De seguro no volverá a venir jamás. El preocupado azabache abultaba sus labios en un puchero infantil mientras su mente se encargaba de hacerle sentir mal por no haber asistido a la charla rutinaria con Minghao. Sin embargo, todo cruel pensamiento fue eliminado al visualizar como una cabellera negra caminaba perezosamente hasta la banca en que se encontraba sentado.
Minghao sintió alivio al ver a su pequeño de nuevo, y a pesar de mantener su deseo de estrangularle como castigo, desistió de ello; era mejor eso que hacer una escena poco favorable para él en un lugar público. No estaba lo suficientemente loco como para exponerse de ser enviado a la cárcel.
—¿Por qué faltaste ayer? —
Soonyoung se estremeció al escuchar el tono de voz que Minghao había utilizado. No sólo su rostro expresaba enojo, la forma en que había pronunciado la pregunta era espeluznante.—Yo... —Tenía miedo, no había duda de ello. —Tuve que empacar todas mis cosas, Hao. Tenía mucho miedo de decirte esto pero... me despidieron. —Soonyoung era incapaz de posar su mirada sobre el ajeno, se sentía avergonzado e inútil. Creía que eso decepcionaría enormemente al menor. —Debo dejar mi apartamento en una semana, por falta de pago.
Y, como era de esperarse, Minghao no sintió ni la más mínima empatía hacia el azabache. Le ofendía enormemente que se atreviera a dejarle plantado por una situación tan estúpida como esa, estaba seguro que le habían despedido por su asquerosa ineptitud, y ahora él debía pagar por eso. Soltó un bufido, único sonido emitido por su parte luego que el menor dio su explicación. Con cada segundo transcurrido, Soonyoung sentía que su mundo entero se venía abajo, temía que Minghao le dijera que todo había acabado... sin siquiera iniciar.
—Vivirás conmigo.
—¿Uh... ¿¡Qué!? —Soonyoung estaba tan sumergido en sus pensamiento que aquello le tomó completamente por sorpresa, haciendo que sus ojos se abrieran enormemente, junto con su boca que temblaba intentando decir algo más sin éxito alguno.
Aquello no era una pregunta, mucho menos una sugerencia; Minghao le había dado una orden. Sabía que el pobre chiquillo no podría mantenerse en pie por cuenta propia, y prefería acogerlo en su hogar a correr el riesgo de perderlo para siempre.
Kwon Soonyoung sonreía de par en par. Su vida iniciaría de nuevo, viviendo con el hombre que tanto amaba.
Una pena que su inocencia le cegara, y esa misma inocencia le hiciera entrar a un infierno del que no podría escapar.

ESTÁS LEYENDO
𝐌𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑 ━━━ 𝐡𝐚𝐨𝐬𝐨𝐨𝐧 ❜
أدب الهواةLo que sentía Soonyoung por su pareja se describía como el amor más puro y sincero que alguien pudiese imaginar. Lo que sentía Minghao por su pareja se describía como una necesidad de proclamarle como suyo y de nadie más, una obsesión violenta y des...