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Capítulo Cuarenta Y Nueve:
Quererme.-Bobby PDV-
Movía mis pies nerviosamente aún sin estar segura de lo que quería decir.-No tenía idea-dijo Radley.
Fruncí el ceño.
-¿De que?-pregunté.
-Oh, de que se podía hablar sin hablar-comentó sarcástico.
Rodeé los ojos apenada.
-Tengo tanto que decirte que no sé ni por donde comenzar-expliqué.
Rad asintió.
-No te obligaré a quererme, Bob-soltó.
Arqueé una ceja, confusa.
-¿Disculpa?-cuestioné.
-Hemos pasado por mucho estos últimos meses y no quiero que te sientas presionada a corresponderme-explicó.
Solté una carcajada.
-¿Que es tan gracioso?-cuestionó.
-No digas tonterías Rad. No te correspondí porque me sintiera presionada, de verdad quiero estar contigo-dije.
Pude ver una ligera sonrisa dibujarse lentamente en su rostro. Aunque él intentó ocultarla.
-¿Entonces? ¿Porque viniste con Niguel?-preguntó.
Suspiré.
-Soy una idiota. Creí que trayendo a alguien más podría hacer tiempo para decirle a mis padres sobre nosotros, y no tome en cuenta que eso te podía herir a ti-dije.
Rad me observó.
-De verdad lo siento, sabes que lo que menos quiero es hacerte daño-me acerque a él.
-Lo sé, también lo siento. No debí comportarme como un estúpido celoso-confesó.
Sonreí.
-Te prometo que le diré a mis padres pronto. Solo necesito...-
-¿Espacio?-preguntó preocupado.
Negué con la cabeza.
-Ya tuve suficiente espacio. Quiero estar cerca de ti-dije.
Rad sonrió alagado.
-¿Puedo besarte?-preguntó.
Arqueé una ceja.
-¿Desde cuando preguntas?-dije.
Ambos reímos.
-¿Eso es un si?-dudó.
Asentí.
Rad acercó su rostro hacia el mío y unió nuestros labios en un cálido beso.
-Oye ¿y donde está Niguel?-preguntó curioso.
-Le dije que se fuera a su casa-admití.
Rad frunció el ceño.
-¿Solo?-cuestionó.
Negué con la cabeza.
-Le pedí a la Tía Berta que lo llevara-dije.
-Genial-expresó.
Sonreí y volví a besarlo.
-¿Entonces todo esta bien entre nosotros?-pregunté.
Rad se mantuvo en silencio.
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Un Pequeño Gran Intruso ©
Teen FictionNadie esperaba que Radley Dalton regresara después de cinco años de haberse mudado. Pero lo hizo, regresó. Y no fue muy agradable su regreso, al menos no para Bobby Wights; la chica que atormentó desde niños.