Capítulo 15: Vacaciones

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Me levanté rápidamente todo empapado, miré a Bolin y este cerró la puerta, recogí la silla y en el suelo vi el uso de tierra control en donde estaban las patas traseras.

Alek: - A Izmar - ¡¿qué demonios crees que haces?! – estaba realmente enfadado –

Izmar: - Se levanta – ¡primero que todo bájame el tonito!, yo no hice nada, no sé qué habrás hecho tu – se mira – ahora sécame, tengo un partido que jugar

Alek: - Le lanzo una toalla – Secate solo - y salí a buscar a Bolin -

Probablemente Bolin se dirigió a la salida, me apresuré lo más que pude con los papeles en mano, lo veo a lo lejos y le grito, ¡Bolin, Bolin espérame, tenemos que hablar, no es lo…!

June: Dr. Alek, ya es hora - se notaba agitada, fija la mirada hacia Bolin que se alejaba - ¿está todo bien?

Alek: - La miro triste – June, nada está bien

Cuántas ganas tenía de salir corriendo tras él para explicarle lo que había visto y lo que Izmar había hecho, no era mi culpa, jamás me simpatizó para nada ese mocoso y ahora mucho menos, ahogué mi tristeza y fui al combate

No hice ninguna apuesta, no estaba Bolin, no estaban mis ánimos, no había nada de mí en ese cuarto, solo mi cuerpo sin mi mente. El combate en el primer asalto estuvo reñido, pero los Gato venados ganaron por adquirir territorio enemigo pasado los 3 minutos al haber votado a Izmar y hacer retroceder a los demás, toda la audiencia pudo ver cómo los competidores de los hurones se peleaban antes del 2do encuentro, finalmente todo acabó cuando Zuzumi renunció, Tunkko e Izmar quedaron en la arena y como no tenían reemplazante debieron continuar los dos, este era un encuentro perdido y se hizo realidad al eliminarlos por knockout.

Terminé mi trabajo, estaba cansado pero no me detuvo de salir corriendo a buscarlo, necesitaba explicarle todo, necesitaba que volviera a estar conmigo. Llegué rápido al departamento y no había nadie, le pregunté a Hank si Bolin y Pabu habían llegado y me negó, pase gran parte de la noche buscándolo por las calles, el puerto, el centro, pero nada. Ya estaba amaneciendo y lo había perdido, la única persona que había abierto nuevamente mi corazón se había ido, y nuevamente no pude hacer nada para evitarlo. Volví al apartamento y se sentía vacío, aún estaba su olor en el aire y pelos de Pabu en el sofá, me recosté y abracé una almohada esperando despertar y que fuera él. Los días pasaban y no tenía noticias de él, fui a la policía a preguntar por su hermano Mako, si podían facilitarme su dirección, lo más probable es que estuviera ahí, pero no la tenían, él era un detective privado que la policía contactaba de vez en cuando y no podían facilitar su información a cualquiera. Ir a trabajar y volver a un lugar vacío, sin vida después de haber sido tan alegre era desastroso, esa noche fui por un par de cervezas y me embriagué mientras veía su rostro dibujado con planta control, a la mañana siguiente temprano tocaron la puerta.

Voz: ¿Aló? - sonando la puerta -

Alek: - Medio dormido aún - ¿quién? – refunfuñando -

Voz: Busco al doctor Alek, el conserje me dio este número de departamento

Alek: Van – me levanto aun mareado y voy a abrir – ¿y tú quién se supone que eres? - se veía borroso -

Voy: Vengo de parte de Bolin – se me iluminaron los ojos – soy Mako, mi hermano me envió por sus cosas

Alek: Ah – no podía ser, Bolin de verdad se había ido – pasa, en la habitación – entró y me volví a sentar en el sofá - ¿cómo está? – pregunté al viento esperando que me respondiera -

Mako: Me pidió que no te dijera nada – me sentí aún peor, no sabía dónde estaba ni como estaba – creo que esto es todo – me mira - no lo busques, eso es lo único que te diré de él – se disponía a salir –

Libro 1: Lo que el aire se llevó (BolinxAlek) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora