yo te hemos lastimado. ¡No es tu culpa! – Refuto girándola para encararla. Lágrimas caen de sus orbes azules. Con mis labios las recojo antes de depositar un beso en sus labios. – Esta vez no te dejaré. Voy a protegerlos. Lo prometo.

- Me cuesta creerte...

- Lo sé. Pero voy a demostrártelo con mis acciones. Yo haría todo por ustedes. Los amo con toda mi alma, son mi vida. No olvides eso. Yo estoy para ti, amor. – Picoteo sus labios una vez más. Ella es la mujer de mi vida.

Terminamos de ordenar la ropa. Nara alista a los niños para una ducha. Están sudados y pegajosos. Temporizo el agua en la tina y aunque cuesta interrumpir sus juegos, los bañamos juntas. – Me gusta tu casa. Es bonita y grande. – Afirma mi hija. De inmediato, su hermano la secunda. – Tus ventanas gigantes me dejan ver todo. Carros, personas... - Extasiado detalla.

Debo mencionar que antes de que ellos vinieran, ni abría los ventanales que reflejaban a todo Nueva York. Llegaba a este lugar únicamente a descansar. Cuando lo compré solo fue para independizarme, para tener mi privacidad y espacio propio. Me daba igual lo bien que estaba, hasta ahora que mis hijos están aquí.

- Pues este departamento es suyo también. – Me carcajeo por sus expresiones. Mi hija con una gran "O" en su boquita, y Landon con sus ojos muy abiertos.

- ¿Escuchaste eso, mamá? – Mi hijo le pregunta a Nara que está mirándome con las cejas levantadas.

- Sí, cariño. Espero me entregues pronto el título de propiedad. – Bromea mirándome firmemente, aparentando seriedad.

- Más tarde hablo con mis abogados. – Le guiño arrancándole una risita. Sacamos a los niños de la bañera y los secamos. Los vestimos cómodamente y comienzan a jugar con Sam. Ally y yo preparamos el almuerzo mientras Nara revisa su celular. No debería torturarse con esos comentarios de los haters.

El teléfono del living suena. Supongo que es mi familia dado que mi móvil se encuentra apagado. Ya deben estar al tanto de los últimos acontecimientos.

- ¿Quieres que conteste? – Dubitativa mi ojiazul, inquiere.

- Claro que sí.

- Hola – Saluda amablemente. Apenas recibe respuesta, su rostro cambia a uno seco. Imagino quién debe estar llamando. – Hola, Victoria. Sí, soy Nara. – Mira en mi dirección y de modo inconsciente levanto mis manos. Soy inocente. Le transmito.

FÉNIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora