Terminamos de comer rápido y partimos de nuevo al auto, esta vez Joaquín se fijó que un auto negro nos seguía, no de cerca, pero iba al mismo lugar que nosotros. Dios, que no haga nada el loco de Alberto.
Llegamos y notamos que ya habíamos perdido al automóvil que nos seguía. Nos miramos y nos sonreímos, entrelazó nuestros dedos. -Entremos.
Asentí y salí del auto sin preocuparme de nada más, entramos juntos y al cerrar la puerta me estrechó contra su pecho. -Gachi, mi amor, tenías razón, creo que deberíamos cuidarnos de Alberto.
Me separé unos centímetros de él. -Igual... no sabemos si fué él, quizá solo fue una fea coincidencia.
Suspira, me toma delicadamente de los hombros y acaricia mi mejilla. -Vos sos muy buena, Lu, pero eso no significa que todos lo sean. Alberto, por ejemplo, no lo es.
-Pero...- quise hablar pero me interrumpió.
-No, escúchame por favor.- dijo mirandome directamente a los ojos. -Prometeme que te vas a cuidar en el trabajo, decime que vas a estar atenta.- lo dudo un segundo, me parece raro que Alberto sea capaz de algo así. -¡Lucia! jurame que te vas a cuidar.
-Lo prometo.- contesté para calmarlo un poco.
Me abrazó, es increíble lo segura que me siento entre sus fuertes brazos, me correspondió el abrazo y respiré su aroma. -Te amo.- susurra de manera casi imperceptible.
-Yo más.
Levante mi cabeza y me encontré con sus ojos mirándome tiernamente. Me tomo de las mejillas y me besó profundamente, llevé mis manos a su nuca y jalé un poco de su cabello, comenzamos a movernos, hasta que lo tuve acorralado entre la puerta principal y mi cuerpo.
Saqué su camisa entre besos húmedos que repartía entre su boca, su cuello, hombros y pecho.
No sé si lo quise hacer por diversión, para quitarnos el estrés o por amor. Lo único que sé es que lo deseaba demasiado, más de lo que me gustaría.
Delinee su cuerpo con la yema de mis dedos, desde la anchura de sus hombros hasta su abdomen bajo, donde choqué con la tela de su pantalón.
Inconscientemente me arrodillé frente a él y comencé a masajear sobre la tela de la ropa pero por supuesto se sentía y veía su gran erección bajo sus pantalones, miré hacia arriba y lo vi disfrutando mis caricias, jadeando y sonriendo. Verlo y escucharlo así me encantaba. -L-Lu..- jadeó con la respiración entrecortada.
Sonreí y devolví la mirada al gran bulto que tenía frente mío. Bajé los pantalones y el bóxer para liberar el pene de Joaquín. Lo tomé con mi mano y pasé la lengua desde la base hasta el glande, para después meterlo completo a mi boca, escuché otro jadeo de su parte y comencé a mover la cabeza para 'hacerlo bien'.
Joaquín acarició mi cabello y seguido de eso lo afirmó para ayudarme con los movimientos, continué con el oral durante poco más de veinticinco minutos y finalmente terminar lo que, según yo, fue bastante bueno, él terminó en mi boca y tragué todo.
Miré nuevamente hacia arriba y lo vi sonriendome, me acarició la mejilla y tomó mi mentón entre sus dedos índice y pulgar, hizo que me levantara delicadamente sin desconectar nuestras miradas. Acercó nuestros labios y nos dimos un suave beso.
Terminó de sacarse todo y fué su turno de acorralarme, comenzar a besarme e ir bajando hasta mi entrepierna, me desnudó ahí mismo para quedar arrodillado con una de mis piernas sobre su hombro, haciendo un magnífico trabajo con su lengua. Soltaba incontrolables jadeos, así hasta terminar en su boca.
Se levantó, me besó y me arrimó a él contra la puerta. Subimos las escaleras y llegamos a la habitación donde terminamos lo que empezamos en el primer piso.
Nos dormimos abrazados, y a la mañana siguiente despertamos así mismo cerca de las 9 de la mañana. Joa me despertó con un beso en los labios. -¿Qué hace hoy?- preguntó connuna sonrisa.
-Trabajar..., y después ir a casa con mi hombre, señor.
-¿Una mujer como usted no sale un viernes por la noche, con un buen amigo?
-¿Solo amigo?- pregunté levantándome de la cama a la vez que arqueaba una ceja.
-No quiero ser solo tu amigo.- contestó acercandose a mi por atrás para besar la parte trasera de mis hombros.
-Yo tampoco quiero que seamos eso.- me giro para besarlo, pero antes de que el beso se intensifique me separo y comienzo a vestirme para llegar al trabajo.
Nuevamente me fue a dejar, llegué con una falta de tubo negra hasta más arriba de las rodillas y una blusa escoltada color rojo.
Mi día laboral comenzó totalmente normal, pero claro, Aberto no dejaría que eso siguiera así por mucho tiempo.
Al atender a una clienta, me pidió que la acompañara a los probadores, y así lo hice. En mi mano llevaba tres blusas para la chica, pero al abrirle la puerta del pequeño lugar alguien me jaló, dejando caer las cosas, de inmediato sentí un cuerpo masculino pegado al mío por la espalda, tapándome la boca con fuerza, sin dejar lugar a gritos.
-Chau, linda, gracias.- se despide la mujer, giñándome un ojo. Hija de puta.
Una mano cierra el probador y me pone contra una de sus paredes aún sujetando mi boca, yo intentaba zafar de su agarre y no podía, era muy frustrante. -Ey... que linda estás.- susurró cerca de mi cara, escaneándome por completo. -El trabajo te hizo bien.
Sentía su mirada en mi y era realmente repulsivo, una de sus manos la pasó por mi cintura hasta el borde de mis senos, estaba desesperada. Él me tenía perfectamente afirmada y no veía escapatoria. Noté que comencé a soltar lágrimas, ahora sentía un miedo impresionante al estar cerca de Alberto. -Sh, sh... No llores bonita, no pasa nada.- intentaba """calmarme"""
Por unos segundos logré sacar su mano de mi boca. -¡Soltáme Alberto! Dejame!!- me retorcía en el disminuido espacio.
-Shh! Te callas o te va a ir peor.- dijo tomándome por el cuello con fuerza. -A vos y a tu parejita.
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chicas, me estaba durmiendo ahora JEJEJ pero bueno, acá se los dejo ♡anonimook6 cap cap cap
t tengo que amar demasiado para esto.marialuzbasso no me enojo si escribes
los amoo
♡♡♡
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A tu mejor amigo [Terminada]
Hayran Kurgues una historia a base de una canción de Pimpinela, como supongo que varios la conocerán "A tu mejor amigo". simplemente espero que lean y disfruten, los amo❤