~ Adiós, héroe ~

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~ Capítulo 19~


El día soleado hacía a los pacientes en el hospital pasar un momento ameno en sus respectivas actividades, ya sea dando un paseo para despejarse del olor a fármacos o de el sentimiento de sofoco entre cuatro paredes blancas o acompañaba a aquellos cuya condición les hacía permanecer en cama.

El área principal del hospital se mantenía llena de familiares que se encargaban del papeleo de sus seres queridos que se mantenían en aquel lugar.

Sin embargo, Jimin no lo pasaba muy bien, quien junto a sus padres mantenía una charla seria con el médico que lo atendía, una charla que definiría el camino de su recuperación.

- Como ya te he explicado, podría ser extremadamente peligroso.- Comenzó el joven doctor que se encontraba sentado frente a la familia de tres integrantes. Los tres escuchaban atentamente la explicación dada por el profesional, los padres del pelirosa con la mirada gacha y los corazones acongojados, frente a ellos, en su silla de ruedas estaba el violinista atento a cada palabra del doctor.

- Y aunque todo vaya bien...- Prosiguió tomando un silencio que Jimin aprovechó.

- Si, creo que entiendo en lo que me estoy metiendo. He hablado de ello con mis padres. Ya he tomado una decisión.- Dijo con voz baja, sus manos se apretaron en puños cuando un escalofrío le recorrió la espalda pero no fue lo suficiente para hacer que se echara para atrás.

- Déjeme hacerlo. La cirugía.- La voz de Jimin no titubeó y sus ojos brillaron con decisión sorprendiendo a sus padres, que a pesar de que conocían el espíritu luchador de su amado hijo, no pudieron evitar sobresaltarse por aquella situación a la que su pequeño tesoro se enfrentará, por otro lado, el doctor se sorprendió de ver a un paciente tan decidido como el chico de cabellos decolorados y eso le hizo pensar que las personas como Jimin eran las que luchaban por seguir adelante.







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La preparatoria se sumía en un silencio debido a la soledad que la azotaba a esa hora por aquellos estudiantes que se ocupaban en sus respectivas actividades deportivas, claro, a excepción de la sala de música que era inundada por una suave melodía siendo emitida por Yoongi, quien miraba la partitura sobre el piano siguiendo cada nota sin equivocarse ni titubear, o al menos eso pensaba.

- Oh, te equivocaste.- Le dijo Jimin con tono neutro a través de la videollamada que mantenía con el pianista, el comentario provocó que los bellos del chico pelinegro se erizaran con enojo y que la vena de su frente se marcara con una clara tensión en el cuerpo.

- Eso es completamente normal cuando acabas de empezar.- Se defendió mirando al chico a través de la pantalla de su teléfono celular con el ceño fruncido al igual que el chico del otro lado de la videollamada.

- ¡¿Cómo puedes estar ten relajado?! ¡Eres un pedazo de vago! ¡Todavía te falta un Estudio! ¡Todo va seguido! ¡¿No lo entiendes?! ¡No te queda tiempo!- Gritó Jimin tomando su celular con fuerza y agitándolo entre su ataque de enojo ocasionando que la imagen se viera distorsionada, Yoongi juraría que su propio celular parecía saltar ante la agitación del chico de otro lado y claro, el pianista tampoco se quedaba atrás porque ya sentía la vena de su cuello explotar y así lo hizo.

- ¡Lo entiendo! ¡Demonios! ¡Vas a provocar que me de un ataque si sigues hablando de eso!- Le gritó también tomando su celular para ver de cerca al chico que lo fastidiaba cada vez que tocaba una tecla, pero como ya era costumbre entre esos dos, ninguno se iba a quedar callado hasta tener la razón, lo cual no pasaba.

𝓣𝓾 𝓶𝓮𝓷𝓽𝓲𝓻𝓪 𝓮𝓷 𝓪𝓫𝓻𝓲𝓵 | ʏօօռʍɨռDonde viven las historias. Descúbrelo ahora