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Capítulo Sesenta y Uno:
Herencia.-Bobby PDV-
Ya habían pasado dos semanas desde que Rad se había mudado con Javie, su padre.Mentiría si dijera que no lo extrañaba, porque si lo hacía y demasiado. La casa no era lo mismo sin él y extrañaba poder verlo todo el tiempo.
Unas noches atrás Tate y yo estuvimos hablando con Rad para acordar una fecha en la que pudiéramos ir a conocer su nueva casa. Y eso sería hoy por la noche.
-¿Cómo creen que sea la casa?-preguntó Grace curiosa.
-De seguro es un loft, por lo que escuché Javie tiene mucho dinero-dijo Tate.
-¿Ah si? ¿Y como lo sabes?-pregunté incrédula.
Tate levantó los hombros.
-Eso dijo él-contestó.
Levanté las cejas, aún dudosa.
Javie también había tenido problemas con las drogas y al abandonar a Gwen no aportó ni un dólar para la pensión de Rad. Por lo que me costaba confiar en su palabra.
No sé, llámenme loca pero tenía un mal presentimiento sobre él. Algo no me cuadraba por completo.
-Llegamos-mencionó mi padre.
Sonreí emocionada y bajé del auto junto con las chicas. A lo lejos pude observar a Rad abriendo la puerta con una enorme sonrisa.
-Al fin llegaron, adelante-expresó Radley.
-No podíamos faltar ¿o si?-preguntó Hen dándole un beso en la mejilla.
Espere que los demás entraran para tener un momento a solas con él.
-Bonita casa-comenté acercándome.
Rad sonrió.
-¿Que tal todo, Wights?-preguntó.
Suspiré.
-Bueno, ha ido mejor-respondí.
-¿Aceptarías un abrazo de bienvenida?-dijo observándome.
¿Eso se pregunta? Pensé.
-Por supuesto que si-dije dándole un abrazo.
-Te extrañe-soltó.
Lo observé fijamente.
-Y yo a ti-dije.
-Adelante, la cena nos espera-dijo.
Asentí.
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-Y después de ver diez alfombras, la vecina dijo que tenían polvo-terminó Javie.
Todos en la mesa rieron.
-Hablando de eso ¿que tal el vecindario, Jav?-preguntó mi padre interesado.
-Oh, ha sido excelente. Nos dieron una bienvenida magnífica ¿no Rad?-dijo.
Radley asintió.
-Si a eso le llamas bienvenida, claro que si papá-comentó.
Sonreí.
-¿Y ustedes cocinaron este filete? Porque está delicioso-agregó Tate.
Javie negó con su cabeza.
-En realidad lo cocinó mi pareja, Emma-confesó Javie.
¿Pareja?
-No sabía que tenías pareja-dijo mi madre sorprendida.
-Tampoco yo, literalmente la conocí esta mañana-dijo Rad.
¿Porque no me habrá mencionado nada?
-Si, bueno. No quería hacer todo tan rápido y...-
Un teléfono comenzó a sonar.
-Disculpen, debo atender esta llamada. Regreso de inmediato-dijo Javie levantándose de la mesa.
Fruncí el ceño.
-¿Alguien tiene sed? Iré por más refresco-dijo Rad.
Me levanté de mi asiento rápidamente.
-Descuida, yo iré. Así conozco la cocina-dije.
Rad pareció verme confundido pero aceptó.
-Claro, es de toronja. Está en la refri-dijo.
Asentí.
Me asomé levemente por la puerta de la cocina y vi a Javie hablándole enojado a su teléfono. Decidí quedarme y escuchar lo que decía.
-Lo sé, Emma. Pero entiéndeme por favor, Radley no va a darme de la herencia con menos de un mes de convivir, sabes que me tomará más tiempo-dijo.
¿Herencia?
-Si no consigues que ese idiota te de el dinero en una semana, no vuelvas a buscarme Javier-gritó la mujer al teléfono.
Di un paso, tratando de escuchar mejor y terminé haciendo que se cayeran unos vasos de plástico de un mueble.
Mierda.
-¿No te enseñaron que escuchar conversaciones privadas es una falta de respeto?-preguntó Javie observándome.
Tragué saliva, nerviosa.
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Bienvenidos/as a Un Pequeño Gran Intruso.
Quiero darles mi más sincero agradecimiento por las más de 60k leídas.
El crecimiento que ha tenido esta historia en estos últimos meses ha sido impresionante y quiero agradecérselos de todo corazón. Más que por el número, para mí lo importante es que tantas personas conozcan la historia de Bob y Rad.
También quiero ir mencionando que la historia esta cerca de su final. Aún le quedan varios capítulos pero el final está más cerca que lejos.
Espero les este gustando como va avanzando la trama y dejen sus comentarios al respecto, me encanta leerlos.
Nos vemos pronto.
-Mary
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Un Pequeño Gran Intruso ©
Novela JuvenilNadie esperaba que Radley Dalton regresara después de cinco años de haberse mudado. Pero lo hizo, regresó. Y no fue muy agradable su regreso, al menos no para Bobby Wights; la chica que atormentó desde niños.