Capítulo 18: Revolución

623 40 49
                                    

** Capítulo con escenas sexules explicitas **

Me sentía excitado, había esperado todo este tiempo este momento, Bolin había tomado la iniciativa, me calentaba solo de verlo atreverse, de verlo recorrer mi cuerpo sin detenerse, lo quería hacer mío, solamente mío y de mi propiedad. Lo podía ver cómo iba bajando, como su voz me había dicho feliz cumpleaños, lo veía ahí abajo, había desabrochado mi pantalón, no quise realizar ningún movimiento acelerado, quería que se tomara su tiempo para sentirse cómodo. Pasado un momento lo noto algo pensativo, no había hecho un movimiento desde que me había quitado el pantalón.

Alek: ¿Todo bien?

Bolin subió de nuevo, me beso y podía comprenderlo, no sabía qué hacer, lo atrapé en mis brazos, besaba sus labios, su cuello, el lóbulo de sus orejas, solo oía su respiración un tanto agitada, le gustaba eso, de a poco comencé a besarle los hombros y a quitarle la ropa, besaba su cuello, sus hombros, recorría su espalda con mis manos, bajé por delante hasta sus pezones y los mordí despacio, oí un suave gemido que me encendió aún más, me estaba controlando demasiado por no querer asustarlo, si por mi fuera ya lo hubiera hecho mío, pero no podía, tal vez era su primera vez con un hombre y quería que fuera especial. Durante mi vida había estado con varios chicos y chicas sexualmente, conocía los placeres de la carne pero nunca me había involucrado emocionalmente con alguien, esta vez tenía que ser especial, tenía que ser única.

A pesar de estar nevando afuera, en el interior de la habitación hacia un verdadero infierno, su cuerpo al desnudo rozándose con el mío desprendían un calor sofocante, mordía sus pezones, los succionaba, los lamia, todo con tal de oír más de sus gemidos, él solo está sobre mí susurrando pequeños sonidos que eran tan excitantes y besando mi cuello, necesitaba enseñarle lo que podía hacer, necesitaba que supiera que podía darle el mejor placer del mundo, lo recosté sobre la cama y descendí hasta su estómago, tenía un estómago tan delicioso con un camino de la felicidad tan hermoso a la vista, su piel era suave, sus músculos los podía sentir con mis labios, mi lengua jugaba con su ombligo mientras recorría los costados con mis manos, desabroché su pantalón y comencé a besar el límite de su bóxer verde, lo recorría hacia todos lados mientras mi amado Bolin disfrutaba, bajé aún más y comencé a besar sobre su bóxer su gran bulto, solo noté que Bolin se asoma a mirarme

Alek: Relájate mi amor – lo empujé suavemente con una mano para volver a recostarlo -

Recorría todo su bulto sobre el boxer con mi lengua, besaba sus piernas y podía sentir en las vibraciones de su cuerpo como le encantaba, como se estremecía. No podía más, la situación estaba controladamente fuera de control, con una mano jugaba con uno de sus pezones y con la otra bajé su bóxer y admiré un momento el gran tesoro que escondia, tenía un miembro grande, besé desde donde tenía vello púbico hasta llegar a la raíz de su pene, lo rocé con mi lengua subiendo hasta la punta, su cuerpo se estremecía aún más que antes, subía y bajaba con mi lengua por sus costados hasta que llegué a la punta que estaba goteando, subí para besarlo

Alek: Quiero que disfrutes como nunca lo has hecho, te amo tanto.

Lo besé y bajé besando todo su cuerpo, sin ningún aviso previo lo introduje en mi boca, solo oí un gemido aún más fuerte que los anteriores y su cuerpo se estremeció más, le gustaba, realmente le gustaba y eso era lo que quería conseguir. El movimiento de su cuerpo ardiente y su voz que se agudizaba eran todo un espectáculo, solo quería darle todo de mí, con su miembro en mi boca lo recorría desde la punta hasta la raíz, tenía un miembro grande y bien formado, apenas lograba llegar hasta el final, pero todo valía la maldita pena, su voz era tan sexi, su cuerpo era una obra de arte, su olor era exquisito y su textura demasiado sabrosa. Continué succionando su miembro, ahora me encontraba en la cabecilla jugando con ella en mi boca, todo era increíble, parecía el mismo cielo, recorría su glande con mi lengua, lo introducía y lo sacaba, era jodidamente tan delicioso y tan excitante, continué bajando un poco hacia su bolas mientras lo masturbaba con mi mano disponible, tenían un olor a hombre, un olor a sudor con piel, las lamia, las besaba y las mordía suavemente para obtener esos quejidos tan dulces proveniente de mi amado, volví a su pene y miraba su rostro, estaba tan complacido, estaba disfrutando tanto, con la mano que tenía en sus pezones le cogí una mano y la llevé a mi cabeza, necesitaba hacerle entender que él también podía hacer algo, la posé sobre la parte posterior de mi cabeza y la empujé para hacerme llegar su verga más adentro en mi boca, pronto continuó haciéndolo solo, era un tanto bruto pero eso me encantaba, eso me excitaba más.

Libro 1: Lo que el aire se llevó (BolinxAlek) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora