Habrán pasado cerca de cuarenta y cinco minutos cuando siento pasos en la escalera, me asusté y me tapé con las sábanas de la cama esperando... .
Escuché las dos voces de ambos hombres, mi corazón latía a mil, cada vez se acercaban más, yo a esta altura estaba rezando para que no se hiciera un caos.
En un momento las voces llegaron hasta frente de la puerta de la habitación.
—N-no, acá no.— escuché a Joaquín.
—Pero si yo siempre uso este baño, Joa.— respondió Alberto
—Es que se rompió el inodoro(¿)— repuso Joaquín. Dios mío, que pretexto más de mierda.
En un rato corto no escuché a Alberto hablar, pero a los segundos contestó. —Está bien, al baño de visitas entonces.
Sentí como uno se alejó hacia el baño de visitas y abrieron la puerta, por un momento quise morir, hasta que me di cuenta que era a quien de verdad amo. —Tranquila mi amor.— me dice y se apresura a acercarse a darme un beso.
—Te juro que pensé que me iba a encontrar.— le comenté angustiada.
—No dejaré que te vea.— me aseguró acariciando delicadamente mis mejillas y dejó un beso en mis labios. —Voy a salir, él en un rato se va, ya vuelvo hermosa.— dejo otro beso y salió, cerrando la puerta detrás de él.
Me quedé ahí leyendo en la misma posición de antes, unos quince minutos más, hasta que por fin escuché que Joaquín subía solo. Entro de golpe y se encontró conmigo boca abajo solo con una bonita tanga. Sentí sus manos en mis pantorrillas, —linda manera de recibirme.— comenzó ascender por mis piernas y llegó hasta mi trasero, donde apretó con ambas manos.
—¿Te parezco bonita?— pregunté girándome, para que me viera de frente.
Me escaneó completamente y se tiró sobre mi. —Hermosa me pareces.— respondió.
Nos di vuelta y quedé sobre él, con mis manos en su abdomen. —Sos un amor.— me incliné y lo besé.
Nuevamente comenzamos a tocarnos, a mirarnos, a amarnos, estuvimos así hasta cerca de las dos de la mañana, donde creímos conveniente dormirnos para ir a trabajar al día siguiente, nos acostamos cómodamente abrazados, yo en su pecho y él acariciando mi cabello.
Al día siguiente despertamos con la luz del sol, nos miramos, sonreímos y nos saludamos con un dulce beso. Me levanté y entré a bañarme mientras Joaquín bajó rápidamente a preparar el desayuno para ambos, al salir del baño entro Joa y en menos de quince minutos ya estaba bañado y vestido, bajo conmigo y desayunamos juntos.
Terminamos y nos subimos al auto, en todo el trayecto Joaquín jamás sacó su mano de mi muslo , que a ratos subía más de lo normal y yo no decía nada, solo me reía. Pasó a dejarme a mi trabajo, me besó profundamente y me bajé de automóvil. —Ey hermosa!— bajó la ventanilla. —Almorzamos juntos, donde siempre.
—Dale, mi amor.
Eso hicimos, comenzamos a comer todos los días juntos, una semana después, por alguna razón salió el tema de Alberto. —Si.. él no deja de mandarme mensajes.— comento. — Está totalmente desesperado.
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A tu mejor amigo [Terminada]
Fanfices una historia a base de una canción de Pimpinela, como supongo que varios la conocerán "A tu mejor amigo". simplemente espero que lean y disfruten, los amo❤