Minghao conducía, como era su rutina, en torno a la universidad de Soonyoung para dejarle ahí. Éste último se encontraba durmiendo pues se vio obligado a mantenerse despierto hasta tarde haciendo unas tareas. El de cabellos grises se sentía orgulloso que su querido perrito era de los mejores en su clase y, de seguro, en toda la universidad. No quería ser pareja de un asqueroso mediocre.
—Cariño, ya llegamos. —El menor habló serio, pero un toque de dulzura se escapaba entre su aliento. Su diestra se posó en el cabello adverso para acariciarlo y hacerle despertar, Soonyoung fue abriendo sus ojos lentamente, encontrándose con la imponente mirada de su pareja. —Ya llegamos a tu universidad.
—Muchas gracias. —el azabache se acercó para besar los labios de Minghao en despedida, y éste no perdió tiempo en violar la cavidad bucal del mayor con su lengua. Habrá que añadir que los besos tiernos no eran para nada el estilo de Minghao.
Una vez el azabache se bajó del auto y caminaba directo a la entrada de la universidad, Minghao emprendió su viaje de camino al edificio en el que trabajaba; no estaba tan lejos, desde la universidad tardaba unos 1O minutos en llegar a las oficinas. Minghao estacionó su auto en el área del estacionamiento que le habían asignado, por medio de un botón en las llaves del vehículo colocó el seguro y, finalmente, entró al edificio de tres plantas.
Su oficina quedaba en la primera planta, aquello le agradaba ya que no tendría que caminar mucho, en especial el subir o bajar gradas constantemente. Iba saludando a todos con ligeras reverencias y ademanes en su diestra hasta llegar al área de diseño publicitario, es decir, el área donde se especializaba su trabajo. Antes de entrar a las diferentes oficinas, una mujer en un gran escritorio daba la bienvenida a los posibles clientes, para Minghao no era más que una secretaria.
—Buenos días señorita Choi, ¿algo importante en mi agenda para hoy?
—Buenos días señor Xú. —ella respondió con un movimiento de cabeza como saludo respetuoso, y en cuestión de segundos se encontraba buscando datos en la computadora frente a ella. —La reunión de hoy fue trasladada para la otra semana. Nada importante para hoy.
Minghao asintió, era un alivio el no tener cosas importantes que hacer, podría tomarse un pequeño respiro de la agitada agenda que llevaba desde que le subieron de puesto. Agradeció a la mujer y caminó en torno a la oficina más grande y bonita de toda esa área, así es, el peligris era el gerente de su área, era un honor pero a veces el trabajo se tornaba demasiado pesado.
Su espacio de trabajo era amplio y contaba con enormes ventanas que permitían una buena iluminación, la vista que le proporcionaban las ventanas no era la mejor de todas ya que al frente solamente se encontraba una cafetería y unos edificios de oficinas; aunque ver pasar a las personas le entretenía y desestresaba algunas veces.
Minghao encendió su laptop para iniciar su trabajo, realmente tenía suerte ese día, el trabajo que debía realizar no era para nada pesado.
(...)
Pronto sería hora del almuerzo, por lo que Minghao cesó los diseños que estaba haciendo en su computadora portátil para poder estirarse y despejar la mente un poco. Se levantó de su escritorio en torno a una de las ventanas, observar que ocurría en el "mundo exterior" y, por un segundo, sintió como su corazón dejaba de latir, como su estómago completo se contraía y un nudo en su garganta se formaba.
¿¡Acaso ese era Soonyoung con otro chico, comiendo en la cafetería del frente!?
No podía creer lo que estaba viendo. Buscó con desespero su móvil para abrir la aplicación de mensajería, entrando de inmediato a la conversación del contacto "Pequeño tigre", claramente el último mensaje que había enviado el azabache decía que las clases habían terminado y que se dirigía de camino a casa.
Si eres tú, Kwon Soonyoung, no sabes lo que te espera.
Apretó los dientes, al igual que sus puños; tanta era la fuerza que las venas en su antebrazo y manos parecían estallar en cualquier momento. Quería correr a la cafetería y cortar lentamente el cuello de ese castaño que sonreía con cada cosa que SU Soonie decía.
Sin pensarlo mucho, tecleó en la conversación aun abierta:
"Soon, llegaré temprano a casa. ¿Ya estás ahí?"
Y justo en ese instante, el chico que en la cafetería se encontraba sacó su móvil, en cuestión de segundos se levantó de la mesa diciendo algo al desconcertado castaño. Lo siguiente que pudo ver fue al pequeño azabache correr fuera de la cafetería tecleando algo en el móvil entre sus manos.
Y el celular de Minghao vibró.
"Sí, Hao, ya estoy en casa. ¡Te estaré esperando! ^^"
El mundo de Minghao se venía abajo, se sentía traicionado y, sobre todo, retado. ¿¡Cómo se atrevía ese pedazo de mierda a romper sus reglas de esa manera!? Y lo peor de todo, mentirle de manera tan descarada. Tan furioso estaba, que golpeó la pared más cercana haciendo que sus nudillos reventaran en ese instante; un chasquido de lengua fue lo único que emitió el chico al notar la sangre que empezaba a brotar de sus lastimados nudillos.
Con rapidez tomó sus cosas y, apenas diciendo adiós a la secretaria, salió del edificio en torno a la cafetería. Era el momento perfecto pues el castaño estaba saliendo en ese instante. Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro de Minghao.
Te voy a matar, voy a destrozar cada parte de tu cuerpo, me regocijaré en tus gritos agónicos, tu sangre va a decorar mi casa y tus asquerosos órganos serán comida para perros callejeros.
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𝐌𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑 ━━━ 𝐡𝐚𝐨𝐬𝐨𝐨𝐧 ❜
FanficLo que sentía Soonyoung por su pareja se describía como el amor más puro y sincero que alguien pudiese imaginar. Lo que sentía Minghao por su pareja se describía como una necesidad de proclamarle como suyo y de nadie más, una obsesión violenta y des...