Capítulo 7_Mod

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Descargo de responsabilidad: Los personajes de Victorious no me pertenecen.

Capítulo 7

Pov Nara

Por décimo día consecutivo desayunamos juntas. Es como un acuerdo silencioso entre nosotras para vernos en el comedor a las siete de la mañana. Ella me recomendaba que comer y yo igual. Las charlas son amenas, y de a poquito me deja conocerla.

Sé que le encanta la literatura – aunque lo suponía por el incidente de la vez que nos conocimos – .Disfruta ver películas, oír música. Le fascina el teatro. Sabe tocar varios instrumentos como el piano, la guitarra. Le gusta hacer ejercicios, y trotar la relaja. Ama su trabajo y está loca por su hija. Sufre de insomnios, y también de mal genios. Es controladora, y obsesiva – según ella misma -. Y su sarcasmo...su sarcasmo es genial – al menos para mí -.

- Es increíble que no sepas conducir – se burla negando con la cabeza en claro gesto de incredulidad - ¡Mierda!. Tus sonrojos me gustan – me tapo la cara nerviosa y abochornada. Nerviosa porque ha dicho que le gusta, y abochornada, porque siempre mi rubor aparece con ella, y es más que obvio que es la causante.

- Muchas personas no conducen – justifico cuando me recupero del lapsus. Bebo un poco de jugo para refrescar lo caliente que siento mi rostro.

- No tantas. Por eso siempre te lleva ¿tu amiga? – duda dejando entrever su sospecha.

- Cara es mi mejor amiga – le respondo seria. Ligeramente me irritó lo que insinuó.

Ella lo nota. Estira su mano y acaricia la mía con su pulgar. Maldito cosquilleo que me azota. Sus gemas verdes me miran fijamente, y sé que ha sentido el estremecimiento resultado de su toque. Es la primera vez que alguien logra eso en mí, con tanta facilidad, y en tan poco tiempo – Quizás la pregunta sea demasiado personal... – Su mano se retira de la mía, y quisiera detenerla - ¿Sales con alguien? – Escudriña mi reacción. Es algo más que he podido palpar en estos días. Desconfía mucho de todo, y de todos. Atribuyo que es por los negocios. Mi padre también solía serlo.

- No – contesto con firmeza y ahora soy yo quien clavo los ojos en ella. Quiero celebrar cuando la veo sonrojarse, pero no lo hago. Solo lo guardo en mi memoria. Ella es tan hermosa. Apasionada. Inteligente. Sexy. Buena madre. Ella es una mujer digna de ser admirada – Y ¿usted? - también tanteo el terreno que piso.

- No. Mejor dicho, llevo un año divorciada y no me había fijado en nadie – Deseo pararme y saltar de alegría. Sus últimas palabras en pasado albergan ilusión en mí.

- ¿No se había... - ella alza una ceja de manera coqueta incitándome a terminar mi pregunta - ...fijado en nadie?

- No, pero ahora... – nos perdemos en la mirada de la otra. Creo que ambas hemos dejado en claro que la atracción es mutua. Antes de que una palabra más se pronuncie, timbra su celular. La veo fruncir el ceño y revisar quien la llama. A mi sexy brujita no le gusta que la interrumpan.

- Jade West – su manera de responder es seca y cortante. Es el mismo tono que usa a modo profesional. Cuando deja de ser solo Jade, para convertirse en la Presidenta de uno de los más grandes Conglomerados – No me puedes salir con eso – su mandíbula es tensa. Creo que el momento agradable del desayuno se fue – Y me avisas a once días del desfile... – gruñe golpeando la mesa. Me sobresalto por su acción, definitivamente está cabreada.

Después de varios minutos de la agresiva conversación telefónica, cuelga. La veo hacer su cabello hacia atrás, y ya no hay rastros de la mujer de hace unos momentos – Tal vez no es de mi incumbencia, pero ¿qué sucede?

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