Capítulo 10_Mod

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Descargo de responsabilidad: Los personajes de Victorious no me pertenecen.

Capítulo 10

3 meses después

Con la ayuda de su esposo, Quinn movía a su amiga al cuarto de invitados. Después de un mes de búsqueda, la encontró andrajosa y ebria por el sur de la ciudad. Poco le sirvió la foto que mostraba de ella cuando preguntaba por el paradero, Jade estaba irreconocible. Secó las lágrimas que volvían a escapársele, se sentía impotente – No entiendo por qué su familia le ha dado la espalda. ¡Los odio, Logan. Los odio! – bramó derrumbándose junto al cuerpo maloliente de Jade – ¡La han abandonado! – lloró amargamente abrazándola. La rabia e ira que quemaban en su interior no se comparaban a la tristeza que pesaba en su corazón por lo mal que la veía.

- Dijiste que los signos vitales estaban dentro de lo normal – no ahondó en el problema de la familia West. No era el momento – ¡Quinn! – la sacudió por lo perdida que se encontraba en la figura de Jade.

- ¡Sí! Ella está tan delgada, amor – al apretarla entre sus brazos palpó lo bajo de su masa corporal.

- Mi cielo, enfoquémonos. Vamos a bañarla, y luego la llevamos al hospital para hacerle los exámenes correspondientes.

Logan decidió cargarla él mismo hasta la ducha. Quinn fue tras él y se encargó de desvestirle – Ve por algunas prendas mías – lo mandó. Ella quitó el viejo abrigo junto con el resto de ropa. Exclamó horrorizada por los moretones en la barriga y otras partes del cuerpo – ¡Siento haber tardado tanto! – suplicó mientras le enjabonaba todo el cuerpo. El jabón se cortaba por tanta suciedad. Después de casi dos horas de ducha, y donde por fin se percibía que esa persona escuálida era Jade West, llamó a su esposo. La secaron y vistieron.

Logan no sintió vergüenza al ayudar a vestirla. Conocía la condición de Jade, y con su profesión de galeno experimentaba a menudo situaciones como esas. – Iré a preparar suero oral para que lo tome cuando despierte. Necesitamos hidratarla – bajó a la cocina.

Quinn se acostó al lado de la pálida chica, hizo su cabello a un lado, y besó su mejilla. De esa forma se quedó dormida luego de semanas de preocupación e intensa búsqueda.

Tres horas después

Los ojos le escocieron al abrirlos. Sentía su cuerpo descansar en un lugar muy cómodo. Tal vez ya había muerto. Intentó decir algo y la garganta le ardió.

Quinn escuchó el gruñido cerca de ella, se despertó velozmente y vio consciente a su amiga. No se contuvo ni un segundo más y se lanzó sobre ella – Eres una idiota...creí...creí...que te perdí – gimoteó desconsolada.

La ojiverde reconoció esa voz. No estaba muerta y la mujer encima de ella no era un ángel. Correspondió con la poca fuerza que tenía el abrazo. No dijeron nada por varios minutos hasta que la doctora rompió el silencio – Logan, trae agua – gritó provocando que Jade tapara debilmente sus oídos.

- No...no grites – jadeó lastimera.

Quinn la ignoró y tan pronto llegó su esposo, le dieron suavemente de beber. Jade probó como pocas veces en estos últimos 10 meses, una bebida sin alcohol. Carraspeó delicadamente y volvió a acostarse. Antes de que pueda emitir palabra alguna, su amiga habló.

- Te encontré por los basureros del sur de la ciudad – La ojiverde desvió el rostro. La vergüenza la inundaba. Ni ella recordaba cómo llegó allá, no era para menos, casi no pasaba en sus cabales.

- ¿Cómo... – la garganta le quemaba

- Te esperé para realizarte los exámenes en los que quedamos...Nunca apareciste. Luego nos salió un viaje a Japón. Regresamos hace seis semanas. Intenté contactarte y tu número me manaba al buzón, por ende fui a buscarte. Justin – sus manos automáticamente se hicieron puños – dijo que eras una borracha que perdió la cabeza. Que ya no formabas parte de los West - la indignación goteaba en su voz

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