A ver si esta semana será igual de hermosa que todo lo demás.
Habían pasado tres días desde que llegamos, nada malos la verdad. Hemos comido al aire libre, fuimos al lago, en general lo hemos pasado súper bien, incluso hicimos el amor. Alberto está poniendo todo de su parte para que lo perdone, y eso me gusta, me ha tratado muy bien, me lleva desayuno a la cama, es un caballero y muy amoroso.
Hoy amanecí con ganas de ir al lago de por acá cerca y se lo dije a él. —Me parece perfecto!— dijo feliz. —¿Y si almorzamos allá también?, o podemos pasar toda la tarde ahí, solo hay que llevar algo liviano para comer, frutas y agua.
—Y nuestros trajes de baño.— agrego.
—Por su puesto que si.— me toma de la cintura, yo me dejo y le correspondo.
—Bueno vamos a arreglar las cosas para ir luego, ¿Dale?
—Vamos.
Arreglamos todos para nuestro día en el lago, lo pasamos muy bien juntos, intentaba creer que nuestro amor estaba renaciendo, pero la verdad es que solo se sentía como un buen amigo, no sé que pasa conmigo.
Esa noche nos volvimos a acostar, hace bastante no me hacía sentir bien. En cuarenta minutos terminamos y enseguida se durmió.
Los otros cuatro días la pasamos de maravilla, y a la noche volvimos nuevamente a nuestra casa.
Todos y cada uno de los días de esta semana recibí mensajes de Joaquín preguntando donde estaba, como estaba, si Alberto me había hecho algo, estaba angustiado porque no le respondí ninguno, pero yo consideraba que no era correcto responderle y explicarle la situación por mensaje, creo que esto lo debemos hablar en persona, espero que me quiera hablar después de este tiempo ignorándolo.
Llegamos cerca de las dos de la mañana, ambos estábamos muertos y nos fuimos directo a la cama a dormir.
Desperté y estaba sola, nuevamente Alberto volvió a madrugar. A penas abrí los ojos tomé el celular y llamé a Joaquín.
Lo dejó sonar cerca de unas cinco veces, hasta que por fin contestó. —Lucia, amor, ¿por qué no me respondías? Estuve muy preocupado, pensé que Alberto te había hecho algo malo.
—Hola, Joaquín...— saludo sin mucho ánimo.
—¿Te pasa algo?
—Si, no... emm... Se puede decir. Tenemos que hablar.
—Obvio. ¿A las 15 en nuestro restaurante?
Dios mío. Me mató diciendo nuestro restaurante, se siente especial. —¿Puedes juntarte en la plaza de por ahí?
—Por su puesto.— contesta seguro. —¿Segura que estas bien?
Ash. —Si, Joaquín. Estoy bien, solo tengo que decirte algo. Nos vemos ahí.— dije y enseguida corté la llamada.
Pasó la mañana. Ya eran las dos de la tarde cuando decidí ir a arreglarme para el encuentro, el que estaba dispuesta a que fuera el último.
Opté por ponerme una blusa roja a botones, unos pantalones negros y tacones a juego con la blusa. Llegué al parque donde habíamos quedado de juntarnos, a los pocos minutos llegó casi corriendo a abrazarme. —Lucia, te extrañé mucho. —dijo hundiendo su cara en mi cuello, al separarse quiso darme un beso, pero corrí la cara. —Es cierto... Nos pueden ver. —comenta y yo niego con la cabeza.
—No es por eso.— repliqué cruzada de brazos.
Él me miró extrañado. —¿Entonces? ¿Qué pasó?
Suspiré y comencé a hablar. —Joaquín, me siento terrible de haber engañado a Alberto, y la verdad que estos últimos días se ha portado de maravilla conmigo, ha sido muy atento, y yo lo quiero mucho.
—¿Q-qué me estás diciendo?— pregunta asustado(?.
—No quiero que nos volvamos a ver, Joaquín. No lo creo justo para él.
—P-pero...— intenta hablar, pero no le salen las palabras, así que yo lo hago por él. —No digas nada. Si vine acá es solo porque creí que merecías que te lo dijera en persona y no a través del celular.— le digo. Cabe destacar que en ningún momento de la conversación lo he mirado a la cara, no sé por qué, pero no lo hago.
Me toma las manos con cuidado, intento apartarlas, pero el las sostiene con fuerza sin lastimarme. —Gachi, te amo.— Esas palabras me sorprenden y hacen que lo mire por primera vez. Intenté hablar, pero las palabras no quisieron salir en un principio. —Dime algo por favor.
—Yo no te amo Joaquín.— contesté volviendo mi mirada al piso.
Me tomó la cara delicadamente e hizo que lo mirara. —Repiteme eso mirandome a los ojos.
—Joaquín... —mi vista comenzó a hacerse borrosa por lágrimas, que no sé de dónde están saliendo.
—Dímelo mirandome a los ojos y te dejo en paz, Lucia.
Apreté los labios para no llorar frente a él y volví a desviar la mirada. —¿¿Por qué tienes que hacerlo tan difícil??— exclamé. —¿Sabes? Yo ya dije lo que venía a decir, chau.— me solté de su agarre, me di la vuelta, pero él me tomó del brazo para volver a quedar frente a frente.
Me miró y noté que sus ojos también estaban inundados por lágrimas. En un movimiento rápido se acercó a mi y me besó profundamente, enseguida lo alejé y le di una cachetada que le di vuelta el rostro.
Me fui de ahí rápidamente. Mantuve la compostura todo el camino, pero a penas puse un pie dentro de la casa largué el llanto. Me maldecía por llorar por una calentura como Joaquín pero.., Siento una presión en el pecho, angustia. "No quiero sentir cosas por Joaquín, no debo sentir nada por él" me repito en la cabeza constantemente.
Al final respiré con un nudo en la garganta, y entré a bañarme, así se me quitaba un poco la tristeza.
Sin cenar me fuí a dormir pensando en lo que he estado haciendo. Espero que sea lo correcto, pensaba sin cesar, aún con un par de lágrimas en los ojos logré quedarme dormida.
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.Otro capítulo más para las hermosas.
marialuzbasso
Pimpinela_Fans_ok
anonimook6 💗☆Perdón por alterarlas en wsp☆
les pido más paciencia con los capítulos, ya les expliqué la situación..
los amo
♡♡♡
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A tu mejor amigo [Terminada]
Fanfices una historia a base de una canción de Pimpinela, como supongo que varios la conocerán "A tu mejor amigo". simplemente espero que lean y disfruten, los amo❤