𝐌𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑 ━━━ 𝐡𝐚𝐨𝐬𝐨𝐨𝐧 ❜

XIII

Cada vez que Soonyoung cerraba sus ojos más de cinco segundos, la horrible escena de Minghao apuñalando a Wonwoo se presentaba en en su mente.

Dolía. Era insoportable. Era un infierno.

No podía mover ninguna parte de su cuerpo, y justo frente a él se encontraba el cadáver de quien llamó su mejor amigo. La sangre que se propagaba con rapidez, ya había llegado hasta el cuerpo del azabache, colándose por debajo de él como si fuese una sangrienta almohada. Soonyoung no dejaba de llorar, no dejaba de suplicar que todo fuese una horrible pesadilla.

—Wonwoo, d-despierta...p-por favor... —Aunque el azabache sabía que era inútil llamar por alguien que claramente ya no se encontraba en este mundo, era lo único que podía hacer.

'Todo es tu culpa, Soonyoung. Tú mataste a tu mejor amigo.'

Su mente le estaba destrozando, quería gritar pero ya no tenía la fuerza suficiente siquiera para respirar correctamente. Su cuerpo estaba colapsando, y sin haberlo esperado cayó en un profundo sueño que, más bien, era un desmayo por el cansancio físico y mental.

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"¡Soonie!" Un animado chico castaño de apariencia ruda agitaba su brazo diestro alzado en el aire, saludando a Soonyoung a la distancia. El castaño corrió hacia él, sonriendo de oreja a oreja.

Se abrazaron con fuerza como si fuese la última vez que se verían en sus vidas.

"Wonu, no me dejes jamás."

"Jamás lo haría, te amo demasiado."

Los ojos de Soonyoung se humedecieron, estaba llorando desconsolado entre los brazos del castaño quien se dedicaba a acariciar los mechones azabaches del pequeño en consuelo.

"Soonyoung."

El azabache alzó la mirada, horrizado al ver lo que estaba frente a él. Wonwoo estaba completamente serio al punto que aterrorizaba, su rostro lleno de sangre y un cuchillo clavado justo en su frente. El castaño aún abrazaba con fuerza a Soonyoung, y cuando este último luchó por deshacer el agarre, Wonwoo le tomó con más fuerza.

Soonyoung gritaba con todas sus fuerzas, tenía miedo.

"Soonie, ¿Ves lo que me has hecho? Me mataste.

"¡No lo hice!" El castaño soltó finalmente el cuerpo de Soonyoung, dando unos pasos hacia atrás y dejando un pequeño rastro de sangre por donde pasaba. "¡No, no me dejes!

"Te odio, Soonyoung. Me mataste, todo es tu culpa. Yo te di mi amor y tú me dejaste morir."

El corazón de Soonyoung se estaba destrozando aún más con cada segundo que pasaba. Wonwoo alzó su sangrienta mano, señalando hacia un punto el cual Soonyoung dirigió su mirada. La escena que se presentaba en ese punto exacto era Wonwoo atado en el sótano y siendo apuñalado, pero esta vez por el azabache.

Soonyoung clavaba el cuchillo sin piedad, riendo con más fuerza cada vez que Wonwoo se retorcía en dolor.

Y luego, todo se volvió oscuridad.

"Me mataste. Me mataste. Me mataste.
Te odio. Te odio. Te odio.
Asesino. Asesino. Asesino.
Miserable, maldito, deberías haber muerto tú, no vales nada, haz un favor al mundo y púdrete en el infierno."

La voz profunda de Wonwoo era lo único que se escuchaba entre tanta penunbra, repitiendo sus palabras una y otra vez. Soonyoung deseaba gritar pero no podía, estaba siendo obligado a escuchar cada palabra.

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El azabache abrió los ojos de golpe, encontrándose tendido sobre la sangre de Wonwoo en el sótano. Su rostro estaba lleno de lágrimas y sus ojos se encontraban completamente hinchados. Esa pesadilla se había sentido tan real para él que le fue inevitable llorar todo el tiempo que permaneció dormido.

El efecto del sedante ya estaba pasando, y aunque se moviese de manera débil y torpe al menos podía levantarse del suelo. Su mirada se encontró con el cuerpo sin vida de su amigo, creando una sensación horrible en su estómago.

El pequeño azabache suspiró con fuerza, usando una de sus pequeñas manos para limpiar sus lágrimas, al menos le daría a Wonwoo un descanso honorable. Caminó con dificultad hasta el cuerpo, con sumo esfuerzo sacó el cuchillo que se encontraba clavado en su cabeza, haciendo que su corazón sintiera una horrible punzada. Limpiar sus lágrimas ya no tenía caso alguno, había vuelto a llorar como antes.

Con ayuda del cuchillo, Soonyoung cortó las sogas que mantenían a Wonwoo atado al pilar. Casi perdía por completo su estabilidad al sostener el inherte cuerpo del castaño, aún se encontraba débil y sus fuerzas eran casi nulas; prácticamente usó, con mucho esfuerzo, todas sus fuerzas para colocar el cuerpo de Wonwoo en el suelo. Soonyoung mordió con fuerza su labio inferior intentando dejar de llorar, cosa que no le fue de ninguna ayuda; cada vez que su corazón latía el dolor se incrementaba.

'Era un buen chico con una familia amorosa. Debiste morir tú, Kwon.'

—Deja de atormentarme... —Soonyoung respondió en un pequeño aliento a su propia voz interna, esa pequeña voz que siempre le había seguido pero ahora era mucho más fuerte, al punto de ser imposible ignorarla.

Guardó silencio unos momentos, su mirada posándose sobre el rostro sin vida del castaño. —Lo siento t-tanto... —Y su disculpa era más que patética, aunque la decía de todo corazón. Las lágrimas caían hasta el rostro de Wonwoo, adornando sus pálidas y frías mejillas.

Soonyoung giró para buscar algo en el sótano, al dar un paso un horrible dolor agudo y punzante le atacó. Por alguna razón hasta ese momento el dolor del desgarre que Minghao provocó al violarle de aquella manera le llegó, provocando que Soonyoung chillará con fuerza y cayera al suelo. Dirigió una mano hasta su parte trasera, metiendo ésta por debajo de su pantalón y ropa interior para poder siquiera comprobar que todo estuviese bien por medio del tacto.

Volvió a chillar cuando su mano rozó esa parte. Dolía demasiado, y horrizado se encontró con dicha mano llena de su propia sangre.

Tomó aire y se levantó del suelo con dificultad, caminando hacia las cajas de mudanza que Minghao y él habían guardado en el sótano pues contenían cosas que el azabache no necesitaría; entre dichas pertenencias unas sábanas y cubrecamas. Con sumo cuidado de no lastimar aun más su parte trasera, se sentó frente al cadaver mientras abrazaba contra su pecho las telas que había tomado de las cajas.

—Wonu, de verdad lo siento. — Soonyoung había permanecido en silencio para calmar su respiración y llanto lo suficiente para ser capaz de hablar con normalidad y sin tartamudeos cada dos palabras. —Jamás pude decirte lo mucho que te quiero... y lo mucho que aprecio tu amistad. —Tomó una bocanada de aire llenando sus pulmones, ambos ojos cerrándose con fuerza como si de aquella manera fuese a contener todo el dolor. —Eres el mejor, no tienes idea lo feliz que me hiciste. Espero puedas perdonarme.

Apretó sus labios con fuerza para contener el llanto desconsolado que amenazaba con hacer aparición por milésima vez. Con cuidado cubrió de pies a cabeza el cuerpo sin vida de Wonwoo, el dorso de su diestra se dedicaba a limpiar las gotitas que iban acumulando en sus ojos antes que estas se atrevieran a adornar sus redordetas mejillas.

Soonyoung juntó sus dos pequeñas manos, colocándolas en su rostro para hacer una oración en su mente. Pidió a Dios, si es que existía, que acogiera a su amigo en el cielo.
'Wonwoo es un ángel, estoy seguro que lo aceptarás porque ha vuelto a casa contigo, Dios.'
Mientras los minutos transcurrían en su oración, las lágrimas se volvían más escándalosas. Quién sabe cuanto tiempo pasó en ese silencio agónico, hasta que abrió sus ojos antes de articular un suave e inaudible 'Amén'.

'¿Tienes el descaro de rezar por él cuando fuiste tú el mal nacido que lo asesinó?'

Tan simple, esa molesta voz volvía a atormentarle. Soonyoung simplemente se tumbó en el helado suelo, cerrando sus ojos. Se mantuvo en ese estado hasta quedarse dormido, siendo torturado por la imagen de su amigo muerto y la voz que le recordaba la mierda de persona que era.